fe de erratas

13 mar 2016

Lozoya, exintegrante del consejo d admón. d empresa española OHL

El exdirector general de Pemex, Emilio Lozoya Austin. Foto: Víctor Hugo Rojas
El exdirector general de Pemex, Emilio Lozoya Austin. Foto: Víctor Hugo Rojas

Pemex, el desastre

Durante su gestión al frente de Petróleos Mexicanos, Emilio Lozoya Austin cometió innumerables irregularidades que dejan a la otrora empresa orgullo de México con una abultada deuda e inmersa en el escándalo. Con dudosos contratos con proveedores y compras inusitadas, Pemex está siendo desmantelada a un ritmo acelerado. Y su nuevo director, José Antonio González Anaya, no atina a dar explicaciones convincentes al Congreso.
CIUDAD DE MÉXICO (Proceso).- Emilio Lozoya Austin asumió la dirección de Petróleos Mexicanos con un gasto de 13 mil millones de pesos para las oficinas centrales. Treinta y ocho meses después dejó la dependencia con una demanda de 67 mil millones. En ese lapso abrió más de 500 plazas y firmó un dudoso contrato por 2 mil 445 millones de pesos que se mantiene en “reserva” por motivos de seguridad nacional.

Así, a 78 años de la expropiación petrolera que dio paso a la creación de la paraestatal, los partidos de la oposición hablan de un presunto “uso indebido de recursos públicos federales”.
El Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) incluso ya pidió juicio político contra Lozoya, mientras Acción Nacional demandará información a la Secretaría de Hacienda para saber si el exdirector de Pemex utilizó aeronaves de la paraestatal para su uso personal; de ser así, pedirá fincarle responsabilidades.
Informes de la propia administración revelan que Lozoya, exintegrante del consejo de administración de la empresa española OHL, tomó las riendas de Pemex con una deuda de 786 mil 900 millones de pesos que, seis meses antes de que abandonara la dirección, era ya de un billón 485 mil millones. 
Otro dato: durante su administración, la producción petrolera cayó 12%, al pasar de 2 millones 577 mil barriles diarios en diciembre de 2012 a 
 2 millones 259 mil en enero de 2016. Como consecuencia de ello, entre 2014 y 2015, los ingresos de Pemex disminuyeron de 1.8 a 1.5 billones de pesos; es decir, perdió alrededor de 241 mil millones de pesos.

Un elemento más que genera suspicacias sobre el manejo de las finanzas de la empresa y que hace pensar en “sobreprecios” o “desvíos”, es el “inexplicable” aumento a deudores –el “pasivo circulante”–. Según datos entregados al Consejo de Administración, el pasado 29 de febrero, en 2012 la deuda era de 18 mil millones de pesos que, para este 2016, será de 147 mil millones.
Fragmento del reportaje que se publica en la edición 2054, ya en circulación
http://www.proceso.com.mx/433312/pemex-el-desastre 

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