fe de erratas

25 dic 2009

Adelanta Calderón el regalo de Reyes: alza a gasolinas



Adelanta Calderón el regalo de Reyes: alza a gasolinas
Giro a pronósticos para 2010
Carlos Fernández-Vega       La Jornada          21 Diciembre  2009

Es tal su prisa por demostrar que lo peor de la crisis ya pasó, que los signos de recuperación están a la vista y que ahora sí el futuro venturoso está a la vuelta de la esquina, que el inquilino de Los Pinos, con su muy buen equipo económico a la diestra, no se aguantó las ganas de dar el porrazo y adelantó el regalo de Reyes a todos los mexicanos, envuelto con espeso silencio y moño inflacionario. Al pie del árbol navideño, sigilosamente, depositó el obsequio: aumento al precio de los combustibles –que será mensual, en el mejor de los casos–, dos semanas antes de lo previsto.
Así es, con la gracia de un Santaclós chaparro, pelón y de lentes, el inquilino de Los Pinos tiró al bote de la basura su pomposamente llamado Acuerdo Nacional en Favor de la Economía Familiar y el Empleo, puesto en marcha el pasado 7 de enero, y se adelantó a los Reyes Magos: sigilosamente aplicó un aumento de 0.64 por ciento al precio de la gasolina Magna (casi el doble del promedio mensual de la inflación a lo largo de su estancia en Los Pinos, de acuerdo con la información del Banco de México) y de 0.37 por ciento al del diesel, inaugurando con ello la temporada de alza sostenida de precios y tarifas del sector público (catarata de impuestos aparte) para que en 2010 los mexicanos ni por un minuto duden que la intención calderonista es que vivan mejor.
Ante tan generosa muestra de afecto, cómo olvidar los dorados tiempos de campaña en pos de la silla mayor, cuando Felipillo prometía reducir tarifas eléctricas y abatir precios de combustibles para que los mexicanos vivan mejor. Por eso, bienaventurados los electores que confían en los candidatos y sus promesas de campaña (reducir el precio de los combustibles, entre ellas).
De acuerdo con la estadística del Banco de México, el precio de los combustibles se ha incrementado a un ritmo mayor que el de la inflación en general (14.01 por ciento, acumulado de diciembre de 2006 a noviembre de 2009). Así, el costo de la gasolina Magna pasó de 6.74 pesos por litro en diciembre de 2006 a 7.77 tras el adelantado regalo calderonista, es decir, un avance de 15.3 por ciento en el periodo; el litro de diesel creció de 5.70 a 8.16 pesos en igual lapso, lo que es igual a un aumento de 43.15 por ciento. El precio de la gasolina Premium se mantiene congelado desde octubre de 2008, y hasta esa fecha reportaba un incremento de 15.4 por ciento.
El 7 de enero de 2009, cuando presentó en sociedad su Acuerdo Nacional en Favor de la Economía Familiar y el Empleo, el inquilino de Los Pinos anunció, entre otras cosas, que se congelan los precios de las gasolinas en todo el país durante todo el año, con el fin de “ampliar el ingreso disponible de las familias y de las empresas (…), que podrán ahorrar o destinar a la adquisición de otros bienes, además de que también se beneficiarán por una menor inflación que resultaría de esas acciones”.
Pues bien, con el citado regalo que gentilmente adelanta, Calderón y su muy buen equipo económico (según su definición) parecen decididos a disminuir aún más el ingreso disponible de familias y empresas, quienes en lugar de destinarlo a la adquisición de otros bienes ahora lo canalizarán al rescate de las finanzas públicas quebradas por el inquilino de Los Pinos y su círculo de amigos, y a financiar los suculentos salarios y prestaciones de quienes dicen gobernar este heroico país. Así, con el aumento en los precios de los combustibles, el inquilino de Los Pinos da luz verde al incremento igual de generalizado que despiadado de precios, alimentos en primer lugar.
Antes de que el Senado lo felicitara por sus excelentes resultados en la Secretaría de Hacienda y, con su voto favorable, le concediera la gracia de ser gobernador del Banco de México, el doctor catarrito aseguraba que los precios de las gasolinas subirán en línea con los pronósticos de inflación en 2010. Sin embargo, si se atiende el pronóstico del banco central del crecimiento inflacionario que se reporte a lo largo del año próximo, cuando menos una tercera parte será producto del incremento a precios y tarifas del sector público (principalmente combustibles) y una proporción similar a la catarata de impuestos.
En su reporte más reciente sobre la inflación, el Banco de México, todavía a cargo de Guillermo Ortiz, advirtió que la trayectoria descendente de la inflación registrada hasta septiembre pasado fue resultado principalmente de la combinación de cuatro factores, entre los cuales destacaba la política de precios públicos asociada al congelamiento de los precios de las gasolinas en el interior del país, así como a la baja en las cotizaciones de otros energéticos durante 2009. El pronóstico para 2010 dio un giro: el grupo de los bienes y servicios administrados tendrá incidencia creciente sobre la inflación debido a que, a diferencia de 2009, cuando los precios administrados se han mantenido sin cambio, se asumió que para 2010 los precios de las gasolinas Magna y Premium registren deslices mensuales de 6 y 4 centavos, respectivamente, a la vez que las tarifas de la electricidad acumulen un incremento de 6 por ciento y los precios del gas licuado de 5 por ciento.
Estas cifras, puntualizaba el Banco de México, “contrastan con los supuestos de aumentos nulos a los precios administrados para el próximo año, que se utilizaron para construir el pronóstico de inflación que se publicó en el informe sobre la inflación octubre-diciembre 2008, y que continuaban vigentes hasta la publicación de este addendum. Al respecto, en dicho informe se indicó que la trayectoria proyectada de la inflación se fundamentaba, entre otros factores, en lo siguiente: ...la decisión del gobierno federal de congelar los precios de las gasolinas, de reducir 10 por ciento el precio del gas LP y 9 por ciento las tarifas eléctricas de baja tensión... Para 2010 se supuso, dadas las cifras esperadas en los mercados a futuros, que estos precios no presentarán incrementos.
Error, porque el inquilino de Los Pinos y sus muchachos decidieron lo contrario: que los mexicanos vivan, pero para que ellos sean los únicos que vivan mejor.


