¿Cuándo empieza la represión peñista, señor Osorio Chong?
“¡La tolerancia tiene límites y
tolerancia también es firmeza!”, gritó, silabeando por su tartamudez
(como la de Genaro García luna, el corrupto del calderonismo), el
secretario de Gobernación Miguel Ángel Osorio Chong. Se desgarró las vestiduras, enseñó los dientes. Apretó el puño. Encorvado, miró a los acarreados al acto para recordar a Morelos, el Siervo de la nación,
y a quien en el colmo del servilismo comparó con Peña. Designaron
orador oficial al hidalguense, con un guión escrito en Los Pinos por
Nuño Mayer y revisado por Miranda Nava, para que el mensaje fuera
amenazante contra los que se oponen a Peña.
Además
de las delincuencias, los militares y las policías, ahora se suma el
autoritarismo peñista que viene desde Atenco, continuó el 1 de diciembre
de 2012 y de un momento a otro, con la otra amenaza panista de limitar y
sancionar las manifestaciones, Peña ordenará represiones en las
entidades y la capital del país para atemorizar más a los mexicanos, que
ya no tienen ni derecho al pataleo por los aumentos a los precios en alimentos, combustibles y servicios federales; sumados a las alzas del mal gobierno defeño de Miguel Ángel Mancera, empezando por la abusiva subida al transporte del Sistema de Transporte Colectivo Metro.
Las políticas públicas federales, de las
entidades y de la Ciudad de México, son una represión económica brutal y
abusiva de parte de la democracia representativa, que supone que la
democracia directa –es decir, el pueblo con sus trabajadores, empleados,
amas de casa, estudiantes, maestros, campesinos, mineros, etcétera– va a
permanecer indiferente. La mayoría de los mexicanos está esperando que
sus vanguardias aceleren su oposición en las calles de todo el país,
como las protestas generalizadas contra la contrarreforma
energética. Contra ellas salió a gritar Osorio que “la tolerancia tiene
límites”. Y que el peñismo, al precio que sea, impondrá su
gobernabilidad, y con las facultades que ya le dieron para suspender los
derechos y sus garantías, le facilitan las represiones. La tentación
imperial (los trabajos en la revista Proceso del 10 de marzo de
2013) y la tentación díazordacista-salinista están a punto de reventar
en contra de los mexicanos que ejerzan sus derechos a protestar contra
actos de abuso de autoridad.
Osorio Chong ya amenazó a los mexicanos
que estén en desacuerdo y critiquen al peñismo. El “hay límites”, en la
jerga de la elite en el poder Presidencial, significa que se preparan
represiones para imponer la “paz policiaca”. Los sectores sociales que
no están de acuerdo con el mal gobierno federal, están advertidos: se
usará la fuerza de la represión. Peña y los presentes aplaudieron el
enunciado: “La tolerancia también es firmeza”, que casi ladrando espetó Osorio en el acto evocador de Morelos, quien luchó por las conquistas del pueblo e hizo de Los sentimientos de la nación,
los derechos de la democracia directa contra los funcionarios que
suponen que, al ser resultado de la democracia representativa, pueden
abusar del poder, amenazar y convertir la tolerancia política en
amenazas represivas que obligan a la pregunta:
¿cuándo empiezan, señor
Osorio Chong?
*Periodista
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