William González quien a sí mismo se llama Dzunum, (colibrí, por su significado en maya), comparte con usted y con este escribidor su trabajo poético y periodístico, sintetizado en las tradicionales "Calaveritas" de personajes de la grilla mexicana. He aquí dos de las de este tormentoso año:
FelipeCalavera en dos actos, y en Ch menor)
¡Ay Calderón Hinojosa!
llevas treinta mil muertitos
y la droga se rebosa,
se multiplica y retoza
y gozan los periquitos
con su nieve "milagrosa".
"¡No quiero más competencia!",
(gritó la muerte enfadada)
"¡Me colmaste la paciencia!
¡Ya te la tenía guardada!"
¡No más, amigas y amigos!
¡La farsa está terminada!
¡Fuera estás de la jugada!
¡Despídete de los vivos!
Todo lo hecho está malhecho,
el pueblo te puso tache,
dejaste al país deshecho
y atorado en un gran bache.
Las "regadas de tepache
lo tomaste muy a pecho.
(¡Qué carácter muerte impía!)
(Lo bañaste con lejía!)
Al terminar el sermón
la muerte muy hacendosa,
metió a Felipe al cajón
y lo zambutió en la fosa.
Los difuntos protestaron:
¡No queremos a Hinojosa!
Llévatelo a otro panteón!
¡Pinche calaca babosa!
¿No sabes que Calderón
y su equipo de panuchos
(por cierto mochos y muchos)
desgraciaron la Nación?
¡Entiérralo con los "chuchos"
que son de su coalición!
Epitafio de Felipe:
Calderón no fue soldado
pero tanto le gustaba
que fue su sueño dorado.
Cuando estaba en Cd. Juárez,
le advirtieron: Ten cuidado,
de esta bronca ya no sales.
Pero sí salió en la lista
de "daños colaterales"
Andrés Manuel
Ahora que iba bien la cosa
rumbo al año dos mil doce,
llegó la muerte "malosa"
y al candidato del pueblo
ue México reconoce,
lo dejó tieso en la fosa.
¡Qué sino falto de tino!
Ya Marcelo estaba anuente,
y dejó libre el camino
a tan fuerte contendiente.
Ni el IFE con las intrigas
que con Felipe entreteje,
(a pesar de tanta fuerza),
pudieron dañar al "Peje".
Ni Cevallos, ni Salinas
ni el payaso de Vicente,
ni todas las demás ruinas
de aquel complot indecente.
Honesta y valientemente
en la República entera
Andrés sembró la simiente,
mas vino la calavera
y ahora Manuel está ausente..
¡Pero será presidente!
¿Un peligro para México?
Quien lo diga está demente!
Epitafio de Andrés Manuel:
No hubo otro tan aclamado
candidato a presidente.
Le robaron la elección
por arte y magia de Chente.
(un grandote muy ladrón)
Nunca fuera candidato
del pueblo tan bien querido
como fuera Andrés Manuel
cuando de Tabasco vino.
(Con permiso de Cervantes)
Una reflexión del doctor José Antonio Lara Peinado: En México todos los días son días de muertos. Ya no hay calaveritas de azúcar, ahora son cráneos de verdad los que aparecen en la ofrenda monumental en que se está convirtiendo este país. Los asesinatos masivos no son sino la resultante de un sistema utilitario consumista que trivializa la sangre y la muerte.
Los encargados de procurar la vida han encontrado una especie de goce, en tanto le han quitado a los muertos el derecho de existir como seres humanos. Ahora existen como daños colaterales, como estadística y, en el peor de los casos, son convertidos en discursos de optimismo barato, o minutos de silencio en ceremonias palaciegas, negándoles así a los muertos su derecho de ser humanos. Lo mismo en Pasta de Conchos, que en la guardería ABC de Hermosillo, que en las masacres de los últimos días. La deshumanización patológica de la gente en el poder y los delincuentes, deriva en una anemia emocional que de manera fulminante les ha borrado de su personalidad las emociones relacionadas con el amor, el respeto y la dignidad.
Si bien es cierto que el ser humano alberga sentimientos de vida y amor, también es cierto que dentro de nosotros se albergan los de odio y muerte. Particularmente, en México se han impuesto los segundos: delincuentes y autoridades han entrado a una competencia en donde unos y otros parecieran retarse en cuanto al número de muertos. Ni unos ni otros han activado dentro de sí, la represión a sus instintos de muerte, bien por el contrario, han entrado a la dinámica del goce, en donde la vergüenza y la culpa no tienen cabida. Túnel sin salida en el que nos encontramos. De momento mi pesimismo psicoanalítico no me permite albergar esperanzas de que esto vaya a cambiar.
LA TRADICIÓN INDICA que, burlándonos de la muerte y de los personajes, para estas fechas sean elaboradas breves piezas poéticas que, con jiribilla, también sirvan para mofarse de aquellos a quienes se dedican. Este 2010, como en años anteriores, don William González, el afamado Dzunum de Yucatán, nos comparte las que son producto de su ingenio. Las comparto con usted:
Marcelo
Ebrard, caballero amigo!
