1.
Es tan grande el presupuesto del gobierno destinado a seguridad y la
cantidad de campesinos y desempleados contratados como granaderos,
policías o soldados -por centenares de miles- para ejercer los
acordonamientos y encapsulamientos de protestas, marchas y plantones de
los trabajadores, que podría decirse que la mayoría de las veces los
soldados disfrazados de policías superan en número a los manifestantes.
Cuando llegamos hoy a las ocho de la mañana los manifestantes, los
uniformados (como el dinosaurio) ya estaban allí y nos vimos obligados a
acordonarlos también a ellos por varias cuadras del Paseo de la
Reforma.
2.
Desde el pasado sexenio de Calderón y hoy el de Peña Nieto, en vez de
crear empleos productivos,y dedicar más dinero a servicios de salud y
educación, se dedican a contratar en los estados y barrios populares a
todos los que quieran emplearse en el ejército o en la policía. Se
calcula que en la ciudad de México hay más de un millón de soldados y
policías y un poco más de esa cantidad en los estados de la República;
¿Cuántos cientos de miles serán agentes encubiertos y orejas, así como
cuántos miles de millones de pesos se destinarán en salarios? ¿Y si a
todo ello le sumamos los 30 mil agentes de la CIA, el FBI y la DEA
yanquis?
3.
La CNTE durante varias horas realizó su combativo mitin en la avenida
Insurgentes y los compañeros de Morena en la calle de atrás para evitar
la entrada de los senadores que deben aprobar la privatización del
petróleo. Seguramente muchos contingentes harán guardia toda la noche
–como los uniformados- sabiendo que será mañana jueves cuando los
senadores busquen aprobar la privatización. Sin embargo todos sabemos
que los legisladores pueden convertir en Cámara legislativa –para
legalizar con su voto- a cualquier auditorio que les de la gana. Para
legalizar asuntos en México la Constitución siempre ha valido un
carajo dado que puede interpretarse al gusto.
4.
Las experiencias de la CNTE y sus largos colmillos de experiencia los
demostró en sus mítines de ayer y hoy frente al senado. Decenas de
oradores profesores de Oaxaca, Veracruz, Estado de México, Chiapas,
Michoacán (hombres y mujeres) demostraron la traición de los senadores a
los intereses de la nación. Traidores no por ideología sino por las
promesas que hicieron al pueblo en sus campañas políticas. ¿O alguien
piensa que algún diputado o senador puede desobedecer a su partido
político que a la vez recibe órdenes de Peña Nieto a través del llamado
Pacto? Entre 24 horas estaremos en México informados de la aprobación
de la privatización petrolera.
5.
Sería muy vergonzoso ponerse a maldecir, a llorar nuestra desgracia y a
solo mentarle la madre al gobierno. La realidad es que lo que nos ha
fallado es la organización. Los marxistas siempre nos enseñaron aquello
de las condiciones objetivas y subjetivas para hacer una revolución.
¿Qué están maduras las condiciones objetivas (la situación económica,
la miseria del pueblo, la explotación, las crisis) podríamos decir que
hace mucho tiempo; pero las condiciones subjetivas (la conciencia, el
conocimiento, la organización) puta madre, estamos en pañales. Por ello
los empresarios, el gobierno, los partidos, le siguen inyectado
millones y millones de lana a los medios de información y a la iglesia.
6.
Quizá necesitamos ganar de manera definitiva la batalla contra la
cultura y los costumbres burguesas y capitalistas. Muchos gobiernos
progresistas (Venezuela, Bolivia, Nicaragua, Ecuador, Uruguay), ante la
presión de las masas educadas en las modas y el consumismo capitalista
tienen la imposibilidad de avanzar y, más aún -como en Rusia, el
"bloque socialista", China- de retroceder. Parecen tener razón aquellos
compañeros que repiten que el problema de la izquierda no es
conquistar el gobierno sino profundizar la conciencia del pueblo hacia
el anticapitalismo –no solo político, sino esencialmente económico y
cultural- que haga que el pueblo reivindique su calidad como ser
humano. (4/XII/13)
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