Hernández @monerohernandez
Duarte: extraditar para acotar
Exonerado (en lo demás)
"Divinos" descuidos en PGR
Alineación y balanceo Kelly
Julio Hernández López
Foto
Duarte: extraditar para acotar
Exonerado (en lo demás)
"Divinos" descuidos en PGR
Alineación y balanceo Kelly
Julio Hernández López
Foto
Duarte: extraditar para acotar
Exonerado (en lo demás)
"Divinos" descuidos en PGR
Alineación y balanceo Kelly
Julio Hernández López
Foto
Faltó 1 frase en mi cartón: Violencia e indecencia.Brutal delincuencia.Con gran incompetencia; sentencia de inocencia para mi circunferencia
Lo que quiso decir, cartón de @monerohernandez
La Jornada: Astillero
A pesar de que era evidente la estancia irregular de Duarte de Ochoa en Guatemala, el gobierno mexicano solicitó que el ex gobernador no fuera deportado (lo cual hubiera sucedido con natural rapidez), sino sometido a un proceso de extradición, según eso para impedir que el político alegara violaciones al debido proceso.
Duarte: extraditar para acotar
Exonerado (en lo demás)
"Divinos" descuidos en PGR
Alineación y balanceo Kelly
Julio Hernández López
Foto
Duarte: extraditar para acotar
Exonerado (en lo demás)
"Divinos" descuidos en PGR
Alineación y balanceo Kelly
Julio Hernández López
Foto
La Jornada: Astillero
Duarte: extraditar para acotar
Exonerado (en lo demás)
Divinos descuidos en PGR
Alineación y balanceo Kelly
Julio Hernández López / Astillero
Es importante, y necesaria, la precisión: Javier Duarte de Ochoa no
podrá ser juzgado por acusaciones distintas de aquellas que fueron ya
presentadas puntualmente por las administraciones de Enrique Peña Nieto y
Miguel Ángel Yunes Linares en Guatemala para pedir su extradición
(salvo, claro está, por los delitos de otra índole que cometiera en
adelante; por ejemplo, en la propia cárcel mexicana).
Dicho de otra manera: el Javidú sonriente o seudofilosofal (según sea la
conveniencia), que se alista para regresar a México, ha sido
virtualmente exonerado del resto de hechos delictivos que cometió como
gobernador de Veracruz y sólo deberá responder por el reducido número de
casos concretos que sustentó la Procuraduría General de la República y
los que presentó la manejable fiscalía veracruzana. Sólo por esos casos,
ni uno más.
La clave para el manejo exculpatorio de la mayor parte del amplio
universo delictivo de Duarte de Ochoa fue la programada decisión de
someter el caso a un proceso de extradición y no de deportación (como
sucedió en casos relevantes como el de Joaquín Guzmán Loera, El Chapo,
en 1993 en la misma Guatemala, quien fue deportado, sin más).
A pesar de que era evidente la estancia irregular de Duarte de Ochoa en Guatemala, el gobierno mexicano solicitó que el ex gobernador no fuera deportado (lo cual hubiera sucedido con natural rapidez), sino sometido a un proceso de extradición, según eso para impedir que el político alegara violaciones al debido proceso.
De haberlo deportado, podrían estarse sumando al expediente de Javidú
cuantas acusaciones y descubrimientos delictivos fueran surgiendo;
extraditado, sólo será materia de juicio por los señalamientos
específicos que los gobiernos (de Peña y de Yunes) hubieran hecho, por
defectuosos, apresurados o incompletos que sean.
El acotamiento (intencional) de los hechos imputables a Duarte de Ochoa
proviene del conocido principio jurídico de especialidad que se aplica
en asuntos extraditorios y obliga a que el extraditado solamente sea
juzgado por los presuntos delitos por los que se le devolvió a su país
de origen.
Claro que la PGR podrá hacer simulacros de añadidura de acusaciones al
veracruzano retornable, pero serían meros artificios propagandísticos,
pues el Poder Judicial mexicano (sin necesidad, en este punto, de
consignas) tiene pleno sustento para desechar tales pretensiones. Ahí
está el ejemplo del empresario Ángel Isidoro Rodríguez Sáez, apodado El
Divino, quien fue extraditado de España en 1997 y a quien la justicia
federal mexicana amparó para que no se le sumaran casos a los
originalmente establecidos en el proceso de extradición (a pesar de que
nuevos indicios delictivos fueron sumados por la PGR cuando aún estaba
en España, pero que ya no resultaron procedentes).
