Panista católica en crisis, cantando MORENA
2011-08-11
2011-08-11
Llegó y se fue de la selva como ráfaga mi hermana la panista que a la vez pertenece al otro partido llamado iglesia.
No sé si después de su visita seguirá enviado a sus hijos a las misiones en Hidalgo de los legionarios de cristo durante la semana santa. Ignoro si seguirá haciéndose la disimulada cuando se rumoree que otra “numeraria” más, hija de amiga suya, desertó las filas de la sedición al dios Maciel y dejando esa vida andan todas casaderas, enflacando, poniéndose al corriente con la moda y los nuevos perfumes, ansiosas en su juventud tardía por acaparar la atención de algún valiente contendiente a marido. Cientos de mujeres mexicanas reclutadas al voto de obediencia, al engaño, apresada su libertad y su conocimiento, han ido liberándose de la legión de cristo.
Durante su estancia halló Mayra en una repisa el libro de Carmen Aristégui sobre el caso Maciel, en el que recopila las voces mismas que descubrieron a la humanidad la atroz evidencia colectiva de pederastia clerical tejida por el monstruo michoacano de Cotija. A ratos, tumbada en la hamaca lo fue ojeando.
No cabe duda que los católicos están padeciendo una crisis de fe.
Creo que la razón es que han sido coartados del auténtico sentido de la bondad universal y su diaria práctica que sólo cabe en la lógica humanitaria. Esto parece suceder cuando las religiones, sus dogmas y ritos se tornan imprescindibles para el presunto propósito de fortalecer el actuar con honorabilidad, con dignidad, con amor al prójimo, “para no ser presa fácil que cae en manos del maligno”. En el caso de los católicos, dicen ellos los asiste para ese propósito la confesión, la eucaristía, el rezo común e individual y el cumplimiento de los reglamentos de la fe. Sería grandioso que así fuera, pero no sólo no lo es, sino que con frecuencia pareciera sucede lo contrario. La élite de la iglesia católica mexicana ha pasado grandes vergüenzas éticas y morales, ha protegido a criminales bajo su manto. La misma impunidad que reina en su mundo, reina también en el eterno partido oficialista en el poder, que igualmente domina o pretende seguir lavando las mentalidades de los mexicanos mediáticamente, para mantenerlos sometidos a sus designios.
“Porque la élite de la iglesia católica mexicana conforma, podría decirse, un partido político clandestino y reaccionario es coparticipe de impedir, de bloquear el cambio de políticas que México necesita”, expliqué una noche de relámpagos a Mayra.
Luego de la intensa plática de tres días, ¿qué creen que nos confesó mi hermanita capitalina, secreto a voces que anda en boca de su prianísima sociedad allegada?
“Que en sus círculos se reconocía como un acierto, peligroso para sus intereses, el nombre de MORENA que popularmente se le había dado al movimiento de regeneración nacional de López Obrador. Pero lo que más les había apantallado realmente, había sido la poética y pegajosa inspiración que se aventó el veracruzano Byron Barranco con el tema musical “MORENA” y procedió a interpretarlo, cosa que nos dejó asombrados. Esa composición, nos aseguró al finalizar, sí que ha sido la nota extraordinaria, algo más que una cereza en conserva, la fresca frambuesa de su pastel”
Mayra, le dije, llévate esto: le entregué una copia del nuevo proyecto alternativo de nación. Debes leerlo. Sin hacer comentario alguno, al despedirse, lo guardó distraídamente en el cierre lateral de su maleta y se lo llevó.
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