fe de erratas

12 ago 2009

Otro recorte de personal en Bancomext

Otro recorte de personal en Bancomext
Austeridad: 600 mil en vinos y tequila
Proméxico: manejo del estrés

Carlos Fernández-Vega La Jornada 10 Agosto 2009

Actividad en el puerto de Veracruz. El Bancomext, institución que fuera impulsora del crecimiento económico y del comercio exterior de productos nacionales, ahora se encuentra en la mira de las destructoras manos neoliberales Foto Cristina Rodríguez

A las cifras alegres que sobre la creación de empleo divulga el gobierno calderonista, habrá que restar la defunción de plazas laborales en el castigadísimo Banco Nacional de Comercio Exterior (Bancomext), institución otrora impulsora del crecimiento económico y el comercio exterior de productos nacionales, la cual se mantiene en la mira de las destructoras manos neoliberales.

Creado en 1937 para fomentar el fortalecimiento económico del país e incentivar la participación de productos mexicanos en el mercado internacional, Bancomext ha sido víctima de los caprichos, amistades y negocios sucios del inquilino en turno de Los Pinos (desde tiempos de Salinas y Zedillo, sin olvidar a la dupla Fox-Calderón, la institución carga con onerosos rescates, como por ejemplo los del WTC, Gutsa y Juan Diego Gutiérrez Cortina, con todo y familia, así como inversiones privadas de mexicanos en telefonía cubana, y carreteras en Chile propiedad de inversionistas mexicanos, y las aerolíneas, entre otros), de los que, con recursos propios, a duras penas ha salido airoso. A pesar de ello, desde las principales oficinas de la Secretaría de Hacienda lo señalan como ineficiente, lo que aunado a la falta de recursos lo han puesto a merced de la trituradora neoliberal de empresas del Estado.

Calderón ha hecho lo suyo y, como Fox, no quita el dedo del renglón: acabemos con Bancomext y fusionémoslo con Nacional Financiera. El Legislativo, en varias ocasiones, ha logrado posponer la masacre, pero no el capricho. Ahora el sindicato de trabajadores de ese banco del Estado informa que “ante el fracaso de la iniciativa presidencial para dar la puntilla al Banco Nacional de Comercio Exterior y fusionarlo con Nafin, frenada a finales de abril por el Senado de la República, las autoridades han resuelto proseguir el desmantelamiento de la institución por la vía de los hechos, y ya anunciaron otro recorte de 18 por ciento en la plantilla de personal.

Desde el inicio del ‘gobierno del empleo’ en 2006 hasta el cierre de 2008, según datos de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, el personal del Bancomext disminuyó casi 40 por ciento, proporción que sube a 66 por ciento si se consideran los recortes ejecutados durante el gobierno foxista. El recorte previsto implicaría la salida adicional de unos 100 trabajadores y funcionarios, con lo que la sangría de personal llegaría a 50 por ciento en la primera mitad del sexenio calderonista y a 72 por ciento desde el año 2000”.

Hacienda insiste, y hay que subrayar que ninguna otra institución de banca de desarrollo ha sufrido embate igual. Además de unilateral y excluyente, para el sindicato de Bancomext la acción gubernamental es a todas luces irresponsable, ante la nueva composición de la Cámara de Diputados que por mucho no garantiza fusión alguna. El ajuste laboral en puerta entraña, en consecuencia, un franco desdén hacia los acuerdos del Congreso de la Unión, sumado a una grave irresponsabilidad oficial al ahondar el debilitamiento del Bancomext en aras de un proyecto de fusión más que discutible e incierto.

Tampoco se toma en cuenta el notable repunte de la posición financiera y la actividad crediticia de la institución, con un superávit operativo de 281 millones de pesos en el primer semestre de 2009, ni su importancia clave en las propias políticas contra cíclicas gubernamentales y las tareas mayores de fomento productivo, mediante la entrega de crédito directo y de largo plazo a las empresas mexicanas.

De acuerdo con la versión oficial, Bancomext es ineficiente y no existen recursos para sostenerlo. Lo primero es discutible, pues de otra manera los rescates privados con dineros públicos por medio del banco no habrían sido posibles (los casos más recientes son Comercial Mexicana y Cemex, por ejemplo), mientras lo segundo es difícil de aceptar dada la evidencia disponible. ¿Cómo la directiva de una empresa del Estado carente de recursos puede destinar tanto a la indiscriminada adquisición de chácharas, viajes, alcohol, fiestas, celebraciones, playeras y conexos para propios y extraños?

