fe de erratas

7 mar 2011

Peppino abandonó a su familia mafiosa

Peppino abandonó a su familia mafiosa
Alberto Sladogna  @sladogna
SDP     2011-03-07

La vida tiene momentos particulares: alguien sube a un trampolín, apoyándose en esa tabla, toma impulso, al saltar deja esa tabla firme, va hacia otro lado donde no hay una tabla firme, está en el aire, se dirige a otra superficie.
¿Una pastoral mafiosa o lo mafioso de la pastoral?
Realizamos el 12/02/2011 un programa de Escucharte, colectivo de analistas, el tema fue Crítica de la pastoral en la religión, en el psicoanálisis, en la política. Allí se presentó una pregunta por el populismo pastoral del narcotráfico. El interrogante surgió ante la lectura de
¿Qué es la ilustración? (Michel Foucault)   Él cuestiona el tema de la pastoral y del pastor en una perspectiva actual.
En el transcurso de la transmisión, ReBeKa lanzo una pregunta ¿Qué realización guarda la pastoral con el posible populismo del narcotráfico?; luego Flavio Meléndez insistió respecto de los lazos sociales, de sostén que el populismo mafioso mantiene y recibe de la población; por ultimo Rossella subrayó que algo semejante ocurría con la mafia y la camorra italiana. Vino a cuenta el filme Gomorra (2008) basado en el estudio de Roberto Saviano.
Un político mexicano, Andrés Manuel López Obrador, ha desplegado a partir del fraude electoral que le cometieron en el año 2006, ha introducido un tema:
la mafia del poder. El antecedente, lo sepa o no Amlo, proviene del periodista mexicano Carlos Fazio de
 La Jornada (México, DF). En el otro extremo del continente el tema se despliega gracias a las actividades de Nilda Garré, Ministra de Seguridad, designada por la presidenta Cristina Fernández de Kirchner. La ministra ha puesto al descubierto una mafia, una entre tantas, formada por elementos de la Policía Federal Argentina.

A lo largo del continente -de México a la Argentina- se aborda a la mafia dejando de lado un hecho: ella está integrada a la sociedad y la sociedad, una parte, grande o pequeña, se integra a la mafia, vive con y vive de ella. A su vez, quienes toman nota de eso, son representados por las posiciones fundamentalistas, fanáticas, un poco plena de ignorancia, cuyo vocero es, entre otros, Mario Vargas Llosa.
La mafia índica el psicoanalista Alberto Sladogna es una estructura compleja del parentesco. Para localizar la diferencia entre una estructura simple y otra compleja del parentesco, conviene ver: La estructura elemental del parentesco, de Claude Lévi-Strauss
(Cfr. http://bit.ly/gvoPm7) Estamos ante una actividad delictiva organizada con una forma de los complejos familiares; el término familia alberga las letras de término mafia. Las familias no todas son mafiosas, sólo que la mafia tiene una estructura de familia, familiar.

¿Qué dice el término mafia?
Wikipedia, en sus artículos, a veces, no bien sustentados, informa que la conducta delictiva se reveló como una manera de obtener privilegios en una sociedad que los reservaba sólo para los ricos terratenientes aliados de las autoridades políticas, a falta de una estructura de gobierno organizada y capaz de proteger a los habitantes de la isla de Sicilia, éstos se vieron obligados a fortalecer los vínculos familiares como alternativa para obtener seguridad. Por esta razón los lazos de sangre son tan importantes en la mafia.
El término mafia tiene diversos orígenes: procedería del árabe mahya, bravuconería, jactancia’. Los árabes ocuparon Sicilia entre los años 965 y 1060.Otros ven más probable su origen en una antigua expresión toscana maffia, ‘miseria’.
 O en el sustantivo árabe mu'afah que significa ‘protección de los débiles’; en árabe el vocablo mohios significa ‘hombre rudo y agresivo’. Otros leen el término como un acrónimo –palabra formada por las letras iniciales de otras palabras- mafia sería el acrónimo de Mazzini Autorizza Furti, Incendi, Avvelenamenti (¡Mazzini autoriza robos, incendios y envenenamientos!) ; otros historiadores dicen que es acrónimo de ¡Morte Alla Francia, Italia Anela! (en castellano:
¡Muerte a Francia, Italia Anhela!), acuñada por un ejército clandestino de campesinos, que resistió la invasión de Sicilia por parte de Carlos de Anjou en 1282.