(aunque a veces algo bronco)
¡Tienes que venir conmigo!
Vas a dormir como tronco
por los siglos de los siglos.
(Por fortuna yo no ronco)
-- ¡No me digas!, calavera,
que ya estoy del otro lado
y que acabó mi carrera,
-- (Sí, le contestó severa).
-- ¡Ni siquiera me he bañado!
-- (¡Te vas a bañar con tierra!)
-- ¡Me agarraste descuidado!
Pero, ¡Qué suerte tan perra!
--De la vida en plena flor,
lleno de grandes proyectos
y me vienes a frenar
en plena fiesta de muertos.
--Ya estaba yo preparado
para entablar otro juicio
contra el cárdeno prelado,
el que me sacó de quicio.
-Más que prelado, pelado
el mentado "cavernal"
¡Qué friega le hubiera dado
si no me hubieras "enfriado"!
¡Mugre esqueleto infernal!
-- ¡De nada sirve llorar
mi querido Marcelito!
Aprovechemos la fiesta:
Un buen tamal, un pulquito
y luego una laaaarga siesta.
Epitafio de Marcelo:
¡Después de Obrador, yo sigo!
(Desde la fosa les digo)
Carlos
-- ¿Qué andas haciendo Salinas?
¡Tú qué tienes que meterte!
¿Quién carajos te llamó?
Tu desastroso gobierno
hace mucho terminó.
--Si en Dublín no te enterraron,
aquí si te entierro yo.
--Tu tratado de comercio
el comercio desgració
y la balanza de pagos
ya hasta desapareció.
--La leche en polvo podrida
que tu hermanito importó,
es sólo un botón de muestra,
del grupo de criminales
que contigo gobernó.
-- ¡Cálmate pinche esqueleto!
¿A qué se debe el sermón?
--¡Me dio celos Peña Nieto!
¡Queridísimo orejón!
¡Vámonos al camposanto
porque hoy es día de mi santo!
Y ya comenzó el fiestón.
Como dice la canción:
"A las doce de la noche,
comeremos chicharrón".
Epitafio de Carlos:
Prohibido el paso a esta cripta
a De la Madrid Hurtado.
(Prohibido también a Carmen
por haberme balconeado)
SE PROHIBE ANUNCIAR
Juan
Muy respetuosa la muerte
se acercó a Juan Sandoval
y le dijo: "cardenal
aquí se acabó tu suerte
--Dejaste frases famosas,
la verdad, muy vergonzosas:
(1)
"Las mujeres son violadas
Sí, porque andan provocando"
(¡Si no sabes de mujeres
para que andas opinando!)
(2)
"Sólo el que no tiene madre
se atreve a ser protestante"
(No cabe duda Juanito que
eres un pobre ignorante)
De seguro que Lutero
del útero no nació
según tú, los protestantes,
la atmósfera los parió.
Tú, lavador de dinero
argüendero y petulante,
eres narco limosnero
eso sí, ¡muy arrogante!
Juan Sandoval balbució:
"No te pases calavera
que yo puedo excomulgarte"
¡A mí me haces los mandados
hablador cardenalillo!
Ya me cansé de cargarte
y al hoyo voy a lanzarte
como se merece un pillo.
Epitafio de Juan:
Por molestar a Marcelo
ya no soy un cardenal.
En lugar de purpurado
"me nombraron cavernal"
"Días de Muertos y Zombis" , intitula a su colaboración de hoy el psicoanalista social José Antonio Lara Peinado:
"Los jóvenes que semanas anteriores y todo este fin de semana se convierten en zombis no son sino una representación simbólica del estado de putrefacción en el que se encuentra inmerso este país. Si, antes, la muerte era un hecho propio de la naturaleza humana, ahora la muerte de los jóvenes es un hecho propio de una guerra infame, de la falta de oportunidades, de una televisión que les mata el cerebro y de un abuso tecnológico en donde la computadora se convierte en una nueva madre-padre virtual. Los jóvenes zombis disfrazados encarnan el miedo a la muerte y la condición a la que nos están llevando los medios, los políticos y este sistema económico.
Cuando los jóvenes intentan manifestarse para salir de esa condición son atacados, ahora sí por zombis reales, tal cual paso en Chihuahua, en donde un joven es herido de bala por agentes federales, que convertidos en simples zombis actúan mecánicamente, sin pensar y sin sentir. El zombi representa simbólicamente todos los pasados de los que huimos.
Cada zombi es un recuerdo, que lucha por desenterrarse y busca devorarnos el cerebro. Es decir, nuestros pensamientos, los zombis políticos, los zombis ejército-policía, los zombis comunicadores, los zombis intelectuales. Todos buscan que los mexicanos regresemos a un pasado del que tristemente nunca hemos salido. Apuntan sus baterías a aniquilar todo rastro de conciencia. El trabajo clínico me advierte que hay un número indiscriminado de zombis que en este país no necesitan disfrazarse, y que para nuestra mala fortuna controlan casi todo.
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