¿En serio Bancomext carece de recursos, o en realidad los que tiene los destina a lo que no debe? El IFAI nos ayuda a despejar esta duda: sólo en el primer año de gobierno calderonista (los registros no están actualizados), esta institución pública, entonces a cargo de Mario Laborín, cachorro del Grupo Monterrey, destinó dinero a manos llenas a, por ejemplo, los siguientes renglones:

Cerca de 3 millones de pesos a Héctor Reyes Retana Dahl (ex director de Bancomext con Fox) para servicios de asesoría para la creación de un organismo promotor de exportaciones, que no era otro que Proméxico (el que se supone debe sustituir a Bancomext en la promoción del comercio exterior) ¿Y quién fue el encargado de darle cuerpo a Proméxico? Pues Héctor Reyes Retana Dahl, es decir, que Bancomext pagó para que le organizaran su sepelio.

Por si fuera poco, en 2007 destinó alrededor de
2 millones de pesos para la limpieza de las oficinas corporativas e inmuebles de Bancomext en el Distrito Federal, lo que a la directiva debe haber provocado mucha sed porque se gastó alrededor de
600 mil pesos en vinos y tequila, 400 mil en celulares de funcionarios,
255 mil en vacunas antigripales Fluarix,
150 mil en una fiesta de Halloween,
260 mil en fistoles, igual cantidad en monederos electrónicos para obsequio en la fiesta de fin de año,
111 mil en monederos de piel para los obsequios por el día de las madres,
204 mil en botella de tequila tradicional y gran centenario Azul,
67 mil en la adquisición de vinos para la fiesta de fin de año,
73 mil en sudadera para adulto, chamarra con forro y logotipo, corra de gabardina y sudadera para niño,
57 mil 200 en arreglos florales y, ya entrados en gastos,
10 mil pesos en té de limón y manzanilla. Por si fuera poco,
129 mil en pants, chamarras y playeras,
131 mil en corbatas y mascadas,
198 mil en pants y adquisición de tenis para juegos bancarios,
167 mil para una quesera rectangular de madera, y para la sed otros
156 mil pesos en vinos para la séptima reunión de consejos consultivos.
Y sólo son ejemplos.


Las rebanadas del pastel
Difícilmente puede creerse que una institución carece de recursos cuando se documenta un gasto como el citado, en el entendido que si no hay para nómina, mucho menos para fiesta, aunque ésta le fascina a la directiva del banco, que es la que autoriza la erogación…

Austeridad a manos llenas

Austeridad a manos llenas
Los Pinos: gasto prioritario
Crisis: macetas y galletitas

Carlos Fernández-Vega La Jornada 8 Agosto 2009

Como son tiempos de crisis todo se recorta: del presupuesto federal, hasta las participaciones y aportaciones a estados y municipios; de las plantillas de personal de base en el ámbito gubernamental, hasta la voluminosa nómina de servidores públicos contratados por honorarios; se restringen salarios, se recortan prestaciones, se trabaja con lo mínimo y en plena austeridad, porque no hay de dónde agarrarse.

Cientos de miles de mexicanos han quedado en la calle, sin empleo y carentes de perspectivas de corto plazo para reingresar al mercado laboral. Las finanzas nacionales reportan tremendo boquete (Carstens dixit), mientras las estatales y municipales recurren a todo tipo de ahorro y hacen lo imposible para no sucumbir. Es la crisis, y hay que apretarse el cinturón. Ni modo, según dicen en los círculos gubernamentales.

Pero en este México sacudido existe un oasis que no ve ni oye lo que pasa fuera de sus muros, y que gasta los dineros públicos con holgura y sin gracia. Y ese México paradisiaco tiene su centro de acción en Los Pinos, en donde se gasta que da envidia, lo que minimiza el supuesto debate sobre el grueso estipendio de su principal inquilino y corifeos que lo acompañan, porque muchos creen que la mayor carga financiera para el erario es el voluminoso salario que, sin importar resultados, puntualmente recibe quien despacha en la oficina principal de la ex Hacienda de La Hormiga.

