México puede quedar fuera de Juegos Olímpicos por injerencia de Alfredo Castillo
Los atletas clasificados
participarían, pero bajo la bandera del Comité Olímpico Internacional,
cuyo himno sería entonado en caso de que algún mexicano ganara una
medalla de oro.
En caso de darse la desafiliación, la delegación mexicana estaría ausente de las olimpiadas y los deportistas mexicanos que clasifiquen competirían bajo la bandera blanca del COI, aseguró Carlos Padilla Becerra, presidente del Comité Olímpico Mexicano (COM).
Padilla Becerra reveló este miércoles que se reunió recientemente en Lausana, Suiza, con Thomas Bach, presidente del COI, a quien le entregó una carta firmada por 10 federaciones nacionales de deportes olímpicos, donde expresan una injerencia por parte de la Conade, a cargo de Alfredo Castillo.
“Sí, es posible la desafiliación de México. Primero habrá una recomendación que irá a los más altos niveles, a la Secretaría de Educación Pública o a la Presidencia de la República”, dijo.
Expresó que “espero que no se dé así y si se diera, que estoy seguro que no va a ocurrir, porque las altas autoridades de la República tendrán que poner un freno a esto”.
Agregó que el fin es que “nuestros atletas no compitan con la bandera blanca y de obtenerse una medalla de oro se toque el himno nacional mexicano y no el del COI”.
Resaltó que espera que “la sensatez y la cordura dominen estos momentos y podamos salir adelante en el marco de unidad y trabajo en el deporte nacional”.
En esa reunión también participó el mexicano Olegario Vázquez Raña, miembro permanente del COI, quien expresó que dicha carta fue enviada al departamento jurídico del organismo internacional, que tendrá una respuesta el próximo 3 o 4 de diciembre, cuando haya reunión del Comité Ejecutivo.
La misiva está firmada por 10 federaciones de deportes olímpicos, entre ellas las de atletismo, tiro con arco, pentatlón moderno, pesas, boxeo, voleibol y basquetbol, además de otras que no pertenecen al calendario olímpico.
http://aristeguinoticias.com/1811/kiosko/mexico-puede-quedar-fuera-de-juegos-olimpicos-por-injerencia-de-alfredo-castillo/?utm_source=hootsuite
La traición de Castillo
Alfredo Castillo, extitular de la Comisión para la Seguridad y el Desarrollo Integral de Michoacán. Foto: Benjamin Flores |
MÉXICO,
D.F., (apro).- Alfredo Castillo ha sido llamado por el juez que lleva
el caso de José Manuel Mireles para que declare sobre la detención del
exlíder de autodefensas de Michoacán, vista por muchos como una traición
del ahora comisionado para el deporte.
Castillo le había prometido a Mireles apoyarlo en su movimiento ciudadano liberador del crimen organizado y terminó acusándolo de narcotraficante y portador ilegal de armas de uso exclusivo del ejército en el momento en que se había convertido en un peligro para el gobierno de Enrique Peña Nieto.
Castillo es amigo del presidente y a él le debe toda su trayectoria política desde que fue procurador del Estado de México y luego titular de la Procuraduría del Consumidor, comisionado para Michoacán y ahora comisionado del deporte.
Carece de cualidades políticas, de funcionario público o deportivas que lo puedan llevar a los puestos donde ha estado y desarrolla actividades tan disímbolas que no garantizan resultados positivos.
En Michoacán con tal de sacar adelante las órdenes de su jefe Peña Nieto, Castillo se reunió con personajes de historia oscura acusados de pertenecer al crimen organizado, como los hermanos Uriel y Juan José Farías Álvarez. Con ellos se alió para desmantelar a las autodefensas de Tierra Caliente una vez que estas fueron usadas para acabar con los Caballeros Templarios.
Otra alianza que hizo Castillo en Michoacán con grupos delincuenciales fue con Los Viagras integrado por los hermanos Sierra Santana y a quienes contrató para formar el grupo de élite conocido como G-250 que era el que entraba a la vanguardia en los enfrentamientos con los Templarios.
