Carta a Carlos Loret de Mola de un maestro de Secundaria
En exclusiva para Sociedad 3.0Inquietud Magisterial
Por Luis Ortiz
06 de julio de 2015
Sr.
“periodista” Carlos Loret de Mola: Mediante esta misiva publica le hago
llegar mi sentir e inconformidad por la manera en cómo se dirige al
gremio magisterial, especialmente de los maestros de Guerrero y Oaxaca.
Antes de
continuar, permítame presentarme. Mi nombre es Luis Ortiz Ramírez. Soy
maestro de secundaria y doy clases en la Escuela Técnica Industrial No.
72, ubicada en la periférica Colonia Revolución de la Ciudad de Xalapa,
Veracruz, México.
Déjeme
decirle que mi escuela está bien pintada, pero es muy común ver inundada
su entrada y los alrededores en tiempos de lluvia. Antes nuestra
escuela tenía mala fama. Hoy, gracias al esfuerzo de los maestros,
padres de familia y alumnos, estamos orgullosos del progreso que hemos
tenido. Somos una escuela con mucha demanda estudiantil.
Sr. Loret
de Mola: quiero que sepa que soy uno de los miles de maestros
convencidos que creen que la calidad educativa en México puede ser mejor
si en verdad llegaran los recursos a los estados, y que estos a su vez
verdaderamente se usaran para la construcción y mejoramiento de escuelas
y no para sus campañas electorales. Por cierto, mi hermano sí lo conoce
en persona, yo no lo conozco y no me interesa conocerlo. Lo único que
sé de su persona y pudiera correr el riesgo de parecer chisme, es que
usted nació en Yucatán. Y el otro dato lo leí en una revista mientras me
cortaban el pelo, (de que se encontraba drogado cuando lo cacharon con
una dama del mundo del espectáculo).
Como le
dije antes, le escribo porque no acabo de comprender la ferocidad y el
encono cuando usted se dirige a los aguerridos y valientes maestros de
la CNTE (Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación). Cada
vez que se refiere a ellos, no los baja de holgazanes y violentos. Lo
que tal vez desconoce, es que el Estado Mexicano ha incrementado el
salario de los maestros gracias a estos aguerridos maestros y maestras
de la Coordinadora y no precisamente a las supuestas negociaciones del
SNTE. Le recuerdo que muchas maestras han sido golpeadas por los toletes
del Estado.
Y gracias a
personas como usted, miles de compañeros maestros se han ganado el
repudio de la clase empresarial y de gran parte de la sociedad, que sólo
se conforma con las migajas informativas de la empresa para la que
trabaja. Y es que tal vez desconozca, pero usted nació en una ciudad
cuna de ciudadanos rebeldes y valientes donde se gestó la Rebelión de
Cisteil.
Como estoy
seguro que no sabe a qué me refiero o si lo sabe no se quiere acordar,
permítame tomar mi papel como maestro de Historia. Y si me hace el
favor, saque su libreta de apuntes y tome nota. En el mes de noviembre
de 1761, el día 19, tras unas festividades populares en el poblado de
Cisteil, cerca de Sotuta en Yucatán, Canek desde el atrio de la iglesia
incitó a los indígenas a levantarse contra los españoles. Después de los
acontecimientos en el que murieron numerosos soldados del ejército de
la Capitanía General de Yucatán (compuesta por los actuales estados
mexicanos de Campeche, Quintana Roo, Tabasco, Yucatán) y también vecinos
de la localidad de Cisteil, el líder maya cayó preso, y fue conducido a
Mérida junto con los otros rebeldes, sí, escuchó bien, rebeldes como
mis compañeros maestros de la CNTE.
Ahí, él y
sus colegas fueron ejecutados en la plaza pública el 14 de diciembre
(menos de un mes después de la alzada), después de un juicio sumario,
acusados de rebelión y actos sacrílegos, ya que se dijo que Canek había
tomado la indumentaria de la virgen de la iglesia de Cisteil para
coronarse rey de los mayas, gesto que, dijeron, se había confirmado por
las versiones de los testigos mayas que fueron ajusticiados
simultáneamente, previa confesión obtenida bajo suplicio, como ahora lo
siguen haciendo muchos gobernadores.
Que no le
sorprenda, Sr. Loret de Mola; la ciudad o zona donde usted nació fue
raíz de uno de los más grandes rebeldes que ha tenido este país. Yo
esperaría que ese espíritu luchador corriera por sus venas. Sin embargo,
desde su participación en la película de “Panzazo,” he sido testigo de
su postura farisaica supeditada a los intereses de su patrón, el Sr.
Azcárraga Jaén, dueño de la televisora que más ha perjudicado durante
generaciones, a miles de niños con programas de bajo contenido cultural y
educativo. Es cierto que me pudiera refutar que la televisión es para
divertir y no para educar.
No
obstante, no me extrañaría que mostrara orgullo por programas mediocres
como, “Cien mexicanos dijieron” y Laura de América. Por cierto, se me
olvida el programa que tal vez le traiga recuerdos; “Sabadazo”. No puedo
dejar de lado, que en Mérida, de donde es usted oriundo, existe una
bella estatua de Jacinto Canek, que se encuentra ubicada en la Av.
Jacinto Canek, periférico carretera Campeche. Le ruego que la próxima
vez que la vea recuerde que en este país en muchas ocasiones no queda
otro camino que rebelarse y salir a protestar.
Y ya para
terminar la clase, el pueblo de Cisteil, íntegro, fue arrasado e
incendiado por las tropas virreinales y finalmente cubierto de sal “para
perpetua memoria de su traición”
.
Sr. Loret
de Mola, pareciera que su memoria le falla, sólo observe como el Estado
ha tratado los asuntos de Aguas Blancas, de Tlatlaya y de Ayotzinapa.
Hoy, la CNTE es una piedra en el zapato para Mexicanos Primero y para el
Estado mexicano. No olvide que la historia es un juez muy severo y si
no me cree, observe el juicio sumario que el pueblo mexicano ha hecho de
su mentor Jacobo Zabludovsky. Yo en sus zapatos, estaría preocupado por
el legado que le dejaría a mis hijos. Piense que usted puede ser
cómplice por su participación y su postura intransigente contra los
maestros rebeldes del país.
Por cierto
ya puede guardar su libreta y su lápiz, la clase ya terminó. Se despide
con un grato sabor de boca, este humilde maestro mexicano.
1 comentario:
es solamente la opinion de un maeswtro en medio de miles y no se puede acreditar la solvencia noral de este maestro parece que le pisaron un callo.
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