Pues bien, en calidad de consumidor de información y noticieros, el autor de estas líneas observaba en uno de ellos (Dicho en México, Efekto TV) una noticia relativa al dispendio registrado en Los Pinos en plena crisis económica, la cual, entre tantas otras cosas, ha provocado la cancelación de 700 mil empleos, o lo que es lo mismo, que igual número de mexicanos perdiera su ingreso y se sumara a las filas del desempleo, sin olvidar que en el primer bienio de calderonato (cuando oficialmente la crisis no existía) 6 millones adicionales se sumieron en la pobreza.

¡No es posible!, se dijo el autor de México SA, pues desde el inicio de su inquilinaje en Los Pinos el michoacano emitió un decreto de austeridad para limitar sueldos y gastos superfluos, siempre por el bien de la República. Pero, ¡sorpresa!, no sólo ha sido posible, sino insultante el gasto en la ex Hacienda de La Hormiga en plena crisis y en el bienio en el que, sin ella (versión oficial), 6 millones de mexicanos se sumaron a la pobreza. Los mexicanos son obligados a amarrarse el cinturón, pero otros se liberan de él.

Por ejemplo, en pleno catarrito los señores de Los Pinos se gastaron (todos recursos públicos) un millón 100 mil pesos (31 de marzo de 2009) en la compra de agua purificada en botellas de 600 mililitros, 1.5 litros (378 mil 268.74 pesos pagados a Bonafont) y garrafones de 20 litros (720 mil 463.5 pesos pagados a Electropura). En ambos casos, la adquisición fue por adjudicación directa, de acuerdo con la información del IFAI.

Ese mismo día (31 de marzo de 2009) expidieron un cheque adicional por
160 mil pesos, para el mantenimiento de tinacos y cisternas; otro por
un millón 799 mil pesos por la compra de alimentos perecederos y un tercero por
600 mil pesos para cubrir la compra de quesos y lácteos.
El 4 de abril de 2009 gastaron
100 mil pesos por pan (el que se come) y otro tanto por tortillas, mientras que el 14 del mismo mes
265 mil 922 pesos adicionales por alimentos perecederos. En febrero, el día 4, hicieron un cheque por
180 mil pesos para adquirir carnes, pollo, pescados y mariscos (el total por los conceptos referidos equivale al salario mínimo mensual de 2 mil 655 mexicanos).

Con la economía en el suelo, el desempleo creciente, la pobreza al alza y el ingreso de los mexicanos evaporándose, los señores de la austeridad sólo pensaron en la estética y el buen gusto.

Se gastaron 304 mil 773 pesos (11 de mayo de 2009) en el mantenimiento de macetas y macetones;
300 mil adicionales (18 de mayo de 2009) en el mantenimiento de candiles;
41 mil 262 pesos (22 de mayo de 2009) por servicios de mantenimiento al parquet de la Sala Blanca de la residencia oficial de Los Pinos;
304 mil 750 pesos (27 de febrero de 2009) por artículos de protocolo, y ya entrados
178 mil 957.25 pesos (26 de junio de 2009) en la adquisición de boletos para circo (Atayde) para los hijos de los trabajadores de Presidencia de la República (de cero a 12 años).

Todo indica que las galletas caseras son las predilectas en Los Pinos. Con la crisis muchos mexicanos dejaron de hacer las tres comidas diarias y de milagro hacen una, pero en la residencia oficial se gastan los dineros públicos en golosinas: el 27 de febrero de 2009 erogaron 43 mil 65 pesos por suministro de galletas tipo casero, un consumo que aparece con frecuencia y con montos similares (por ejemplo, el 1 de mayo 2008, por igual concepto, pagaron 39 mil 960 pesos).

