Granados Chapa: el periodista
Alvaro Delgado
MÉXICO, DF, 15 de septiembre (apro).- En un contexto de violencia que exhibe la ineptitud gubernamental y la brutalidad de la crisis económica que ya se muestra, pero también la involución en derechos fundamentales como a la libre expresión y a la información, es una extraordinaria noticia que el Senado otorgue la medalla Belisario Domínguez a Miguel Ángel Granados Chapa, un ciudadano que reúne todos los atributos de un periodista pleno.
A Granados Chapa le han sido otorgados diversidad de premios por su fecunda labor periodística, pero la Belisario Domínguez tiene una relevancia especial por ser un galardón que honra "a los hombres y mujeres mexicanos que se hayan distinguido por su ciencia o sus virtudes en grado eminente, como servidores de nuestra patria y de la humanidad".
Y Granados Chapa reúne, sin duda, virtudes eminentísimas no sólo en cuanto a las que son propias de la profesión periodística y que tienen que ver con la ética de la técnica --independencia a toda prueba, rigor en el manejo de la información, dominio pleno del idioma--, sino en su conducta como ciudadano, con su gran capacidad de trabajo para dar cauce a su indignación ante las injusticias.
Así lo estableció el documento de Proceso mediante el cual se propuso al Senado entregarle la medalla que lleva el nombre del senador chiapaneco que se opuso al golpe de Estado del chacal Victoriano Huerta al gobierno de Francisco I. Madero:
"Desde hace más de cuatro décadas, la palabra escrita de Miguel Ángel Granados Chapa contribuye a poner a México frente a su realidad, por dura y dramática que ésta sea. Estricto e informado como pocos, atento sobre todo a la trascendencia de la vida cotidiana, paradoja no exenta de lirismo, ejerce puntualmente su trabajo en el cerco cada vez más estrecho de los enemigos de la libertad de expresión.
"Crítico e independiente, comprometido con un país que desearía describir en lucha abierta contra la injusticia y la iniquidad, el periodista eminente concita el respeto y aun la admiración de aquellos a quienes enfrenta con su lenguaje de una pieza, fiel reflejo de su personalidad."
Autor de las columnas Plaza Pública e Interés Público, Granados Chapa ha complementado su trabajo casi sin reposo con el estímulo y participación en innumerables iniciativas desde la sociedad para su democratización, como la Unión de Periodistas Democráticos (UPD) y la vigente Asociación Mexicana del Derecho a la Información (Amedi).
Junto con la edición de libros sobre la actualidad política de México, fue precursor, también, de la participación de ciudadanos en la organización de elecciones, con su nombramiento como consejero del Instituto Federal Electoral (IFE), en 1994, fecha en la que se inició un proceso para darle credibilidad a esos procesos y que se truncó en el 2003 y del cual ha dado puntual seguimiento informativo.
Granados Chapa se dio tiempo, además, de incursionar en la participación política para buscar servir a Hidalgo, su estado natal.
De hecho, una decisión de Felipe Calderón en 1998, en su calidad de presidente del Partido Acción Nacional (PAN), rindió sin proponérselo un homenaje al periodista: lo vetó para ser candidato ciudadano de una coalición de partidos a gobernador de Hidalgo y apostó por un oportunista, el cantante de baladas Francisco Xavier Berganza, que lo hizo quedar en ridículo.
En la que, en efecto, ha sido su única incursión en la política, de cuyo cuestionado proceso electoral resultó gobernador el priista Manuel Ángel Núñez Soto, Granados Chapa advirtió con oportunidad al panismo encabezado por Calderón que el baladista era en realidad un testaferro de los gobiernos estatal y federal, como quedaría evidenciado después.
Pero ni esto ni los argumentos de panistas como Javier Corral lograron hacer desistir a Calderón de postular a Berganza como candidato del PAN al gobierno de Hidalgo, en alianza con el Partido Verde Ecologista de México (PVEM), una sociedad política que siguió con Vicente Fox y se liquidó de mala manera en el 2001.
Aunque Granados Chapa, quien contendió por la alianza de los partidos de la Revolución Democrática (OPRD) y del Trabajo (PT), obtuvo menos votos que el cantante, pronto se conoció que éste era un instrumento del exgobernador Jesús Murillo Karam y de Francisco Labastida, a cuya candidatura presidencial se adhirió en el 2000.
Ahora Berganza, como miembro del Senado por Convergencia, deberá rendir tributo a Granados Chapa, un periodista extraordinario. ¡Felicidades, maestro!
Apuntes
José Antonio Crespo recordó hoy, oportunamente, un dato más del "fariseísmo" del PAN, que se escandaliza porque miles de integrantes del movimiento que encabeza Andrés Manuel López Obrador ejercerán su derecho a dar un grito de Independencia alterno al de quien juzgan un impostor en la Presidencia de la República: el PAN convocó, en septiembre de 1988, a sus simpatizantes a una conmemoración distinta a la oficial, en el Ángel de la Independencia, en protesta por el fraude electoral de hace dos décadas.
Fue un acto transitorio porque, como todo el mundo sabe, el PAN, se arrojó a los brazos del priiato y estableció una simbiosis plenamente vigente. De manera que, además del fariseísmo del que habla Crespo, el partido de la derecha --que por cierto este miércoles 17 cumple 69 años de vida-- es cómplice de una forma de gobierno muy parecida a la que practica, literalmente, la mafia: la alta delincuencia que se refugia en la Secretaría de Seguridad Pública federal que encabeza Genaro García Luna, que hasta ha corrompido a México Unido contra la Delincuencia...
Comentarios: delgado@proceso.com.mx
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