Morena: ¿De verdad es distinto?
José Agustín Ortiz Pinchetti
Morena debe demostrar
que es distinto de los otros partidos. Los que cuentan con registro
previo tienen un índice de desconfianza de 76 por ciento y de corrupción
90 por ciento. Morena, al salir al escenario tiene algunos puntos a
favor: la gestión de López Obrador en la ciudad de México donde cumplió
40 de 40 compromisos, la resistencia a la cooptación y, hasta hoy, la
limpieza de candidatos. A Lázaro Mazón no se le pudo comprobar ninguna
imputación y, finalmente, no fue candidato.
¿Cómo ha podido constituir una organización nacional con esta desventaja? Con el trabajo voluntario de unos 7 mil activistas, algo sin precedente en la política mexicana. El núcleo profesional es pequeñísimo y los gastos insignificantes, en comparación con lo que devoran las burocracias de los grandes partidos.
Otra diferencia: los procesos de elección interna. El PRI ha definido sus candidaturas a puerta cerrada. El Verde ha violado la Constitución, la ley y la ética al hacer una campaña de propaganda de miles de millones de pesos que nulifica la posibilidad de competencia equilibrada. El PAN ha ido perdiendo su condición democrática y la hegemonía de un pequeño grupo está provocando cientos o miles de impugnaciones y amagos de renuncias. Por lo menos en 7 estados hay crisis en el PRD, la corriente dominante, Nueva Izquierda ( chuchos), ha atropellado la selección de candidatos y aplastado la oposición interna: se repartieron las pluris entre dirigentes y sus parientes.
Morena hizo una convocatoria abierta para asegurar la designación democrática en las pluris;
se hicieron asambleas en los 300 distritos en los que se eligieron 10
militantes, cinco hombres y cinco mujeres. Los 3 mil electos fueron a un
sorteo caricaturizado por los críticos, pero que provocó participación y
entusiasmo entre los militantes. Los 3 mil integran ahora una
organización de trabajo político. Hay un gran reto: hacer activa y
eficaz a esta base. Lo más notable ha sido la ausencia de conflictos. Se
daban por inevitables portazos, asaltos, episodios de boxeo de herencia
perredista. ¡Oh sorpresa! Ni siquiera se ha llegado a 50 impugnaciones y
sólo en cuatro asambleas de mil 200 locales, federales y municipales
que hasta hoy se han hecho, hubo connatos de violencia, por fortuna,
controlados. Todavía tendremos que esperar hasta el final de este
proceso. Pero hasta hoy, las cosas llevan buen ritmo.
Twitter: @ortizpinchetti
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