También tienen necesidades: entre enero y junio, erogaron 300 mil pesos para arrendamiento de equipo de fotocopiado; 41 mil 760 por servicio de información estadística económica y financiera (cargo en dólares);

231 mil 110 pesos por servicios de diseño gráfico e interfaces web;
284 mil 625 pesos por prestación del servicio de información de mercados emergentes;
885 mil 500 pesos por servicios consistentes en el diplomado en planeación y estrategia participativa basado en el modelo de entrenamiento y certificación de facilitadores en planeación y estrategia participativa;
107 mil 640 pesos por servicios de capacitación consistentes en el curso técnico, análisis y traducción de textos políticos internacionales;
207 mil pesos por servicios de estudios sobre comportamiento de medios electrónicos;
310 mil 500 pesos por mantenimiento preventivo y correctivo y verificaciones a vehículos automotores, más
242 mil 650 pesos por mantenimiento preventivo y correctivo a motocicletas marcas Zanetti, Honda Shadow y Honda Rebel y
67 mil 850 por mantenimiento preventivo y correctivo a motocicletas marca Kawasaki Vulcan;
2 millones 800 mil pesos por licenciamiento no exclusivo y no traslativo de dominio de las bases de datos y programas de explotación que permiten realizar el monitoreo de medios en TV (Ibope AGB México),
y un millón 837 mil pesos por servicios de estudios cualitativos para la evaluación de comunicación estratégica.
Eso sí, ya aprobaron la Ley de Salarios Máximos.


Las rebanadas del pastel
En síntesis, tengan su austeridad, no sin subrayar que los anteriores sólo son ejemplos (2009) y que estos gustos y gastos se repiten a lo largo y ancho del gabinetazo.
cfvmexico_sa@hotmail.com • mexicosa@infinitum.com.mx

Aluvión de prestaciones llena los bolsillos de los siete magistrados del TEPJF

Aluvión de prestaciones llena los bolsillos de los siete magistrados del TEPJF
De acuerdo con documento interno, este año su aumento salarial fue de casi $240 mil



Los magistrados José Alejandro Luna Ramos, Salvador Olimpo Nava Gomar y Pedro Esteban Penagos López, el 17 de junio pasado, durante la sesión del TEPJF Foto Carlos Cisneros

Jaime Avilés La Jornada 4 Agosto 2009

Mientras la Secretaría de Hacienda anuncia aumentos a las tarifas de electricidad y otros servicios, para hacer frente al déficit fiscal causado por la crisis económica, los siete magistrados del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) –María del Carmen Alanís Figueroa, Flavio Galván Rivera, Constancio Carrasco Daza, Manuel González Oropeza, José Alejandro Luna Ramos, Salvador Olimpo Nava Gomar y Pedro Esteban Penagos López– ganan en conjunto 28 millones 816 mil 723 pesos anuales.

De acuerdo con el Manual de percepciones, prestaciones y demás beneficios de los servidores públicos del Poder Judicial de la Federación para el ejercicio fiscal 2009, cada uno de ellos recibe 4 millones 116 mil 646 pesos al año, o lo que es lo mismo, 343 mil 53 pesos al mes, sin mencionar que disponen de dos vehículos lujosos, dos choferes y dos celulares, o que entre todos comparten 45 niñeras y 17 cocineras.
En la página 33 del manual, sus emolumentos individuales se desglosan de la siguiente forma: sueldo base anual, 410 mil 486 pesos; compensaciones garantizadas o de apoyo, un millón 733 mil 182 pesos; prestaciones nominales, 837 mil 385 pesos; prima vacacional, 59 mil 546 pesos; aguinaldo, 330 mil 814 pesos, y asignaciones adicionales, 745 mil 233 pesos.

Estas cantidades resultan de dividir entre siete los montos de sus ingresos colectivos, tal como éstos aparecen en el citado documento, a saber: sueldo base anual, 2 millones 873 mil 405 pesos; compensaciones garantizadas o de apoyo, 12 millones 132 mil 279 pesos; prestaciones nominales, 5 millones 861 mil 695 pesos; prima vacacional, 416 mil 823 pesos; aguinaldo, 2 millones 315 mil 699 pesos, y asignaciones adicionales, 5 millones 216 mil 632 pesos.

Aunque, de acuerdo con el documento, el sueldo base de un magistrado es de 34 mil 207 pesos mensuales, en los hechos todos se embolsan una cantidad 10 veces mayor, gracias a los múltiples beneficios que les otorga su contrato, entre éstos, particularmente, las compensaciones garantizadas o de apoyo, mejor conocidas como bonos, que ellos mismos se asignan cada tres meses.

