fe de erratas

28 may 2012

Sicilia a AMLO: “autoritario, soberbio, mesiánico”

Respeto mucho  a  Sicilia  pero esta  vez ;  pienso  que  esta  equivocado .

Video AMLO en el Encuentro: Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad

 

AUDIO JAVIER SICILIA CUESTIONA A AMLO ENCUENTRO CON PRESIDENCIABLES CHAPULTEPEC 

 

 Diálogos por la paz

Representa para muchos sordera e incapacidad de autocrítica, señala el movimiento
A mí no me pueden meter en el mismo costal; no soy político corrupto: AMLO
Foto 
 El académico Adolfo Gilly y los actores Sophie Alexander, Gael García Bernal e Ilse Salas durante la participación de López ObradorFoto Cristina Rodríguez
 

Claudia Herrera y Enrique Méndez
 Periódico La Jornada
Martes 29 de mayo de 2012, p. 4
Definido por el poeta Javier Sicilia como alguien que representa para muchos mesianismo, intolerancia, sordera, confrontación e incapacidad de autocrítica, el candidato presidencial Andrés Manuel López Obrador respondió: Javier, a mí no me puedes meter en el mismo costal.
Tercer candidato en reunirse con más de un centenar de integrantes del Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad, el abanderado de las izquierdas recibió como sus antecesores una andanada de críticas con nombre y apellido, como cuando Sicilia calificó al priísta Manuel Bartlett de la punta del iceberg de las alianzas del PRD con represores.
 Fiel a su costumbre, el poeta ya había recibido con un beso en la mejilla a la panista Josefina Vázquez Mota y al prísta Enrique Peña Nieto. Cuando se disponía a dar una bienvenida similar al tabasqueño, éste le puso la mano en el hombro para que no se acercara, le sacudió la cabeza y finalmente ambos se abrazaron muy fuerte. Algunos gritaron: ¡Beeeeso, beeeeso!, pero los dos ya ya estaban próximos a sus lugares, frente a frente en una mesa cuadrada.
Contra lo pregonado
Además de las víctimas de la violencia, en el Castillo de Chapultepec atestiguaron el encuentro algunos actores, como Gael García Bernal, quien se ubicó en la mesa de diálogo cuando intervino el perredista. Muy cerca se encontraban el historiador Adolfo Gilly y María Elena Morera, entre otros.
Sicilia lanzó sus cuestionamientos: “Para muchos, usted, señor López Obrador, significa la intolerancia, la sordera, la confrontación en contra de lo que pregona su ‘república amorosa’ con aquellos que no se le parecen o no comparten sus opiniones. Significa el resentimiento político, la revancha sin matices contra lo que fueron las desaseadas elecciones de 2006, el mesianismo y la incapacidad autocrítica para señalar y castigar las corrupciones de muchos miembros de su partido. Contra la tradición de la izquierda mexicana, no han dejado de golpear a comunidades indígenas de Chiapas y Michoacán, o a estudiantes de Guerrero”.
El tabasqueño escuchó los comentarios y luego aclaró no ser soberbio, pero “yo me formé de otra manera. No soy político mentiroso, corrupto, no soy autoritario, no soy mesiánico, no soy nada de eso que tú mencionas y que han utilizado en mi contra quienes dominan en este país y no quieren ningún cambio.
Los puedo mirar a los ojos a todos, porque no tengo nada de que avergonzarme, expresó, y señaló que en sus giras ha compartido el dolor de las víctimas, y fue de los primeros en advertir del agravamiento de la violencia.
Hizo un llamado respetuoso a participar en las elecciones. Es inaceptable que ya no se hable de transformar y que descalifiquemos todo y que digamos ‘no hay opciones, todos son iguales’. Entonces, ¿qué vamos a hacer? ¿Vamos a seguir administrando la injusticia, el dolor? ¿Vamos a seguir haciendo análisis de la realidad sin transformarla?”
En 2006 se hizo un llamado a no votar y se hizo un grave daño, advirtió López Obrador al defender la vía electoral.
Su intervención se escuchó en silencio y luego tocó el turno a María Ignacia González, quien pidió llorando un compromiso para ayudar a encontrar a familiares desaparecidos: por algo lo quiere la nación.
Después de ofrecer su respaldo a las víctimas, López Obrador aprovechó para responder a Sicilia: No somos sectarios y no somos intransigente; no odiamos, queremos justicia.
La réplica del poeta vino enseguida. Yo le pido autocrítica. No es con usted, señor López Obrador; mis respetos absolutos, lo quiero muchísimo, pero me disgusta mucho la falta de autocrítica. Hay debajo de todo esto, no de usted, no de lo mejor del PRD, pero sí de mucha gente que lo apoya, un espíritu fascista.
Jesús Zambrano, único líder perredista que estaba sentado al lado de López Obrador, escuchaba serio los señalamientos.
El poeta añadió que si el hostigamiento de los perredistas hacia él es el amor que profesan, yo pinto mi raya.
Buscó dejar en claro que no ha llamado a dejar de votar o a sufragar en blanco. ¿Cree que la ciudadanía es imbécil?, preguntó, y defendió su derecho a decidir qué hará en las urnas.
Le echó en cara que cuando fue jefe de Gobierno del Distrito Federal no aceptó recomendaciones del ombudsman capitalino. Aquí no hay buenos y malos.
Concluido el diálogo, López Obrador fue el único que recorrió todo el salón para atender las peticiones de los asistentes que se arremolinaron para saludarlo y tomarse fotografías con él.

