"Lo peor está por venir"
(Revista Proceso, 25 de diciembre, 2016)
John M. Ackerman
Margarita Zavala y Javier Duarte
El gran filósofo y dirigente italiano Antonio Gramsci conminaba a
mantener siempre un sano “pesimismo del intelecto” combinado con un
decidido “optimismo de la voluntad”. De esa manera evitamos tanto
engañarnos con cuentos de hadas sobre una supuesta transformación mágica
del país en el futuro como caer en una depresión inmovilizadora que nos
hacen cómplices de nuestra propia destrucción.
En este fin de año es importante tomar el tiempo para abrirnos los ojos
con respecto a la tragedia de 2016 y la crisis que se acerca en 2017.
Pero asomarnos al abismo no debe implicar que nos arrojemos en el. Con
consciencia, entrega y organización, el nuevo año también podría ser el
momento en que finalmente logremos establecer las alianzas necesarias
para hacer realidad el sueño de reconstruir la Nación.
La violencia está fuera de control. Aunque la mayoría de los medios de
comunicación intenten esconder la verdad, la realidad es que la tasa de
homicidios se mantiene en el mismo nivel en que lo dejó Felipe Calderón
en 2012. De acuerdo con las cifras oficiales del INEGI, terminaremos
2016 con aproximadamente 20,000 homicidios en el año. En apenas cuatro
años del gobierno de Enrique Peña Nieto ya hemos alcanzado casi la misma
cantidad de homicidios dolosos que en los seis años del gobierno de
Calderón.
La corrupción desbordada ha colapsado las instituciones públicas. Los
casos de los gobernadores salientes Javier Duarte, Roberto Borge y
Guillermo Padrés son particularmente escandalosos, pero apenas
constituyen la punta del proverbial iceberg. Conocemos algunos
detalles sobre estos casos porque los nuevos gobernadores buscan
utilizar la exhibición de la corrupción de sus antecesores para dar la
impresión de que ellos serían diferentes. Sin embargo, los mexicanos
sabemos perfectamente bien que personajes como Miguel Ángel Yunes,
Carlos Joaquín y Claudia Pavlovich también forman parte de la misma
mafia corrupta que ha malgobernado el país desde hace décadas.
Suben la gasolina y la luz |
Pavlovich siempre ha sido del PRI y es absolutamente fiel a las redes de
corrupción estructural sembradas desde hace décadas en el Estado de
Sonora por personajes como Manlio Fabio Beltrones. Yunes fue durante
mucho tiempo el brazo derecho de Elba Esther Gordillo y compitió en
contra de su primo, Héctor Yunes, quien se mantiene en el PRI, para la
gubernatura de Veracruz. Miguel Ángel tiene fuertes acusaciones en su
contra tanto por desvío de recursos públicos en sus cargos anteriores
como por abuso de menores. El nuevo gobernador de Quintana Roo, Carlos
Joaquín, es también un viejo PRIista que saltó del barco para poder ser
candidato por la alianza perversa del PANRD. Carlos es el primo de Pedro
Joaquín Coldwell, Secretario de Energía de Peña Nieto y el hombre
responsable por la privatización del petróleo nacional y también por la
próxima alza en los precios de la gasolina en 2017.
En 2016 hubo una explosión de violaciones a los derechos humanos de
parte de las fuerzas del Estado y se cometió una de las masacres más
reprobables en la historia reciente del país. El pasado 19 de junio,
Miguel Ángel Osorio Chong y Gabino Cué enviaron cientos de policías
fuertemente armados para llevar a cabo un escarmiento en contra del
pueblo mixteco de Nochixltán, Oaxaca. Hasta la fecha no ha habido un
solo detenido en el caso, dejando una lección de impunidad que garantiza
la comisión de más masacres en el futuro (véase: http://ow.ly/NY4n307lms5).
Asimismo, en esta navidad, presos políticos como Gonzalo Molina, Samuel
Ramírez, Arturo Campos, José Manuel Mireles, Leonel Manzano, Damián
Gallardo, Mario Olivera, Lauro Grijalva y Sara Altamirano, entre muchos
otros, tuvieron que pasar la nochebuena separados de sus familias.
La economía mexicana está colapsada. Si bien nos va, 2016 terminará con
una tasa de “crecimiento” de apenas 1.5 por ciento. El peso se ha
devaluado más de 50% en los últimos dos años, lo cual ya está generando
fuertes presiones inflacionarias y ha disparado el costo del servicio de
la enorme deuda generada por las políticas de gasto irresponsables y
corruptos del gobierno de Peña Nieto.
Cotizada en dólares para fines de comparación internacional, el Producto
Interno Bruto del país ha experimentado una franca contracción en los
últimos años. En 2014, la economía nacional se valoraba en 1.297 millón
de millones dólares. En 2015, únicamente llegó a 1.144 millón de
millones. En 2016, probablemente terminaremos debajo de la línea de un
millón de millones y caeremos varios lugares en el tablero internacional
con respecto al tamaño de nuestra economía. Como consecuencia de las
“reformas estructurales” del Pacto por México cada día los mexicanos
somos más pobres.
El gobierno federal también ha sacrificado la soberanía nacional. La
reacción de Peña Nieto a la victoria de Trump ha sido la de un lacayo a
su amo. No ha levantado la voz ni una sola vez en defensa de la dignidad
de México o de los mexicanos al otro lado del Río Bravo frente a las
políticas y las declaraciones abiertamente racistas y fascistas del
presidente electo. Al contrario, el Presidente mexicano ha ofrecido una
actitud “constructiva” hacia los propósitos absolutamente destructivos
del magnate de Nueva York.
.
Mientras, Trump ha enviado un mensaje perfectamente claro con sus
propuestas para los integrantes de su gabinete: el jefe del petrolero
Exxon-Mobil será su Secretario de Estado, un general de cinco estrellas
será su Secretario de Defensa (rompiendo así con una larga tradición de
tener un mando civil sobre las fuerzas armadas de los Estados Unidos),
un alto mando del banco Goldman Sachs será su Secretario del Tesoro, uno
de los Senadores más racistas y anti-mexicanos será su Procurador, y un
tejano multimillonario metido en el negocio del fracking será su
Embajador a México.
Rex Tillerson, próximo Secretario de Estado de Trump |
En 2017, las múltiples crisis, de violencia, corrupción, derechos
humanos, economía y soberanía se seguirán agravando. El pueblo ha sido
abandonado por las autoridades y el “gobierno” de Peña Nieto ya no
existe como tal.
El destino del país entonces se encuentra en nuestras manos. No podemos
seguir esperando que las instituciones del Estado o la inversión
extranjera nos saquen del hoyo. Nos toca a todos y cada uno de nosotros
poner nuestro granito de arena para salvar a la Nación. De nuestras
acciones durante 2017 dependerá la posibilidad de que 2018 no sea otro
año de fraude y de indignación, sino que sea un año histórico en que
iniciemos entre todos la construcción de una nueva república de paz,
justicia y democracia.
Twitter: @JohnMAckerman
Publicado en Revista Proceso No. 2095
(C) John M. Ackerman, todos los derechos reservados
https://soberaniapopularmx.blogspot.mx/2016/12/lo-peor-esta-por-venir-revista-proceso.html
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