Las rebanadas del pastel
Y si de bondad y justicia se trata, ahí está la graciosa acción de la Secretaría de la Función Pública, que le puso precio a cada uno de los niños muertos en la guardería ABC de Hermosillo: 33 mil 551 pesos. Esta dependencia decidió la inhabilitación de la empresa ABC, por lo que ni ésta ni sus propietarios podrán celebrar contrato alguno con el gobierno federal durante cinco años y deberá pagar una multa por un millón 644 mil pesos. Tener familiares en Los Pinos no tiene precio.


Guillermo Ortiz, pensionado de lujo; recibirá 190 mil pesos al mes


Guillermo Ortiz, pensionado de lujo; recibirá 190 mil pesos al mes
Jesusa Cervantes


MÉXICO, DF, 17 de diciembre (apro).- El diputado del Partido del Trabajo (PT), Mario Di Costanzo, denunció que el aún gobernador del Banco de México (Banxico), Guillermo Ortiz, recibirá el próximo año unos 190 mil pesos de pensión, frente a los mil 966 pesos mensuales que perciben 81% de los jubilados del país.

De esa manera --acusó Di Costanzo--, Ortiz Martínez pasará a formar parte de la elite de “pensionados privilegiados”, entre los que se encuentran los expresidentes Vicente Fox, Ernesto Zedillo y Carlos Salinas.


Es también el caso de José Ángel Gurría, quien se jubiló con una onerosa percepción luego de encabezar la banca de desarrollo; o Francisco Gil Díaz, que también se jubiló como exfuncionario del Banxico.
Al anualizar el monto de la pensión de Guillermo Ortiz, éste percibirá el próximo 2010 unos 2 millones 280 mil pesos, ya que la jubilación se establece de acuerdo con el último salario que se percibió.


    La propia Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) reportó, en su informe de finanzas públicas del 30 de septiembre de 2009, que tiene en operación siete fideicomisos para este tipo de “pensiones” y que involucran recursos por poca más de 124 mil millones de pesos.


    Según el desglose, existe un Fideicomiso del Sistema Banrural, con 20 mil millones de pesos; el llamado Fondo Laboral de Pemex, que cuenta con 9 mil 985 millones, y el de jubilados de Banobras, con 9 mil 223 millones de pesos.
Además, otro fideicomiso para cubrir las pensiones de exfuncionarios de Nacional Financiera, que cuenta con recursos por 7 mil 723 millones, y uno más para los exempleados de Bancomext, con 7 mil 148 millones.


    El diputado federal Di Costanzo recordó que, según el reporte de la Auditoría Superior de la Federación (ASF), el sistema de pensiones es inequitativo, pues mientras funcionarios federales como Guillermo Ortiz perciben al concluir su cargo unos 190 mil pesos mensuales, “81.4% de los jubilados del país recibe en promedio mil 966.4 pesos mensuales, y aún hay un 0.3% que obtiene 81 mil 388.2 pesos mensuales en promedio”.


    Lo anterior, advirtió el legislador petista, contrasta con el resto de las percepciones de los mexicanos jubilados, pues sólo 19% de los mayores de 65 años recibe una pensión, y únicamente 33% de la población ocupada cuenta con servicios de salud y seguridad social.
    Recordó que tanto en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) como en el Instituto de Seguridad Social al Servicio de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), la ley fija como “topes” para el pago de jubilaciones el equivalente a 25 y 10 salarios mínimos, “por lo que no existe ningún fundamento jurídico real para las pensiones que se pagan en el sector energético y la banca de desarrollo”.


    Di Costanzo destacó al sector energético porque mientras un extrabajador del IMSS en promedio recibe una pensión de 2 mil 137 pesos, los exfuncionarios de la primera área mencionada --que incluye a la extinta Luz y Fuerza del Centro (LFC) y a la Comisión Federal de Electricidad (CFE)-- perciben en promedio 39 mil pesos por mes.


    “En el caso de Banxico, Banobras, Bancomext y Nafin, la pensión se calcula sobre el promedio del salario mensual neto devengado, es decir, incluyendo prestaciones, en el último año de actividad del trabajador”.


En el caso de Bansefi, aclaró el petista, “se calcula sobre el promedio de los últimos dos años. Y a éstos todavía se le añaden --no en todas las situaciones-- las prestaciones establecidas en las condiciones generales de trabajo”.


Además, estos exfuncionarios federales “mantienen el derecho de recibir íntegra la pensión del IMSS”, denunció Di Costanzo.


    Ortiz Martínez dejará el cargo de gobernador del Banco de México el 31 de diciembre y, su relevo por los próximos seis años será Agustín Carstens, quien deja la titularidad de la SHCP en manos de Ernesto Cordero.