A fin de cuentas, Rodríguez Sáez, acusado de defraudación fiscal y daño
patrimonial a Banpaís (del que era presidente del consejo de
administración), fue librando las acusaciones previas a su extradición y
las posteriores (en total, se le acusó de beneficiarse con casi 400
millones de dólares). Su padre, Isidoro Rodríguez Ruiz, fue conocido
como el zar del autotransporte en el estado de México y tradicionalmente
encargado de facilitar los vehículos que ocupan los candidatos del PRI a
la Presidencia de la República. En el negocio del autotransporte
mexiquense, los Rodríguez han sido socios de Roberto Alcántara,
presidente del consejo de administración de Bancrecer, que proporcionó
el transporte durante la campaña de Luis Donaldo Colosio Murrieta y
financió el grupo de vallas y orden durante la campaña priísta,
investigado por la fiscalía especial del caso Colosio, según nota en La
Jornada de julio de 1996 (https://goo.gl/Fvz5HS). La misma vertiente
familiar Alcántara es, actualmente, parte del reducido número de
empresarios favoritos de Los Pinos.
También en La Jornada, pero en 2002, Gustavo Castillo y Jesús Aranda
publicaron una nota a cuyo final mencionaron: “Este nuevo revés para la
PGR, en asuntos derivados de presuntos fraudes bancarios, fue advertido
en su momento por el entonces procurador fiscal de la Federación,
Gabriel Reyes Orona, quien el 25 de septiembre de 2001 indicó que el
procurador general de la República, general Rafael Macedo de la Concha,
había iniciado una averiguación previa sobre irregularidades contenidas
en el expediente de El Divino. Gabriel Reyes Orona comentó que es un
enorme fracaso de la procuración de justicia fiscal en México. Es
verdaderamente un descalabro por dos vertientes. Una, porque nuestras
disposiciones de naturaleza financiera son lo suficentemente laxas, poco
claras, como para permitir que existan este tipo de huecos, además,
porque este país descuidó la procuración de justicia.
A Duarte de Ochoa se le permitió saquear y lesionar gravemente a la
sociedad veracruzana, con pleno consentimiento y protección de Los
Pinos; luego, se le dio tiempo y condiciones propicias para su huída;
nunca se le localizó, a pesar de estar en un país vecino; se le permitió
una visita familiar en Guatemala antes de consumarse su aprehensión; su
familia ha sido judicialmente intocada, sobre todo su esposa, que ha
sido virtualmente exonerada, a pesar de las evidencias de complicidad en
el saqueo de Veracruz; y, para garantizarle un juicio ligero, acaso su
posterior exoneración plena, se solicitó su extradición y no su
deportación, para restringir el rango de acusaciones delictivas
posibles.
¿Será Duarte de Ochoa el nuevo Divino? ¿Leeremos en próximos años las
crónicas periodísticas de la ordenada caída de las acusaciones contra
quien hasta hace poco era celebrado amigo de Los Pinos? ¿Se habrán
sembrado descuidos en la procuración de la justicia para beneficiar
programadamente a Javier Muerte?
Y, mientras Trump le ha enviado a Peña Nieto a su secretario de
Seguridad Interior, el general Kelly, para ponerlo en línea (migración,
crimen organizado, frontera sur) de lo que acordarán EPN y DT en su
encuentro en el marco del G20, en Hamburgo, ¡hasta mañana!
http://revolucionesmx.blogspot.com/2017/07/duarte-extraditar-para-acotar.html
http://revolucionesmx.blogspot.com/2017/07/duarte-extraditar-para-acotar.html
La
clave para el manejo exculpatorio de la mayor parte del amplio universo
delictivo de Duarte de Ochoa fue la programada decisión de someter el
caso a un proceso de extradición y no de deportación (como sucedió en
casos relevantes como el de Joaquín Guzmán Loera, El Chapo, en 1993 en la misma Guatemala, quien fue deportado, sin más).
A pesar de que era evidente la estancia irregular de Duarte de Ochoa en Guatemala, el gobierno mexicano solicitó que el ex gobernador no fuera deportado (lo cual hubiera sucedido con natural rapidez), sino sometido a un proceso de extradición, según eso para impedir que el político alegara violaciones al debido proceso.
La clave para el manejo exculpatorio de la mayor parte del amplio universo delictivo de Duarte de Ochoa fue la programada decisión de someter el caso a un proceso de extradición y no de deportación (como sucedió en casos relevantes como el de Joaquín Guzmán Loera, El Chapo, en 1993 en la misma Guatemala, quien fue deportado, sin más). A pesar de que era evidente la estancia irregular de Duarte de Ochoa en Guatemala, el gobierno mexicano solicitó que el ex gobernador no fuera deportado (lo cual hubiera sucedido con natural rapidez), sino sometido a un proceso de extradición, según eso para impedir que el político alegara violaciones al debido proceso.
