¿Por qué sigue ganando el PRI?
José Agustín Ortiz Pinchetti
E
nero de 2016 ha sido fatídico para el gobierno y su partido: el peso se
vino abajo, el BM emitió insólita señal de alarma, las reservas en
dólares tuvieron la peor caída en 21 años, el petróleo mexicano cayó a
18.90 dólares por barril, el precio más bajo desde 2002, las finanzas y
la inversión pública se debilitan, la violencia cobró más víctimas, se
arrestó en Madrid a Humberto Moreira, ex gobernador y ex jefe del PRI,
perseguido en Estados Unidos y en España y exonerado en México. La
recaptura de El Chapo tuvo un efecto menor. La mayoría sabe que el PRI
no puede cambiar y que llevará a la nación al despeñadero.
Después de todo esto ¿cómo podemos explicarnos que siga ganando el PRI?,
como lo hizo en Colima utilizando las trampas de siempre, como lo hará
este año en elecciones de varias gubernaturas. Parece no haber efecto
entre el mal desempeño del gobierno y los resultados electorales. Esto
exaspera a quienes reclaman un cambio.
La aparente paradoja puede deberse a: 1. Los viejos partidos opositores
están controlados desde el pacto inicial y no tienen buenos candidatos;
2. El PRI tiene auténticos militantes y una organización excelente,
alimentada por dinero público y contribuciones negras; 3. Los medios de
comunicación controlados por el gobierno inducen la opinión pública, y
los independientes son aislados o eliminados; 4. Hay una grave
despolitización; la gente no piensa en la política, sabe que comicios
estatales y legislativos no son significativos: la única elección que
puede despertar a México es la de presidente de la República.
La oposición se ha reducido a un partido: Morena. Y a un candidato capaz
de ganarle al PRI: AMLO. Así como no podemos negar la inercia en favor
del PRI, tampoco minimizar las muestras de apoyo que AMLO recibe en sus
giras. Esa es la esperanza para 2018.
No nos engañemos, el sistema no será vencido si no se cumplen ciertas
condiciones: 1. Que el voto conservador y/o la oligarquía se dividan; 2.
Que no surjan buenos candidatos independientes o en PRI o PAN; 3. Que
la situación tienda a volverse intolerable para las clases medias y
populares y que empiece a dañar a la misma oligarquía; 4. Que las redes
sociales compensen el papel de los medios controlados;
5. Que Morena
unifique y anime a la genuina oposición y la organice en el país; 6. Que
tenga mandos definidos, objetivos claros en cada estado y distrito,
equipos bien entrenados para promover y defender el voto, un sistema
interno para rendir cuentas y resolver conflictos, un estrato intermedio
de cuadros calificados. Si no se cumplen al menos esas condiciones el
PRI volverá a ganar y el cambio se pospondrá nuevamente. No sabremos qué
país podría soportar esto.
Twitter: @ortizpinchetti
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