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Calderón y Fox han sido los presidentes más ineptos


Considera que criticar al actual mandatario se ha convertido en un deporte nacional
Calderón y Fox han sido los presidentes más ineptos, sostiene López Obrador
Foto
Andrés Manuel López Obrador, de gira por Coahuila y Nuevo León, dijo que Calderón ha pasado de pelele a chivo expiatorio Foto La Jornada
 
L. Ramos y D. Carrizales  Corresponsales
Periódico La Jornada
Miércoles 9 de diciembre de 2009, p. 15



Monclova, Coah., 8 de diciembre. Andrés Manuel López Obrador negó estar obsesionado con convertirse de nuevo en candidato a la Presidencia de México y consideró que cuando llegue el momento de la sucesión, el político que esté mejor posicionado deberá recibir la nominación al cargo de la izquierda.
En breve entrevista efectuada en Monclova, a unos 200 kilómetros al norte de Saltillo, Coahuila, apremió a que los ciudadanos se sigan organizando para echar a quienes ahora usurpan el poder, pues éstos sólo buscan su beneficio.
Aseguró que en ello radica su trabajo y no en buscar a toda costa ser nominado de nuevo a la Presidencia de México frente a las elecciones que se realizarán en 2012.
Yo no soy un ambicioso vulgar, señaló al rechazar que pretenda a cualquier costo convertirse en candidato presidencial de los partidos de la Revolución Democrática, del Trabajo y Convergencia.
El tema de la sucesión presidencial no está en puerta, pues los comicios se realizarán en tres años, dijo, e insistió en que cuando llegue el momento el Frente Amplio Progresista optará por el perfil político que mejor aceptación tenga entre los ciudadanos.
Por la tarde, López Obrador estuvo en la zona metropolitana de Monterrey, Nuevo León, donde afirmó que se ha convertido en deporte nacional criticar a Felipe Calderón Hinojosa y hasta quienes le quemaban incienso ahora lo cuestionan y de pelele ha pasado a chivo expiatorio, porque la mafia del poder encabezada por Carlos Salinas ya inició la operación de recambio y ahora sus cartas para 2012 son Enrique Peña Nieto y el Partido Revolucionario Institucional.
“Si antes de este gobierno todo estaba mal en el país, en los tres años de Calderón las cosas están peor y hace falta una renovación tajante de la vida pública, un cambio verdadero para salir de la crítica situación que agobia a los mexicanos, dijo, antes de iniciar en Ciudad Guadalupe una reunión con representantes de los comités municipales del gobierno legítimo en la zona metropolitana de Monterrey.
Si no derrotamos a esa mafia del poder de manera pacífica, en buena lid en el terreno político, no hay salida para México; tenemos que entender que esto ya se pudrió y no hay otra opción que un verdadero cambio”, dijo.
Tenía que descomponerse todo y lo peor es que siguen con la misma estrategia, queriendo resolver un problema de origen social, de falta de empleo y oportunidades, de bienestar, con más policías, con el Ejército, con más cárceles y amenazas de mano dura.
Una prueba de que esta política no funciona es Ciudad Juárez, donde hay más asesinatos ahora que hay allí 10 mil militares.
La manera más eficaz, más humana y más barata de enfrentar la inseguridad y la violencia es atendiendo la pobreza y dando oportunidades a la gente, dijo.
Expresó que ojalá y hubiera una reconsideración de las estrategias calderonistas, porque es muy lamentable lo que está sucediendo en el país, pero lo puso en duda porque lo que natura no da, Salamanca no otorga.
En toda la historia del país no habíamos tenido presidentes tan ineptos como (Vicente) Fox y (Felipe) Calderón, porque habíamos tenido mandatarios bandidos, autoritarios, de lo peor, pero ineptos como éstos, ningunos o muy pocos, precisó.
A quienes lo acusan de crear el problema de Iztapalapa les dijo que estos críticos no dicen la participación que tuvo la mafia del poder al ordenar al Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación que desconociera ilegalmente la candidatura de Clara Brugada 15 días antes de la elección.
Ni el PT ni Juanito tenían posibilidades de ganar 15 días antes de las elecciones, y si se ganó fue por la decisión de la gente de no aceptar una imposición de la mafia y el tribunal, añadió.
Pero Rafael Acosta no cumplió su compromiso porque empezó a ser sonsacado por la mafia de poder y hoy Joaquín López Dóriga hace un juicio sumario contra los que supuestamente tienen responsabilidad en Iztapalapa, pero se le olvida el papel de la mafia y de Televisa, como si los que mueven los hilos no tuvieran participación en este enredo.


Un soldado de EEUU capturado critica la invasión de Afganistán en un vídeo talibán

Un soldado de EEUU capturado critica la invasión de Afganistán en un vídeo talibán

16 dic 2009

Periodismo decadente



Periodismo decadente
Luis Linares Zapata                          La Jornada                     16 Diciembre 2009
La decadencia material y anímica en México, que ya dura más de un cuarto de siglo, ha contaminado muchos (casi todos) de los demás sectores de actividad social, política, intelectual o productiva del país. El periodismo no podía quedar al margen, en especial ese rubro que cubren los columnistas cotidianos. En realidad sus aportes ocupan un lugar preponderante en este disfuncional proceso que condena al estancamiento al desarrollo nacional.