 Sicilia a AMLO: “autoritario, soberbio, mesiánico”

Sicilia y Obrador en el Castillo de Chapultepec. Foto: AP / Eduardo Verdugo
Sicilia y Obrador en el Castillo de Chapultepec.
Foto: AP / Eduardo Verdugo
MÉXICO, DF, 28 de mayo (apro).- El candidato presidencial de las izquierdas, Andrés Manuel López Obrador, y el poeta Javier Sicilia tuvieron un desencuentro este lunes en el Alcázar del Castillo de Chapultepec, luego de que el poeta acusó al perredista de autoritario y soberbio, así como de dar cobijo a figuras emblemáticas de la represión, como Manuel Barlett, actual candidato al Senado por el Partido del Trabajo (PT).
López Obrador respondió a Sicilia que no lo podía meter en el mismo saco que otros políticos corruptos y represores porque él tiene más de 30 años luchando por los derechos humanos.
También advirtió al dirigente del Movimiento de Paz con Justicia y Dignidad (MPJD) que su posición de invitar al voto nulo o en blanco sólo beneficiaría al régimen y al Partido Revolucionario Institucional (PRI).
Molesto, Sicilia exigió al tabasqueño no levantarle falsos, dijo que el no encabeza ninguna campaña en pro de la anulación del voto.
Así, del minuto de silencio con que empezó al mediodía el encuentro entre el aspirante presidencial del Movimiento Progresista y las víctimas que integran el Movimiento de Paz con Justicia y Dignidad, al final se impuso un muro de mutismo entre los asistentes al alcázar del Castillo de Chapultepec por el desencuentro registrado entre López Obrador y Sicilia.
Sin embargo, desde el arranque del acto se presagiaba la diferencia de posiciones: López Obrador no aceptó el beso en la mejilla que Sicilia le iba a plantar a su ingreso al Alcázar.
Con una sonrisa forzada, el aspirante presidencial sólo aceptó un abrazo fuerte y luego se dirigió a su asiento acompañado del líder nacional del PRD, Jesús Zambrano.
Previo a ello, los integrantes del MPJD estaban extrañados con López Obrador porque hasta última hora confirmó su asistencia.
De hecho, minutos antes de la cita se enteraron de que ya había llegado el candidato acompañado apenas de su jefe de prensa, el líder del PRD y su jefe de escoltas.
Luego del minuto de silencio en memoria de las víctimas, la joven Coral Rojas, hija de Eva Alarcón, desaparecida en noviembre del año pasado, junto con Marcial Bautista, ambos de la organización Campesinos Ecologistas de la Sierra de Petatlán, cuestionó al tabasqueño:
Le preguntamos candidato, ¿a qué se va a comprometer aquí ahorita? Las víctimas no han aparecido en su agenda, o es que los desaparecidos no importan”.
En tanto, María Ignacia González, madre de los desaparecidos Andrés y Braulio hace un año en Tamaulipas, dijo a López Obrador que le había pedido a Dios tenerlo cerca para decirle que fuera más sensible con las víctimas:
¿Qué haría si le desaparecieran, torturaran o asesinaran a un hijo? –inquirió la mujer entre lagrimas.
Enseguida Sicilia fijó el posicionamiento del Movimiento de Paz.