Esta alianza con Los Viagras terminó muy mal pues según señalan los propios michoacanos de Tierra Caliente, al no recibir el pago prometido los Viagras y su gente tomaron la presidencia municipal de Apatzingán a principios de este año para presionar a Castillo.
En lugar de cumplir su palabra Castillo mandó a la Policía Federal y al Ejército para desalojarlos lo que provocó una matanza de 16 personas la noche del 6 de enero.
Días después de este hecho Castillo renunció a su cargo de comisionado para la seguridad de Michoacán y semanas más tarde fue nombrado por orden presidencial comisionado nacional para el deporte (CONADE) sin ningún mérito ni conocimiento deportivo.
Hoy Castillo ha sido llamado a declarar por el juez que lleva el caso de José Manuel Mireles y, al mismo tiempo, en la CONADE es denunciado por el Comité Olímpico Mexicano de presuntas amenazas, presiones y actos de corrupción dentro de algunas federaciones deportivas que ya recurrieron a la Suprema Corte de Justicia para denunciar el abuso y arbitrariedad gubernamental.
Hay castillos que se construyen de arena o en las nubes pero también los hay en la política que se construye de barro y se caen tarde o temprano.
Twitter: @GilOlmos
http://www.proceso.com.mx/?p=421039
Castillo le había prometido a Mireles apoyarlo en su movimiento ciudadano liberador del crimen organizado y terminó acusándolo de narcotraficante y portador ilegal de armas de uso exclusivo del ejército en el momento en que se había convertido en un peligro para el gobierno de Enrique Peña Nieto.
Castillo es amigo del presidente y a él le debe toda su trayectoria política desde que fue procurador del Estado de México y luego titular de la Procuraduría del Consumidor, comisionado para Michoacán y ahora comisionado del deporte.
Carece de cualidades políticas, de funcionario público o deportivas que lo puedan llevar a los puestos donde ha estado y desarrolla actividades tan disímbolas que no garantizan resultados positivos.
En Michoacán con tal de sacar adelante las órdenes de su jefe Peña Nieto, Castillo se reunió con personajes de historia oscura acusados de pertenecer al crimen organizado, como los hermanos Uriel y Juan José Farías Álvarez. Con ellos se alió para desmantelar a las autodefensas de Tierra Caliente una vez que estas fueron usadas para acabar con los Caballeros Templarios.
Otra alianza que hizo Castillo en Michoacán con grupos delincuenciales fue con Los Viagras integrado por los hermanos Sierra Santana y a quienes contrató para formar el grupo de élite conocido como G-250 que era el que entraba a la vanguardia en los enfrentamientos con los Templarios.
Esta alianza con Los Viagras terminó muy mal pues según señalan los propios michoacanos de Tierra Caliente, al no recibir el pago prometido los Viagras y su gente tomaron la presidencia municipal de Apatzingán a principios de este año para presionar a Castillo.
En lugar de cumplir su palabra Castillo mandó a la Policía Federal y al Ejército para desalojarlos lo que provocó una matanza de 16 personas la noche del 6 de enero.
Días después de este hecho Castillo renunció a su cargo de comisionado para la seguridad de Michoacán y semanas más tarde fue nombrado por orden presidencial comisionado nacional para el deporte (CONADE) sin ningún mérito ni conocimiento deportivo.
Hoy Castillo ha sido llamado a declarar por el juez que lleva el caso de José Manuel Mireles y, al mismo tiempo, en la CONADE es denunciado por el Comité Olímpico Mexicano de presuntas amenazas, presiones y actos de corrupción dentro de algunas federaciones deportivas que ya recurrieron a la Suprema Corte de Justicia para denunciar el abuso y arbitrariedad gubernamental.
Hay castillos que se construyen de arena o en las nubes pero también los hay en la política que se construye de barro y se caen tarde o temprano.
Twitter: @GilOlmos
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