 De los contenidos que se difunden en la televisión abierta, poco es lo que se puede añadir a la dura crítica ya ensayada por los especialistas en vista de los negativos resultados obtenidos. Los noticiarios estelares poco contribuyen a proporcionar bases objetivas que sostengan opiniones atentas al mundo, alertas a lo propio y plurales en sus contenidos. Y de la radio muy pocos programas informativos se salvan de caer en la rutina de las entrevistas a modo, repetitivas en sus consignas y con las mismas voces autorizadas. Los conductores se enzarzan en prolongados alegatos que ponen de relieve las cortas visiones y sus vendettas particulares. La norma que los rige revela, de inmediato, las carencias de análisis actualizados y sus apoyos en trabajos de investigación o lecturas contextualizadas.
El drama y sainete político electoral con epicentro en Iztapalapa ha puesto al descubierto la contaminación que sufren innumerables miembros de la opinocracia cotidiana. Pocos, muy pocos de los columnistas han recalado en un tratamiento en profundidad del tema. El sentir popular de los afectados (votantes) desapareció de los cuadrantes y de la trama columnera. Su materia expositiva se redujo al enredado trasiego de intereses y pretensiones individuales o de grupo. El enorme presupuesto delegacional se convirtió en terreno de disputa para su apropiación y los puestos públicos disponibles captaron la atención de comentaristas y sus anexos. Los variados ángulos que tan compleja situación implicó fueron reducidos a forcejeos entre ambiciosos, a subordinaciones tan inevitables como anunciadas y al desprecio por Juanito, el naco vivales, el traidor a la palabra empeñada, el sobreviviente ninguneado, el que legalmente ganó. Pero el lugar de privilegio columnero fue ocupado, qué duda cabe, por el autoritarismo rampante de López Obrador, él fue el taumaturgo responsable del desaguisado. Ha sido AMLO, en la versión de los opinadores cotidianos, el eje central de la escandalosa trama, el diseñador de la perversa ruta, el triunfador de esta batalla pírrica que desemboca en la triste comedia electiva de Iztapalapa.
Las instituciones que intervinieron en su origen como actores relevantes se diluyeron, por arte del mágico olvido mediático, hasta quedar a la lejana vera de la discusión. Sólo algunos interesados en el tema electoral, con espacios difusivos a su alcance, han puesto el acento en el papel disolvente, tramposo, jugado por el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF). Menos aún investigaron, siquiera de manera superficial, la concurrencia de personajes relevantes del oficialismo, con un clan del PRD, para inducir las determinaciones de ese tribunal en su intentona por sacar a Clara Brugada de la contienda. El manoseo legaloide del grupo Nueva Izquierda (Arce y aliados) para mantener el control delegacional poco se tocó en las columnas, tan dispuestas a incidir en ese tipo de tenebras. En cambio, el acento fue puesto, con intensidad rayana en las obsesiones íntimas, en la figura de López Obrador. Bien puede decirse que, en verdad, los avatares de todo lo demás poco interesaron a esa camada de columnistas muy interiorizados en una versión, ya muy esquematizada, insustancial y redundante, de la cosa pública.
El propósito de tan intensas andanadas informativas, de comentario y crítica, respaldadas por continuos encuadramientos de primera plana, ocho columnas o tiempos estelares, fue, y sigue siendo, la destrucción de López Obrador. Una oportunidad más para la agresión que borre del panorama la opción que significa, el molesto cambio sustantivo que pregona el tabasqueño. Todo por impedir que su figura y planteamientos continúen siendo un referente del horizonte político nacional. Se trasparenta así la mayúscula cauda de ansiedades por, al menos, situarlo como uno más de esos personajes de relleno, de disponible colaboración bajo consigna que usan en sus trabajos.
 Pero, a pesar de tan aviesas intenciones y esfuerzos, AMLO sigue como el político que sale fuera de los clichés de ese oficio que se ha desprendido de los sentires y avatares del ciudadano común, sin valores ni principios guías, prisionero del más rampante pragmatismo. Al oficialismo y sus acólitos difusores les urge situar a López Obrador, y su accionar, al alcance de la corta mirada que los distingue. Dentro de un trasiego que, para ellos, se reduce a tejer alianzas personificadas, a pelear por los cargos disponibles y repartir odios instantáneos, cruzar negocios, traficar influencias, atar rivalidades, una y otra vez, en repetidos desayunos, en los corredores de palacio o largas comidas. Quizá sean, esas elites renombradas como La Clase Política y a la que se deben añadir sus adláteres difusivos, el grupúsculo que manifieste los más claros síntomas que inducen la decadencia que los mexicanos padecen.
Una vez que Rafael Ponfilio Acosta renunció, a pesar de los apoyos sembrados por priístas y panistas enroscados, la ferocidad de los columnistas se volteó sobre el jefe de Gobierno de la gran ciudad. Mucho ha molestado a escribanos, académicos reaccionarios y ciertos editores de diarios capitalinos, la decidida postura de Marcelo Ebrard.
Primero por rehusar atender las reiteradas sugerencias de distanciarse de AMLO, como oculta sangría adicional de la visión alternativa. Después, por haber designado, como su preferencia para delegada de Iztapalapa, ¡oh sorpresa! a Clara Brugada, cuando otros la dieron por muerta.
No porque sigue el guión marcado por Obrador, sino porque ésa fue la voluntad expresa de los votantes, muy a pesar de las maniobras y complicidades del TEPJF y de aquellos que soñaron con la continuidad de su clan delegacional. Asunto que ha sido la indigesta comidilla de otros muchos interesados de los medios.