Estos datos dibujan un horizonte social: el origen popular de la mafia, su pertenencia al pueblo, así como su carácter de respuesta ante el malestar producido por los privilegios de los poderosos. Más el pueblo, así busca tener los privilegios que los ricos monopolizan.
La estructura mafiosa descansa en una ley atribuida al padre, o al nombre del padre, detentador del orden, de la moral, hasta incluir la ética de la familia. La mafia es una forma populismo que despliega su pastoral. A allí están los elementos del padre, de la madre, de los hijos y de los ancestros en su condición subjetiva, es un tema que concernía, aun concierne, a la doctrina teórica del psicoanálisis, como lo desplegó Jacques Lacan, en Los complejos familiares (Cfr.: http://bit.ly/e1f4K7 en este link el lector accederá a una versión del conjunto de seminarios orales y textos escritos del psicoanalista francés).
Entonces, puede ocurrir ¿Por qué no? Que un miembro de esas familias, perteneciente al complejo mafioso requiera o solicite un análisis (Cfr. Analízame con Roberto De Niro), quizás, entre otras cosas, por querer dejar de pertenecer a él. Esa hipotética solicitud cuestiona la noción del destino como un escrito previo de nuestras vidas, destino que estaríamos obligados a cumplir tal como los antiguos griegos. El destino es una figura surgida en la sociedad griega divida por la relación entre amo y esclavo; el destino era una esclavitud que sólo afectaba al amo. Ese destino paso luego, vía las religiones monoteístas, a ser un nudo hegemónico de la pastoral.
A continuación presento la experiencia del joven italiano Peppino Impastato que rompió con ese destino, salió de esa estructura.
Una periodista, Sandra Ruso, informó dejó un testimonio de la experiencia vivida por Peppino, italiano, nacido en Cinisi, Sicilia, Italia (Cfr.: http://bit.ly/gdgv3P ) Esa historia organizó un filme: Los cien pasos. Sandra escribe:

Cinisi pueblo siciliano pasó muchas décadas hundido en el negro del traje de sus hombres y los vestidos de sus mujeres... hacia 1960 ganó un poco de fama entre los círculos mafiosos norteamericanos, porque se convirtió en un centro clave de la Cosa Nostra. Los hombres almacenaban y distribuían heroína...un pueblo chico. Esos hombres eran casi todos los hombres.
Luego añade:
En Cinisi trabajaban juntas la ‘N’drangheta calabresa y la camorra napolitana. Uno de los jefes locales era Luigi Impastato. Su hijo, Peppino, fue un poeta, periodista y militante comunista que la historia dominante se ha tragado... [Los] cien pasos separaban la casa de Peppino de la de Gaetano Badalamenti, su “tío” y asesino.
Cinisi allí la mafia se instaló en cada familia, y fueron los hijos y las mujeres de los mafiosos los que los combatieron. Fue una lucha política subjetiva. Cada uno de ellos peleaba desde lo familiar una batalla política, como tal subjetiva, en lo colectivo: El de Peppino Impastato fue un combate de una dimensión moral notable ¿Será moral o se trata de otra dimensión que incluyendo la moral da un paso más?
Esta descripción deja ver algo que el poder pastoral de la mafia se basa en un poder ejercido y a la vez compartido por aquellos que están en los pueblos donde ella opera. No es sólo y puro poder, más aún el consentimiento subjetivo es parte de ese poder: se participa de esa ley pastoral pues de ella y con ella se vive, se convive.
El padre de Peppino, jefe local, rendía tributo a Gaetano Badalamenti, hombre fuerte de la Cosa Nostra, que articulaba el tráfico de heroína a EEUU. Cinisi gozaba de tranquilidad económica, en las casas no faltaba nada, los hijos estudiaban. Ahí comenzó un tema que escapo al poder pastoral.
Sandra Ruso observa que: En Cinisi se dio el único caso en el que los denunciantes de la mafia no eran “arrepentidos” tratando de salvar sus vidas, sino hijos y mujeres que nunca habían entrado en el circuito salvo emocionalmente. No violaban la omertá, el pacto de silencio, porque nunca habían hecho el trato. Simplemente, se liberaban de aquello para lo que los habían educado. Sí, nos guste o no, la mafia educa, quizás sea más eficaz que los miembros del magisterio, salvo contadas excepciones. Es una forma de vida, debida, no sólo es delincuencia. ¿Diremos que no son sujetos, que son manipulados, que no tienen conciencia? Peppino Impostato demostró lo contrario en varios sentidos. Subrayo un dato: Peppino junto con otros no hicieron el rito de jurar fidelidad a la omertá, no estaban concernidos por ese juramento.
Peppino era integrante de una familia cuyas últimas tres generaciones pertenecieron a la mafia. Dio una lucha abierta que muchos calificaron como suicidio porque, efectivamente, terminaron asesinándolo a los 24 años, en 1978 .Asimilar el honor del suicidio a un asesinato mafioso ¿será así? ¿Cómo diferenciarlos? La madre de Peppino,
 Felicia Bartolotta, lo acompañó en su lucha. Ella casada con un mafioso provenía de una familia ajena a la famiglia, de modo que le proporcionó al hijo el regalo de la duda. Las mujeres eran las transmisoras por excelencia del código entre los futuros “hombres de honor”. Si, las mujeres de Cinisi transmitían –y siguen transmitiendo- la omertá, el juramento de silencio.