A pesar de que era evidente la estancia irregular de Duarte de Ochoa en Guatemala, el gobierno mexicano solicitó que el ex gobernador no fuera deportado (lo cual hubiera sucedido con natural rapidez), sino sometido a un proceso de extradición, según eso para impedir que el político alegara violaciones al debido proceso.
La clave para el manejo exculpatorio de la mayor parte del amplio universo delictivo de Duarte de Ochoa fue la programada decisión de someter el caso a un proceso de extradición y no de deportación (como sucedió en casos relevantes como el de Joaquín Guzmán Loera, El Chapo, en 1993 en la misma Guatemala, quien fue deportado, sin más). A pesar de que era evidente la estancia irregular de Duarte de Ochoa en Guatemala, el gobierno mexicano solicitó que el ex gobernador no fuera deportado (lo cual hubiera sucedido con natural rapidez), sino sometido a un proceso de extradición, según eso para impedir que el político alegara violaciones al debido proceso.
La
clave para el manejo exculpatorio de la mayor parte del amplio universo
delictivo de Duarte de Ochoa fue la programada decisión de someter el
caso a un proceso de extradición y no de deportación (como sucedió en
casos relevantes como el de Joaquín Guzmán Loera, El Chapo, en 1993 en la misma Guatemala, quien fue deportado, sin más).
A pesar de que era evidente la estancia irregular de Duarte de Ochoa en Guatemala, el gobierno mexicano solicitó que el ex gobernador no fuera deportado (lo cual hubiera sucedido con natural rapidez), sino sometido a un proceso de extradición, según eso para impedir que el político alegara violaciones al debido proceso.
La clave para el manejo exculpatorio de la mayor parte del amplio universo delictivo de Duarte de Ochoa fue la programada decisión de someter el caso a un proceso de extradición y no de deportación (como sucedió en casos relevantes como el de Joaquín Guzmán Loera, El Chapo, en 1993 en la misma Guatemala, quien fue deportado, sin más). A pesar de que era evidente la estancia irregular de Duarte de Ochoa en Guatemala, el gobierno mexicano solicitó que el ex gobernador no fuera deportado (lo cual hubiera sucedido con natural rapidez), sino sometido a un proceso de extradición, según eso para impedir que el político alegara violaciones al debido proceso.
A pesar de que era evidente la estancia irregular de Duarte de Ochoa en Guatemala, el gobierno mexicano solicitó que el ex gobernador no fuera deportado (lo cual hubiera sucedido con natural rapidez), sino sometido a un proceso de extradición, según eso para impedir que el político alegara violaciones al debido proceso.
La clave para el manejo exculpatorio de la mayor parte del amplio universo delictivo de Duarte de Ochoa fue la programada decisión de someter el caso a un proceso de extradición y no de deportación (como sucedió en casos relevantes como el de Joaquín Guzmán Loera, El Chapo, en 1993 en la misma Guatemala, quien fue deportado, sin más). A pesar de que era evidente la estancia irregular de Duarte de Ochoa en Guatemala, el gobierno mexicano solicitó que el ex gobernador no fuera deportado (lo cual hubiera sucedido con natural rapidez), sino sometido a un proceso de extradición, según eso para impedir que el político alegara violaciones al debido proceso.
Duarte: extraditar para acotar
Exonerado (en lo demás)
Alineación y balanceo Kelly
Exonerado (en lo demás)
Divinosdescuidos en PGR
Alineación y balanceo Kelly
Julio Hernández López
Duarte: extraditar para acotar
Exonerado (en lo demás)
Alineación y balanceo Kelly
Exonerado (en lo demás)
Divinosdescuidos en PGR
Alineación y balanceo Kelly
Julio Hernández López
Duarte: extraditar para acotar
Exonerado (en lo demás)
Alineación y balanceo Kelly
Exonerado (en lo demás)
Divinosdescuidos en PGR
Alineación y balanceo Kelly
Julio Hernández López
Duarte: extraditar para acotar
Exonerado (en lo demás)
Alineación y balanceo Kelly
Exonerado (en lo demás)
Divinosdescuidos en PGR
Alineación y balanceo Kelly
Julio Hernández López
Duarte: extraditar para acotar
Exonerado (en lo demás)
Alineación y balanceo Kelly
Exonerado (en lo demás)
Divinosdescuidos en PGR
Alineación y balanceo Kelly
Julio Hernández López
No hay comentarios:
Publicar un comentario