Tres crisis en el horizonte



Tres crisis en el horizonte
José Agustín Ortiz Pinchetti
Si convenimos con la mayoría de los observadores en que el régimen de Calderón padece una múltiple crisis, la peor en 80 años, es justo preguntarnos qué nos espera en la siguiente mitad de sexenio. Alcanzo a ver tres crisis.
Crisis mayor del gobierno de Calderón: si se acelera su desgaste, varios fenómenos de ruptura dañarían la gobernabilidad y Calderón podría renunciar. Esto provocaría incertidumbre, lucha salvaje por el interinato, huída de capitales, desobediencia civil. Un desastre así podría suceder entre la segunda mitad de 2010, y la primera de 2011. Si este desastre se conjura (como sería de desearse), no escaparíamos a otras dos crisis.
Crisis mayor en las elecciones de 2012: aquí y en todas partes la sucesión del jefe de gobierno sacude, pero en este caso, la descomposición invita a la confrontación. Ninguna elección presidencial anterior se parecerá a ésta. Los priístas están seguros de regresar a Los Pinos. Sienten al PAN en debacle. A AMLO lo dan por muerto, a pesar de que los enterados saben que progresa su movimiento y que los partidos de izquierda están reunificándose. Quizás puedan retar al gobierno, al PRI y al PAN juntos. Si él o Marcelo Ebrard resultan candidatos, gran parte de la población apostaría al cambio. La oligarquía no quiere ceder y tratará de comprar o coaccionar el voto en favor del PRI y/o del PAN. De nuevo polarización y confrontación mucho peores que en 2006.
Gane quien gane, se las verá negras: los triunfadores encontrarán un país dividido, desorganizado y corrompido. Si gana el centro izquierda tendrán que soportar el sabotaje de los emisarios del pasado; si ganan los conservadores, se romperá toda expectativa de cambio y mejoría y se acabará la paciencia. En cualquier caso será muy difícil organizar un gobierno en estas condiciones.
¿Sería posible que las cosas fluyeran suavemente como quieren los priístas y panistas? No es fácil. Se necesita un milagro para recuperar la economía, sanear la operación institucional, ganar la guerra al narco y disolver la oposición obradorista La única forma de conjurar las crisis que nos amenazan sería mediante un acuerdo nacional para garantizar previamente elecciones libres y justas y un cambio en el rumbo del país. Lo veo impracticable en este momento, pero si el derrumbe continúa se puede convertir en incentivo y a la mejor despertamos al borde del abismo y pactamos antes de que sea demasiado tarde. Ya veremos.


Propaganda contra el SME




Propaganda contra el SME
Florence Toussaint


“La CFE, una empresa de clase mundial”, es la frase con la que se corona el spot difundido antes de la película en las salas comerciales de cine. El propósito es suministrar una imagen de eficiencia, de modernidad, y justificar así el cierre de la fuente de trabajo del Sindicato Mexicano de Electricistas.
En una parte del anuncio se dice que pronto la CFE dará servicio a la zona centro de México. Dura alrededor de 60 segundos y la producción comprende imágenes y sonidos editados para imprimirle un ritmo que atrape al espectador. Tanto el costo de lo realizado como el de su exhibición en las salas resultan elevados. El contenido y la frecuencia con la que se pone al aire evidencian la razón política de fondo, desacreditar a un movimiento y justificar lo injustificable: dejar vacantes a 44 mil empleados por su pertenencia a un sindicato combativo.
“El trato que nos daban los electricistas en la Ciudad de México era muy malo, qué bueno que el gobierno cerró la empresa, ahora tendremos un mejor servicio”, dice una actriz de mediana edad frente a cámara, caracterizada en ama de casa del mismo nivel socioeconómico que los despedidos. El spot televisivo aparece en las pantallas de Canal Once. A semejanza del cinematográfico, aunque de escasa calidad formal, trata de manera burda de justificar lo injustificable.
En ambos casos se trata de un abuso de autoridad. El Estado contra los trabajadores utilizando todos los recursos mediáticos que el dinero del erario pueda comprar. Intentan por ese camino construir una estrategia totalitaria, ya que los miembros del gremio y sus dirigentes no cuentan con medios para expresarse masivamente, dar su versión de los hechos y contrainformar acerca del problema. La reiteración de los anuncios es otra forma de atentar contra el equilibrio. A lo anterior se agrega el exiguo espacio en los noticiarios para que los electricistas hablen sin que otros les usurpen la voz.
“¿A dónde te fuiste? Regresa, nos haces mucha falta”, dice una niña en figura de dibujo animado mientras camina por la ciudad, por los túneles del Metro hasta llegar al drenaje profundo. Entonces se transforma en humana. Con un dedo toca el agua y muy tiernamente insiste: “No voy a permitir que nadie te vuelva a tratar así, te lo prometo, voy a protegerte”. Se trata de una campaña de la Comisión Nacional del Agua. El anuncio está muy bien realizado, utiliza nuevos métodos tecnológicos para hacerlo atractivo y, sin embargo, parece bastante demagógico. Es un cuento para justificar lo injustificable: en la Ciudad de México no hay agua mientras los tabasqueños se inundan. Y eso año con año. El tendencioso mensaje echa la culpa a la ciudadanía de una responsabilidad que es del gobierno.
Personas de todas las edades, de clase media, obreros, campesinos, estudiantes, maestros y de oficios variados nos instan a sacar, renovar, actualizar nuestra credencial para votar. “Nuestra democracia crece y crecemos todos” es el lema de los anuncios del IFE. La campaña es permanente. Sin embargo es un desperdicio, con los tiempos otorgados por la reforma al Cofipe de 2007, el IFE podría divulgar los principios de la democracia, los derechos de los ciudadanos y el ejercicio de las garantías que otorga la Constitución. Se conforma con lo electoral, lo cual evita el surgimiento de una verdadera conciencia ciudadana.
Los gobiernos autoritarios implementan dos tipos de represión: la política, que en ocasiones deviene en cárcel, tortura y desapariciones; y la simbólica, es decir el control de los medios masivos para inducir al pensamiento único. Esta represión es la más grave porque sin libertad para reflexionar y para expresarse, sin crítica, una sociedad se inmoviliza, pierde la capacidad de organizarse y protestar. Esa es la apuesta de Felipe Calderón y su equipo de gobierno. Y para ello gastan millones de pesos que arrebatan al de por sí exiguo salario de quienes todavía devengan uno.


