A los empresarios lo que pidan (y Peña y Videgaray para servirlos)
Antes y después de su toma de posesión,
el peñismo predicaba: “Pagarán más los que más tienen”. Así anunciaron
sus reformas fiscal y hacendaria. Y aunque finalmente los empresarios
trasladan todos los impuestos a los consumidores, que son el pueblo, no
dejan de ladrar y patalear en cuanto se enteran de las nuevas medidas. No obstante que negociaron en lo oscurito
con Videgaray –el pupilo de Pedro Aspe– para que los impuestos fueran
conforme a sus peticiones, una vez publicados iniciaron una campaña en
contra y alegaron que estaban demasiado elevados. Que tendrían, dijeron,
que aumentar los precios y los consumidores dejarían de comprar a manos llenas…
Ante
la fuerte presión de los ricos, Peña y Videgaray recularon. Y como
regalo obsequiaron a sus compañeros de viaje sexenal, el Decreto
Presidencial publicado el 26 de diciembre para otorgar más incentivos
fiscales y facilidades para el pago de impuestos. Lo que pidieron se les
concedió. Melchor Peña, Gaspar Videgaray y Baltazar Osorio Chong les adelantaron los regalos del final del periodo vacacional Guadalupe-Reyes. Y los empresarios, patrones y todas las variedades de vendedores del comercio, se pusieron locos de contento al abrir el regalo-decreto.
La reportera Susana González (La Jornada,
29 de noviembre de 2013) hizo la síntesis de los favores peñistas a los
mercaderes, no afuera del templo, sino invitados permanentes a Los
Pinos y a Palacio Nacional, donde Peña y su alter ego en persona o en ausencia por medio del chicharito en la oreja, los recibe cuando quieren.
“Publicado el jueves pasado en el Diario Oficial de la Federación,
el Decreto Presidencial amplía una larga lista de beneficios fiscales y
medidas de simplificación administrativas para el pago de impuestos al
valor agregado (IVA), impuesto sobre la renta (ISR) y el impuesto
especial de producción y servicios (IEPS) para diversos sectores, entre
los que destacan el minero, aéreo, turístico, fabricantes de comida
chatarra y bebidas azucaradas; importaciones de turbosina y hasta
chicles, jugos, que recibirán estímulos fiscales de hasta ciento por
ciento en algunos gravámenes o la facilidad de que los cubran en
abonos”. Empresarios y peñistas corriendo en la misma pista se pusieron de acuerdo para llegar empatados a la meta de las mutuas concesiones: apoyo económico a cambio de apoyo político.
La Confederación Patronal de la
República Mexicana, el Consejo Coordinador Empresarial, la Cámara
Nacional de la Industria de la Transformación y las agrupaciones con
derecho a protestar y que les hagan caso, “suavizaron” las medidas
hacendarias. Y, encareciendo los productos y con 2 pesos de aumento al
salario mínimo, los comerciantes casi monopólicos que concentran el
acaparamiento, subirán los precios y otra vez se llevarán la tajada del león.
Al recular el peñismo está claro que Soriana, Monex y los que le
entraron con su aportación a la campaña electoral peñista han recibido
su compensación. Así se benefician mutuamente la oligarquía y la
plutocracia.
Al grueso de la población, todo el peso de pagar más y
sufrir las consecuencias de esos abusos. Hacendaria y fiscalmente han
sido beneficiados los empresarios por un gobierno que representa los
intereses empresariales.
*Periodista
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