El concesionario de franquicias de comida japonesa
I. De entre los que sabemos que están pescando
en los negocios desde la impunidad y abuso del poder gubernamental
están: Navarrete Prida y su venta de “cachitos” y “enteros” de la
Lotería Nacional; Coldwell, con sus gasolineras que venden litros que no
son litros; Korenfeld Federman, con sus negocios en el Estado de
México; y Eduardo Sánchez, el vocero oficial del peñismo desde Los Pinos
y Palacio Nacional, antes mentiroso de cifras sobre la seguridad y
dueño de no menos de 100 restaurantes de una franquicia de comida
japonesa, es el enésimo lengua suelta que anuncia que en 2
años –es decir, para 2016– bajarán los precios de las tarifas de
gasolina, gas, electricidad y diesel. En una de esas ceremonias, cuya
asesora de imagen de Los Pinos recomienda que sean “solemnes” y por
Televisa, rodeadas de otros funcionarios por el sueldo y prestaciones
millonarias que le pagan, salió a poner su cara de palo para decirnos que no necesitamos enviar nuestra carta al gordo de uniforme rojo montado en su trineo tirado por Rodolfo y su nariz roja, ni tampoco una carta a los Reyes Magos para que en el lapso de 43 meses veamos dichas rebajas.
II.
Y es que vendrán las mafias japonesas (la china ya se instaló en
Quintana Roo, comprando medio estado) y demás “invitados” a la
explotación energética, haciendo que esos combustibles bajen de precio,
burlando el capitalismo salvaje del neoliberalismo económico. Y que
seremos –dijo– el “País de las Maravillas”. Enrique Peña Nieto anda pregonando su mensaje en mesas redondas con don Pepe
–el director del Fondo de Cultura Económica– y con los periodistas que
aceptaron conversar con el “señor presidente” respecto a sus “reformas
estructurales”; secundado además por sus voceros y secretarios soltando
sus mentirillas disfrazadas de promesas. El concesionario de los
Sushi Itto, que cobra en Los Pinos y recibe las ganancias de esas
franquicias, ha estado saliendo a escena para darle “credibilidad” a las
decisiones peñistas; pero la verdad es que la mayor parte de la
sociedad no otorga un mínimo respaldo a lo que vociferan sobre las
“ventajas” de que, en lugar de sacar de la corrupción e ineficacia a
Petróleos Mexicanos, es mejor ponerla dizque a competir con los tiburones del petróleo mundial.
III. El vocero de marras se parece al “ingeniero Guillermo”, el de la propaganda peñista que anuncia cómo los mexicanos viviremos en Jauja con la contraexpropiación
petrolera. Los únicos que sí le creen sus mentiras son los empresarios
del negocio, los banqueros que cobran exageradamente los servicios y los
intereses, y los de las plataformas petroleras, que tendrán mucha
chamba. Eduardo Sánchez –quien le contó su biografía a la reportera
María Scherer– atiende sus franquicias de sushi y se da tiempo para los
requerimientos del peñismo y sus presentaciones en radio y televisión
(sobre todo si es en el Canal de las Estrellas con todo el tiempo
disponible, de a 2 millones de pesos el minuto para Azcárraga y sus
voceros López-Dóriga y Loret de Mola) donde receta, no cómo hacer los
rollitos japoneses, sino más propaganda al estilo fascista de ver si
repitiendo una mentira mil veces se vuelve verdad.
*Periodista
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