¡Ya llegó Bonifacio, ya llegó Bonifacio!, gritan como niños chiquitos, y se hablan por teléfono, cada vez que reciben un bono, relatan a La Jornada empleados del tribunal que pidieron la protección del anonimato para no perder su puesto de trabajo.

Los magistrados, añaden los informantes, ganan tanto que no saben qué hacer con su dinero. Por eso tienen cuatro o cinco coches del año, aparte de los dos que les corresponden por ley, y siempre que pueden se van de viaje. Uno de ellos [José Alejandro Luna Ramos] se fue a París, pero en su oficina dejó instrucciones de que si preguntaban por él dijéramos que andaba en Guadalajara.

Sus fantásticas ganancias –en un país de 80 millones de pobres– no desalientan, ni mucho menos, los casos de corrupción, como el del ex magistrado presidente Flavio Galván Rivera, a quien se investiga en la actualidad por haber entregado una factura de gastos por 500 mil litros de agua Electropura.
El Manual de percepciones, prestaciones y demás beneficios... fue aprobado el pasado 23 de febrero por Luis I. Ortiz Mayagoitia, presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, y María del Carmen Alanís Figueroa, presidenta del TEPJF. Allí consta que los siete magistrados recibieron un incremento salarial de aproximadamente 240 mil pesos respecto de 2008, cuando en promedio cada uno de ellos cobraba 324 mil 860 pesos mensuales.

En el documento correspondiente a 2009 gozan de las siguientes prestaciones:
Seguro de vida equivalente a 40 meses de percepción ordinaria, seguro colectivo de retiro por 25 mil pesos, seguro de gastos médicos mayores por el equivalente a 740 salarios mínimos mensuales, seguro de gastos para el cuidado de los ojos, seguro de separación individualizado, que se forma de lo que aporte el magistrado más una cantidad igual que aporta el tribunal, más los intereses bancarios, prima quincenal, prima vacacional, aguinaldo, pago por defunción (cuatro meses del último sueldo tabular), gastos funerales, compensación por presidencia o decanato, estímulo por jubilación, estímulo por antigüedad, gastos de alimentación, y boletos de avión para hijos, cónyuges y acompañantes.

Al analizar este aluvión de privilegios, los empleados del TEPJF consultados al respecto destacaron que, entre otras prestaciones, los magistrados cobran una prima especial por trabajar en exceso. Sin embargo, casi nunca vienen al tribunal, siempre andan quién sabe dónde y sólo se presentan cuando hay sesión plenaria.

En efecto, en la página 16 del Manual de percepciones... se especifica que los servidores públicos del TEPJF, entre ellos por supuesto los magistrados, recibirán una compensación extraordinaria en retribución al desahogo de cargas de trabajo en exceso o adicionales a sus jornadas y horarios ordinarios durante los procesos electorales federales y locales, (lo) que incluye jornadas nocturnas y guardias en sábados, domingos y días festivos.

Un magistrado, en realidad, es el coordinador de un equipo integrado por 34 personas: un asesor, un secretario particular, 11 secretarios de estudio y cuenta, cinco secretarios auxiliares, dos secretarias de oficina, 10 secretarias de ponencia, dos choferes y dos oficiales de servicio.

Los secretarios de estudio y cuenta, los que de veras redactan los proyectos de sentencia que luego discutirá el pleno del tribunal, ganan anualmente un millón 356 mil 816 pesos, en tanto una secretaria de oficina cobra 374 mil 705 pesos y una niñera 151 mil 441 pesos, salario casi idéntico al de las cocineras del Poder Judicial de la Federación.

Pese a que dentro del tribunal no hay una guardería para los hijos de los trabajadores, el presupuesto contempla el pago de 45 niñeras, que los magistrados comparten con los 11 ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación. Los empleados del TEPJF consultados acerca de este misterioso tema, respondieron que las nanas prestan sus servicios a domicilio, aun cuando los magistrados en general son personas mayores o, como en el caso de la presidenta, María del Carmen Alanís, no tienen hijos.

Las cocineras, aseguran los informantes, “se aburren. Como los magistrados casi nunca van al tribunal, allí están nomás, encerradas en la cocina, esperando. La que más las usa es doña Maca [sobrenombre de María del Carmen Alanís] que a cada rato trae a comer a sus invitados”.

• Salario y prestaciones magistrales.