fe de erratas

27 feb 2010

El más grande héroe de nuestra historia

http://www.jornada.unam.mx/2010/02/27/index.php?section=opinion&article=006o1eco 

El más grande héroe de nuestra historia
Primero Juárez, luego Zapata
Galería de próceres a revisión
Enrique Galván Ochoa
 
Foto¿Cuál es tu héroe favorito? ¿Quién crees que debe ocupar el pedestal más alto entre los héroes de la historia nacional? 
Ahora que llegamos al centenario y el bicentenario, es momento de hacer una revaluación. Para 41 por ciento de las personas que encuestamos esta semana, el sitio número uno corresponde a Benito Juárez. Le sigue Emiliano Zapata, con 24 por ciento. Y en tercer lugar, José María Morelos, con 10 por ciento. En cuarto sitio, el general Lázaro Cárdenas, con 9 por ciento.
 
Metodología
Hasta ayer había sido contestado 92 por ciento de los 2 mil 500 cuestionarios que enviamos por correo electrónico. Un número importante de encuestados acompañó su voto con una opinión. En seguida reproducimos algunos fragmentos. Los textos originales pueden leerse en el foro.

Opiniones
Para mí, el número uno es Benito Juárez, nos hace falta otro personaje así para cambiar el rumbo actual de México.
Silvia Limón Torres / Distrito Federal

Considero que Emiliano Zapata era un hombre consecuente entre lo que decía y lo que hacía, un hombre que no claudicó, por eso lo mataron, por no negociar. Si hubiera una segunda opción elegiría a Villa.
Tania López / Distrito Federal

Mmmm. Tengo mis dudas sobre Benito Juárez. Han salido a luz muchos documentos y libros que hablan sobre este personaje. La más célebre ley que firmó según la historia fue la separación Iglesia-Estado. El sólo firmó la Ley Juárez, la separación Iglesia-Estado la firmaron Comonfort y Lerdo de Tejada. Para mí es Zapata el número uno.
Saúl Méndez López / Monterrey

Es bastante difícil elegir a uno, sin embargo opto por Zapata, ya que, según entiendo, Zapata dijo alguna vez: No me levanté en armas para que me dieran una hacienda y que lo demás siga igual. Me levanto en armas para que haya un cambio y que mejoren las condiciones de todos los campesinos. ¡Éste sí era un líder de verdad que buscaba el bienestar de todos!
Armando Islas Torres / Distrito Federal

A quien pondría en último lugar sería a Francisco I. Madero, ya que creyó que con sólo sentarse en la silla iban a cambiar las cosas. Mi mamá hablaba bien de Porfirio Díaz, ella nació en 1916 y sus padres decían que no estuvo tan mal la situación en esa época. Mi padre admiraba al general Cárdenas por su valor de enfrentarse a países poderosos y proclamar la expropiación petrolera. Ahora en estos últimos años del PRI y nefastamente del PAN, cada quien es testigo de la historia y puede juzgar la actuación de nuestros políticos.
Silvia Hernández Luelmo / Distrito Federal

Como profesor, he enseñado a mis alumnos que sin duda la historia tiene que reconocer a Benito Juárez como el máximo héroe, y si no publicas este comentario es que eres amigo de Millonésimo Cepeda o de Norberto Rivera. El segundo lugar lo tiene Cárdenas (el tata ¿eh?, no los dos traidores que por ahí andan), y el tercer lugar se lo doy a AMLO por su lucha valiente y congruente que ha sostenido en estos años. Además, tenemos derecho a vivir en la época de un héroe actual que nos defienda de tanta injusticia y ése es El Peje, ya de muertos ¿para qué?
Rigo Nájera Navarro / Distrito Federal

La frase célebre: entre los pueblos como entre los individuos, el respeto al derecho ajeno es la paz, ni siquiera es de Juárez, como lo presumen, es de un fraile dominico... Si no me creen, vean El verdadero Juárez, de Francisco Bulnes, pág. 866.
Julio César de la Cruz / Distrito Federal

Si alguien puede llevar el adjetivo de héroe es don José María Morelos y Pavón. Para empezar era sacerdote y fue rebelde con el clero, cosa que en esos tiempos estaba muy penado, pues le costaba la excomunión. Segundo, porque aunque tuvo la oportunidad de llenarse de gloria y volverse gobernante cuando el Congreso de Chilpancingo lo quiso nombrar alteza serenísima, no se dejó llevar por el canto de las sirenas y dijo simplemente que lo llamaran el Siervo de la Nación y finalmente, porque en un afán de proteger a los congresistas que huían de las fuerzas realistas, decidió quedarse atrás del contingente con algunos hombres para defender la huida de quienes eran los representantes del pueblo. Ese acto le costó que lo apresaran y que lo fusilaran. Es decir, ofrendó su vida para proteger a otros. ¿Cuántos haríamos lo mismo? Es difícil saberlo, pero de entre nuestros políticos sacrificados no creo que encontremos uno que pueda ser como don José María.
José García Martínez / Oaxaca

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