fe de erratas

24 abr 2010

SB1070

SB1070

Erich Moncada

1Envía
SDP   24 de Abril, 2010 - 13:24 Comenta
 
La aprobación de la ley que legaliza los perfiles raciales y criminaliza la migración es un error de dimensiones históricas. El estado de Arizona se coloca como uno de los mayores promotores del racismo en Estados Unidos.

Nací en el Distrito Federal y toda mi vida he vivido en Sonora, pero tengo con Arizona un fuerte vínculo afectivo. Cuando era pequeño viví durante algún tiempo con mis parientes de Tucson y hace varios años trabajé en Phoenix. Allá estudian y trabajan muchos buenos amigos, todos ellos ciudadanos respetuosos de la ley que pagan sus impuestos.

Mi hermano Ernesto lleva diez años radicando en la capital y está casado con Anna, originaria de Ohio. Mi familia es mexicoamericana.

Me gusta mucho Arizona. Con frecuencia viajo a Nogales y a Tucson para ir de compras. A veces vamos a Phoenix a conciertos y a eventos culturales durante el fin de semana. 

Siempre comemos en la pizzería UNO, o en los gyros deliciosos que están sobre la avenida Central. El pub irlandés Seamus McCaffreys es un destino obligado para los fanáticos de la cerveza. Y para mí, caminar por las calles de Phoenix o de Tucson, se siente tan familiar como recorrer las calles de Hermosillo o de la Ciudad de México.

Los cambios serán drásticos con la nueva ley antiinmigrantes. Legales o no, todos seremos criminales en potencia. No quiero pensar qué sucederá si corremos la mala suerte de dejar la visa en casa cuando vamos al Circle K a la vuelta de la esquina. 

O si olvidamos tramitar o llevar con nosotros el permiso para viajar más allá de Tucson. La policía estará más ocupada en hostigar a los individuos con vestimenta o apariencia ilegal, que en perseguir a los delincuentes más peligrosos que rondan las calles.

La gobernadora Jan Brewer, que espero pierda las elecciones de noviembre próximo, quiere que “los individuos y los negocios estén más seguros en nuestra región fronteriza…”. Pero no veo cómo estarán más seguros los ciudadanos estadounidenses cuando la confianza ha sido trastocada y el gobierno envía un mensaje de estricta cero tolerancia.

Brewer se engaña con la pretensión de detener “la violencia y el crimen relacionados con la frontera debido a la migración ilegal”. En lugar de evitar el cruce ilegal de armas fabricadas y vendidas en su territorio, para la gobernadora los indocumentados son los que ponen en riesgo la seguridad de su estado.

La republicana dice que no tolerará “la discriminación racial o los perfiles raciales en Arizona” y que se prohibirá a las autoridades a “considerar únicamente la raza, el color de piel o la nacionalidad de origen” al aplicar la ley. Pero no nos engañemos; en eso se van a concentrar las fuerzas del orden.

Ojalá que las cortes de Estados Unidos echen abajo la ley SB1070. Pero tampoco sería deseable que las cosas volvieran a ser como antes. Una reforma migratoria integral será necesaria para acabar con el sufrimiento de millones de indocumentados y evitar que los políticos radicales sigan conquistando el poder en las elecciones atemorizando a su electorado y estigmatizando a las minorías. 

Algún día en el futuro cercano, nuestra generación logrará que toda América sea una.

No hay comentarios: