fe de erratas

15 feb 2010

CALDERÓN Y SU TRISTE DESPEDIDA DEL PODER

http://www.lineadirecta21.com.mx/page5468.html 

CALDERÓN Y SU TRISTE DESPEDIDA DEL PODER 
Por Gerardo Reyes Gómez (LD 15-02-10) Sirva ese escrito como un réquiem a Flipe Calderón quien apenas la semana pasada comenzó a dejar de ser el presidente formal en Los Pinos. Debido al rechazo popular Calderón ha comenzado a sentir las hieles del desprecio ya que su futuro, como político ha muerto. Y un político sin futuro está clínicamente muerto.

Nada de lo que intente el todavía huésped de Los Pinos lo podrá salvar de su condición de cadáver. Ni seis años más de gobierno le bastarían para deshacer el inmenso daño que causó a la enorme mayoría de los mexicanos. Todavía con los desesperados zarpazos propios de un herido de muerte, lastimó los genuinos intereses de los mineros de Cananea, para beneficiar al grupo de “Grupo México”. También, todavía maniobra con los organismos responsables de otorgar las concesiones y conspira para arrebatarle a los mexicanos la soberanía del espectro de comunicaciones de radio y televisión electrónicas y otorgarla a los poderes fácticos de la nación.

Sin embargo, como desde niño Calderón sabe que un muerto a los tres días apesta, ha comenzado a afinar el sentido del olfato porque el desprecio de sus colaboradores poco a poco se irá haciendo presente en sus relaciones con su primer círculo. 

No hay nada que lo pueda salvar de ello. Especialmente cuando él fue particularmente insensible a los reclamos de su gente para que les guardara una mínima consideración. Por eso, entre ellos, hay gente que lo desprecia y no le otorga el más mínimo respeto, cuando en confianza dicen lo que piensan.

La gente del primer círculo sabe que a la mente de Calderón se ha asomado, en más de una ocasión, la idea de un autogolpe de Estado. Sin embargo, vivir por el resto de su mandato prisionero del Ejército y expuesto a la evolución del poder, también lo llevaría al peligro de muerte, mientras tuviera un halito de vida, y no solamente a él, sino a todos los suyos. Debido a eso no ha optado por considerar esa salida como óptima.

A Calderón se le acabó el futuro en Ciudad Juárez. Cuando miles de gargantas le coreaban con sus voces “asesino”, le hicieron saber a él, a su responsable de la operación política y al resto de su equipo, el dictamen del juicio de la historia. 

Cuánta verdad encierra el estribillo repetido decenas de veces de “Juárez no es un cuartel”. No podrá lavar con nada toda la sangre que derramó en todos los confines de la nación por su ineptitud, impericia, falta de inteligencia, sensibilidad y de conciencia. Calderón no podrá pagar en años, todo el dolor y la degradación social y humana que causó; simplemente no le alcanzaría la vida.

Para estas alturas, el Estado Mayor de la Sedena ya analizó el mensaje popular y se preguntó ¿porqué los estrategas de Los Pinos rompieron la unidad de las fuerzas armadas mexicanas dándole notoria preferencia al secretario de Marina y a sus comandos en tierras del narco gobernador Marco Antonio Adame Castillo, cuando se presentaron en Cuernavaca a cumplir con el ajusticiamiento del capo autonombrado “Jefe de Jefes”? ¿era plan con maña?

Y la respuesta, claro está, no satisfizo a nadie.

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