Vuelve Carstens con el discurso del catarrito, pero ahora en el BdeM




Vuelve Carstens con el discurso del catarrito, pero ahora en el BdeM
El balance del gabinetazo económico: mientras más se yerre, más alto se llega
Carlos Fernández-Vega                    La Jornada                    16 Diciembre 2009

Para no perder la costumbre, Agustín Carstens inició su gestión al frente del Banco de México de la misma forma y con la misma actitud con las que, allá por diciembre de 2006, arrancó formalmente como titular de la Secretaría de Hacienda: aquí no pasa nada, todo es color de rosa, crecerá la economía como nunca y la descalificaciones de las calificadoras nos hacen los mandados, o lo que es lo mismo, un catarrito que a nadie le cae mal.
El servicial soldado –Chicago boy– del inquilino de Los Pinos, ahora oficialmente dedicado a conservar y hacer respetar la autonomía del Bde M, recibió su premio –regalo de Calderón, con generosa ratificación senatorial– no obstante poseer la marca nacional en lo que a deterioro económico se refiere y ostentar la presea de oro como el peor secretario de Hacienda en ocho décadas. Así de noble es el muy democrático estilo de gobernar en México: mientras más patas se metan y más errores se cometan, más alto se llega, siempre y cuando exista la disposición de inmolarse por el inquilino de Los Pinos, el responsable de esas patas y esos errores.
Así procedió el voluminoso ex secretario de Hacienda y así fue retribuido, pues junto con el puesto principal del BdeM obtiene un salario neto mensual de 194 mil 735.53 pesos (de acuerdo con el tabulador oficial), más generosas prestaciones, un emolumento superior al del propio inquilino de Los Pinos, quien no hace mucho firmó una ley de salarios máximos para la burocracia, la cual ordena que ningún funcionario público podrá ganar más que el Presidente de la República, es decir, más de 146 mil 830.21 pesos mensuales (oficialmente, sin incluir aguinaldo –54 mil 354.67 pesos– ni prima vacacional –6 mil 794.33–). Pues bien, para el doctor catarrito hueso y casi 50 mil pesos más que el abajo firmante de la susodicha ley, la cual tampoco aplica a los demás integrantes de la junta de gobierno del banco central, quienes obtienen 177 mil 934.74 pesos cada 30 días.
El 21 de noviembre de 2006, Felipe Calderón presentó en sociedad a su gabinetazo económico, encabezado por Carstens. Ese día el michoacano advirtió a cada integrante de su muy buen equipo económico, tal vez el mejor (él mismo dixit) que los evaluaré diariamente, y con dedo flamígero les ordenó que su obligación era lograr el crecimiento rápido de la economía, el combate a la pobreza y la generación empleos, siempre manteniendo el equilibrio en las finanzas públicas. Todo indica que, como es su costumbre, la evaluación cotidiana quedó en el discurso, toda vez que a un trienio de distancia ni crecimiento rápido de la economía (desplome histórico), ni combate a la pobreza (6 millones adicionales a la pobreza, según cifras oficiales) y mucho menos equilibrio en las finanzas públicas (en el peor shock de las últimas tres décadas, de acuerdo con la definición del propio doctor catarrito).
A estas alturas, del equipo original(es decir, del gabinetazo económico de Calderón) sólo quedan tres: Georgina Kessel, Energía –pérdida petrolera, entrega del sector al capital privado–; el porro Javier Lozano Alarcón, en Trabajo –cero empleo, muchos garrotazos a los obreros y 75 por ciento de aumento en la tasa de desempleo–, y Rodolfo Elizondo –severa caída en su área, una de las grandes captadoras de divisas–, de quien el michoacano no pudo deshacerse porque el Legislativo no aprobó su propuesta de extinguir tres secretarías, Turismo entre ellas.
Tras su efímero paso por la de Economía, a Eduardo Sojo lo mandó a Aguascalientes (se supone que allá despacha, pero sólo se supone) para encargarse del Inegi y lo mantiene con salario y presupuesto de paraíso; a Luis Téllez Kuenzler, mister Carlyle, lo mandó a la Bolsa Mexicana de Valores, en una desvergonzada maniobra avalada por los barones de la especulación; y ahora a Carstens lo manda al Banco de México para que lo gobierne y cuide su autonomía, no obstante que su paso por Hacienda fue devastador para el país.
En sus respectivas posiciones el inquilino de Los Pinos designó a tres de sus cuates de juerga: en Economía, al hábil y carismático Gerardo Ruiz Mateos, quien con el país al borde del precipicio alegaba que era ocioso tomar cartas en el asunto; en la SCT, al agradable y resultón Juan Molinar Horcasitas, quien explotó la cercanía con el michoacano para lavarse las manos en el caso de las guarderías subrogadas, incluyendo la otorgada a una familia de narcotraficantes, pero especial y vergonzosamente en el de la ABC de Hermosillo, con 49 niños muertos; y a la SHCP, a su delfín Ernesto Cordero, el de los 6 millones adiciona- les de pobres, que de finanzas, al igual que de política social, nada sabe ni pretende saberlo, pues su interés y dedicación están en 2012.
Ése es, en síntesis, el triunfal balance del gabinetazo económico del calderonato, cuya cabeza visible, durante un trienio, fue el doctor catarrito, el alumno predilecto de Francisco Gil Díaz (el secretario de Hacienda con Fox), el mismo que, a pesar de los pesares, fue ratificado por el Senado de la República (81 votos a favor, 19 en contra y cero abstenciones) para ocupar la silla principal en el BdeM y el mismo, en fin, que ayer protestó guardar y hacer guardar la Constitución y desempeñar leal y patrióticamente su nuevo cargo, como en su momento juró hacerlo como titular de la SHCP. Los resultados son lo de menos; las amistades y cercanías, lo de más.
Y así como desde su llegada a la Secretaría de Hacienda desestimó los críticos nubarrones económico-financieros que ya se veían venir (que terminaron por devastar al país, o si se prefiere provocaron un inmisericorde catarrito), ahora a su arribo al banco central desecha advertencias y minimiza críticas sobre la delicada situación económica de México y de los que en él sobreviven. Se puede llegar a pensar que su primer nombramiento en el gabinetazo económico –Hacienda– fue resultado de un error, tal vez una novatada, pero el segundo –Banco de México– sólo puede ser producto de la perversidad característica del inquilino de Los Pinos y senadores que lo acompañan.
Las rebanadas del pastel
Para la memoria y el regocijo de los mexicanos pagadores de facturas ajenas, justo tres años atrás el doctor Carstens se estrenaba públicamente como secretario de Hacienda, y con enorme sonrisa al respetable aseguraba que las afirmaciones de que se podría reducir el producto interno bruto no tienen sustento; no desalentaremos la inversión ni provocaremos desempleo. Y Calderón muerto de la risa.