Peppino a los 15 años inició su actividad. Se unió a la izquierda, a los 17 era un líder que llenaba la plaza del pueblo. Editaba un periódico, El ideal socialista, junto con sus compañeros denunciaban las actividades mafiosas de sus padres, tíos, compadres, vecinos. En ese periódico llego a formular críticas al Partido Comunista italiano cuando ese partido se acercaba a la Democracia Cristiana. Un día escribió  Mafia: una montaña de mierda, su padre lo echó de su casa. Quedaba rota la protección paterna. La expulsión equivalía a convertir al hijo en un blanco móvil. Sólo se lo protegía si aceptaba la ley paterna, esa es la condición para esa protección
Asistimos a una práctica de la supuesta ley del nombre del padre: Peppino queda convertido en blanco móvil de un atentado pues había puesto en riesgo los negocios del padre y de la mafia a la que su padre pertenecía, el lazo de sangre unía familia con negocio mafioso, eran de la misma sangre. Esta situación no se ajusta a los cánones del complejo de Edipo, o al contrario muestra aquello que el mito construido por Freud dejaba en cubierta: el poder subjetivo es político, es un poder que da vida y da muerte. En la tragedia de Edipo se despliega un infanticidio cometido por su padre contra Edipo.
La periodista reitera: Peppino fue un comunicador… durante su hora de transmisión mantenía en silencio [pegado a] a la radio a todo el pueblo. Hacía un programa satírico, malhablado, escandaloso, en el que cada tanto el objeto de sus burlas e imitaciones era un jefe mafioso reconocible. Peppino Impostato bautizó a Cinisi como Mafiópolis, una ciudad en la que quien no aceptaba asesinar, era asesinado.


Ante la supuesta ley paterna o metáfora del padre, ante esa ley Peppino lanzaba un desafío: ¿Y por qué…no?¿Y por qué no…hablar de eso? Él corrió el riesgo de hacerlo.


El 8/05/1978 un grupo de hombres de traje negro –uniforme mafioso- secuestró a Peppino al salir de la radio. Lo llevaron a una casa cercana a las vías del tren Palermo-Trapani. Allí lo mataron a golpes de piedra –lapidación mafiosa-, luego ciñeron a su cuerpo cartuchos de dinamita, lo hicieron estallar sobre las vías ¿Cómo reaccionó el poder mafioso mediático ante esa ejecución? Pretextando las actividades de las Brigadas Rojas le cargaron a ellas la muerte: El periódico italiano Corriere della Sera tituló: “Fanático izquierdista destrozado por su propia bomba en la vía férrea”. Ese mismo día, lejos de Cinisi, apareció el cadáver de
 Aldo Moro, secuestrado y ajusticiado por las Brigadas Rojas.
La mafia copia los métodos de otros-montan un supuesto atentado de un terrorista- para hacer aparecer algo como aquello que no es para que impere el orden del terror mafioso. Cualquier semejanza con la realidad es pura coincidencia.
A partir de allí, un hijo sale del destino impuesto por el complejo familiar que lo trajo a este mundo y que lo retiró del mismo; esa historia fue tragada por la historia oficial, por los medios, por la mafia. Sin embargo, esa experiencia, como una carta llego a su destino. Sus amigos reunieron en bolsas los restos de su cuerpo, le dieron sepultaron y al mismo tiempo con tenacidad forjada por la amistad franca abrieron un juicio: en el año 2002 el capo de la mafia, Gaetano Badalamanti, fue condenado a cadena prisión perpetua por el asesinato de Peppino Impostato.


Este joven con su actividad conmocionó el poder de la pastoral mafiosa integrante de su familia, al hacerlo demostró que las vidas subjetivas no están necesariamente escritas por aquello que la tradición familiar dictamina. Este joven puso en juego el hablar franco, el hablar sincero ante el poder, recuperaba así la tradición de un analista andrajoso, Diógenes que solía hacer frente con franqueza a quienes decían ostentar el poder
(Cfr.: en http://bit.ly/bYzK0Y )



Alberto Sladogna, psicoanalista,
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http://www.elsaborsaberdelpsicoanalisis.org
http://www.escucharte.net.
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