Para muchos, usted significa la intolerancia, el resentimiento político, la revancha sin matices, el mesianismo, la incapacidad autocrítica para señalar y castigar las colusiones de su partido que, incluso contra la mejor tradición de la izquierda mexicana, no han dejado de golpear a comunidades indígenas de Chiapas y Michoacán y a estudiantes de Guerrero”, soltó el poeta a López Obrador quien, molesto, observaba a Sicilia golpeando con los dedos la mesa y meciendo el pie derecho.
Significa también componendas con represores del pasado, y Bartlett es sólo la punta del iceberg”, prosiguió Sicilia ante la evidente molestia del tabasqueño.
Insistió en su discurso en que el país se enfrentaba a una encrucijada en estas elecciones y que cualquiera que gane tendrá un país desgarrado en su tejido social.
Hoy parece que las urnas electorales no alcanzarán a responder a los sueños rotos de la patria”, advirtió el poeta.
En respuesta, López Obrador exigió en tono duro que no lo consideraran un político soberbio ni mesiánico y se comprometió a resolver la violencia en el país desde sus causas: el desempleo, la corrupción y la impunidad.
No me pueden meter en el mismo costal, no es soberbia, es que yo me formé de otra manera, no soy político mentiroso, corrupto, llevo 35 años luchando por mis ideales, por mis principios, y empecé trabajando en comunidades indígenas”, recordó.
El aspirante presidencial también recalcó que ha defendido los derechos de la gente desde antes de que existiera la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) y las organizaciones sociales que hoy enarbolan esa bandera.
“No soy autoritario, no soy mesiánico, no soy nada de eso que tú mencionas y que han utilizado los que no quieren un cambio en este país. Puedo voltear a ver a los ojos a todos, no tengo nada de qué avergonzarme, entiendo muy bien el problema, lo hago mío todos los días, porque todos los días hablo con la gente”, contestó a Sicilia.
López Obrador dijo que no era un burócrata de la política porque desde joven ha luchado al lado de los indígenas y, en los últimos meses, se ha dedicado a recorrer el país para escuchar a la gente.
Aprovechó el momento para sostener que no ve otra salida para el país que la vía electoral y que le parecía inaceptable que descalificaran a todos los políticos por igual, profiriendo que no hay alternativas.
Y cuestionó a Sicilia: ¿Vamos a seguir haciendo sólo análisis de la realidad sin transformarla?”, para luego invitarlo a reconsiderar su posición de no votar por ningún candidato en esta elección presidencial.
Fue a partir de ahí que el desencuentro se profundizó. Sicilia replicó a López Obrador, le dijo que entre los integrantes de su partido, el PRD, hay hostigadores y fascistas. Le recordó que también ha habido casos de corrupción y que no se ha hecho nada al respecto.
Si hablamos de hostigamiento y amor, quiero enseñarle que he sido hostigado por sus correligionarios: es a fuerza con ustedes o a fuerza”, se quejó Sicilia.
El poeta también dijo al candidato que lo respetaba pero le pidió escuchar: “Yo le pido también autocrítica, no es con usted, señor López Obrador, veo muchas gentes que lo apoyan con un espíritu fascista”.
Antes de salir del acto, López Obrador asumió las propuestas del Movimiento de Paz, como abordar el problema de la drogadicción como un asunto de salud; cambiar la estrategia militar en el combate al crimen organizado, y atacar la raíz el fenómeno investigando el lavado de dinero.
Pero al final hubo un silencio pesado. Algunos se despidieron con abrazos y muestras de apoyo a López Obrador, mientras que otros daban palmadas a Sicilia, señalándole que no sintieron al candidato de la izquierda solidarizarse de corazón con el dolor de las víctimas.
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 AUDIO: JAVIER SICILIA RECLAMA A AMLO PERO RECONOCE A PEÑA NIETO



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