Propaganda contra el SME



Propaganda contra el SME
Florence Toussaint


“La CFE, una empresa de clase mundial”, es la frase con la que se corona el spot difundido antes de la película en las salas comerciales de cine. El propósito es suministrar una imagen de eficiencia, de modernidad, y justificar así el cierre de la fuente de trabajo del Sindicato Mexicano de Electricistas.
En una parte del anuncio se dice que pronto la CFE dará servicio a la zona centro de México. Dura alrededor de 60 segundos y la producción comprende imágenes y sonidos editados para imprimirle un ritmo que atrape al espectador. Tanto el costo de lo realizado como el de su exhibición en las salas resultan elevados. El contenido y la frecuencia con la que se pone al aire evidencian la razón política de fondo, desacreditar a un movimiento y justificar lo injustificable: dejar vacantes a 44 mil empleados por su pertenencia a un sindicato combativo.
“El trato que nos daban los electricistas en la Ciudad de México era muy malo, qué bueno que el gobierno cerró la empresa, ahora tendremos un mejor servicio”, dice una actriz de mediana edad frente a cámara, caracterizada en ama de casa del mismo nivel socioeconómico que los despedidos. El spot televisivo aparece en las pantallas de Canal Once. A semejanza del cinematográfico, aunque de escasa calidad formal, trata de manera burda de justificar lo injustificable.
En ambos casos se trata de un abuso de autoridad. El Estado contra los trabajadores utilizando todos los recursos mediáticos que el dinero del erario pueda comprar. Intentan por ese camino construir una estrategia totalitaria, ya que los miembros del gremio y sus dirigentes no cuentan con medios para expresarse masivamente, dar su versión de los hechos y contrainformar acerca del problema. La reiteración de los anuncios es otra forma de atentar contra el equilibrio. A lo anterior se agrega el exiguo espacio en los noticiarios para que los electricistas hablen sin que otros les usurpen la voz.
“¿A dónde te fuiste? Regresa, nos haces mucha falta”, dice una niña en figura de dibujo animado mientras camina por la ciudad, por los túneles del Metro hasta llegar al drenaje profundo. Entonces se transforma en humana. Con un dedo toca el agua y muy tiernamente insiste: “No voy a permitir que nadie te vuelva a tratar así, te lo prometo, voy a protegerte”. Se trata de una campaña de la Comisión Nacional del Agua. El anuncio está muy bien realizado, utiliza nuevos métodos tecnológicos para hacerlo atractivo y, sin embargo, parece bastante demagógico. Es un cuento para justificar lo injustificable: en la Ciudad de México no hay agua mientras los tabasqueños se inundan. Y eso año con año. El tendencioso mensaje echa la culpa a la ciudadanía de una responsabilidad que es del gobierno.
Personas de todas las edades, de clase media, obreros, campesinos, estudiantes, maestros y de oficios variados nos instan a sacar, renovar, actualizar nuestra credencial para votar. “Nuestra democracia crece y crecemos todos” es el lema de los anuncios del IFE. La campaña es permanente. Sin embargo es un desperdicio, con los tiempos otorgados por la reforma al Cofipe de 2007, el IFE podría divulgar los principios de la democracia, los derechos de los ciudadanos y el ejercicio de las garantías que otorga la Constitución. Se conforma con lo electoral, lo cual evita el surgimiento de una verdadera conciencia ciudadana.
Los gobiernos autoritarios implementan dos tipos de represión: la política, que en ocasiones deviene en cárcel, tortura y desapariciones; y la simbólica, es decir el control de los medios masivos para inducir al pensamiento único. Esta represión es la más grave porque sin libertad para reflexionar y para expresarse, sin crítica, una sociedad se inmoviliza, pierde la capacidad de organizarse y protestar. Esa es la apuesta de Felipe Calderón y su equipo de gobierno. Y para ello gastan millones de pesos que arrebatan al de por sí exiguo salario de quienes todavía devengan uno.


Justicia y libertad para los presos de Atenco


Justicia y libertad para los presos de Atenco

Adolfo Gilly                      La Jornada              14 Diciembre 2009

Más de tres años y medio de cárcel, desde el 4 de mayo de 2006, llevan los 12 presos de San Salvador Atenco, tres de ellos en un penal de alta seguridad, con condenas de hasta 112 años de reclusión. Están lejos de sus hogares, con visitas restringidas y controladas, en condiciones de encarcelamiento peores que en los aciagos tiempos de Gustavo Díaz Ordaz y Luis Echeverría, que ya es mucho decir.
Los diversos delitos inexistentes de los cuales se les acusa, fabricados por el aparato policial y judicial al servicio del Presidente de la República y de los gobernadores, se disolverían como niebla al viento si existiera en nuestro país una justicia independiente, primera condición de democracia y equidad. No la hay ahora, no la hubo antes. Y mientras no exista, no habrá democracia ni habrá paz en tierras mexicanas.
A los presos de Atenco se les aplica la monstruosidad jurídica del supuesto delito de secuestro equiparado. Así califican la retención momentánea de un funcionario en un conflicto social para exigir el cumplimiento de acuerdos que la autoridad firma y no respeta. Es una forma plurisecular de protesta, heredada por México de la Nueva España y practicada hoy, entre otras naciones, en la República Francesa por los trabajadores de industrias modernas. Tal acción, tan universal como los cortes temporales de calles o caminos en la fase aguda de un conflicto, ahora en México se le equipara con el secuestro de persona para fines de extorsión, que hoy prolifera en el territorio nacional, y se le aplican penas similares. Inaudito.
Una agravante se suma en el presente caso. No existen pruebas fehacientes de que los acusados hayan retenido a alguien, mientras los expedientes judiciales desbordan de pruebas de que las fuerzas represivas federales y estaduales cometieron en San Salvador Atenco una serie de delitos abominables, desde la violación de las mujeres detenidas hasta el allanamiento de domicilios de los pobladores con destrucción y robo de bienes, más el asesinato de dos jóvenes.
Todo esto ocurrió, no lo olvidemos, en la presidencia de Vicente Fox Quesada, con un alto componente de venganza personal y política porque la resistencia de San Salvador Atenco en defensa de sus tierras y sus derechos había impedido el negocio del nuevo aeropuerto y deshecho el sueño de que un día llevara su nombre.
El agravio a la justicia es doble: quienes deberían estar libres se encuentran presos y sentenciados, y quienes deberían estar bajo proceso penal se encuentran libres e impunes. Esta situación es una de las tantas prendas de la alianza de hecho entre el presidente de México, Felipe Calderón, y el gobernador del estado de México, Enrique Peña Nieto. Su objetivo inmediato es criminalizar la protesta social, asfixiar la libertad de organización, infundir el miedo y avanzar en la militarización de la sociedad y de los gobiernos en México. Otros objetivos, ya se verá.
Es una redición en estos tiempos de la alianza histórica entre el PRI y el PAN desde los años 40 del siglo pasado, nunca desmentida en los hechos, para asegurar el mando autoritario y la obediencia resignada que ellos llaman gobernabilidad, palabreja que políticos apenas llegados al disfrute de los privilegios institucionales han hecho propia; y, como suele suceder con los neófitos, la repiten con ignorancia y fruición.
* * *
La criminalización y la represión de los movimientos sociales avanzan en todo el país de la mano de la militarización del territorio, la depredación ambiental, el desempleo y el despojo, tanto bajo gobiernos del PRI, como en Oaxaca y Puebla, como del PAN, en Querétaro y Morelos, y del PRD, en Chiapas y Guerrero.
Ante esta perspectiva se hace indispensable y también urgente unificar los movimientos y las luchas por la libertad de los presos políticos y sociales, a cualquier organización que éstos pertenezcan y cualesquiera sean las legítimas causas que defiendan y sus diferencias o matices sobre otros temas.
La libertad de los presos políticos y sociales es hoy una demanda universal, que abre el camino a todas las otras causas populares: la del SME; la del EZLN y los derechos indígenas; la del respeto al voto; la de los salarios, la seguridad social y los derechos laborales; la de la educación gratuita para todos; la de las mujeres y la defensa del derecho legal al aborto; la de los migrantes. Todas.
Una defensa jurídica bien fundada es instancia y llave indispensable en los procesos penales de los presos políticos. Pero la movilización, la organización y la protesta unificada por su libertad es la fuerza que puede hacer girar esa llave para abrir de una buena vez las puertas de las cárceles.
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La causa de la libertad de los presos políticos y sociales en Molino de Flores, en el Altiplano; en El Amate de Chiapas; en Querétaro, en Tepic, en donde sea, es común a todos y abre posibilidades de organización para todos. Esos presos son rehenes para suscitar miedo y paralizar las demandas y los movimientos de la sociedad. Conquistar su libertad es abrir las ventanas en el asfixiante clima social y político que envuelve al país. Es contribuir a detener el desborde de la militarización y la impunidad; a combatir la naturalización del narcotráfico y sus crímenes como parte de la vida cotidiana y de los sufrimientos de la población; a desterrar las finanzas del narco y de las armas como componente estable y necesario de la economía del país, y a desbaratar el proyecto de Estado autoritario, militar, policial y clerical que anida en las políticas del gobierno federal y de sus aliados y patrocinadores en el país y el exterior.
Felipe Calderón, Enrique Peña Nieto y otros más con ellos quieren celebrar el 2010 con una nación de presos políticos y de gobiernos autoritarios y represivos, con la guerra interna instalada como forma natural de la vida social y de la subordinación política, un país de migrantes sin protección y un pueblo sin organización para hacer valer sus derechos. Arrancar a los presos políticos de las cárceles, a todos sin distinción, es la más urgente tarea para detener y revertir ese curso de destrucción y desolación y para festejar en libertad, en el cercano 2010, las dos grandes revoluciones de la historia mexicana.