La política del horror
Soldados custodian el cuerpo de un hombre en Tijuana.
Foto: Xinhua / Guillermo Arias
Foto: Xinhua / Guillermo Arias
La diferencia, primero, es que mientras en los totalitarismos esa coincidencia se articulaba en una imagen deformada de la humanidad y del sentido de la Historia, en el gobierno de Calderón no existe imagen alguna de la humanidad ni de la Historia. Entre la burocracia del Estado y los poseídos lo único que reina, bajo el disfraz de la democracia y del progreso, es el poder puro, la disputa sin sentido de territorios, de dinero y de la vida humana como pura instrumentalidad. Segundo, mientras en los totalitarismos, burócratas y poseídos formaban parte de una estructura de Estado monolítica, en el de Calderón no se sabe dónde están: forman parte tanto del Estado como de la ilegalidad. Son, para recordar la imagen que Gustavo Esteva usó para definir la realidad de México, “un lodo” donde la mezcla de los elementos es tan densa que es imposible definir sus fronteras.
Quizás, el gobierno de Calderón, en su horror, sea el rostro más expresivo de lo que en realidad encubrían los Estados totalitarios y que quedó descubierto bajo la miseria de Estados liberales que han hecho de la idea del progreso, cuyos recursos son el dinero y el poder, la deidad: el vacío, la nada, el horror.
Pronto se irá Calderón, pero la burocracia y los poseídos se quedarán como un signo de los tiempos donde la violencia y el dinero usan a los seres humanos, sus culturas y sus territorios como instrumentos para la maximización y el sostenimiento de los grandes capitales. No es otra cosa lo que anuncian el gobierno de Enrique Peña Nieto, las partidocracias que sesionan en las Cámaras o en los recintos judiciales, los bancos, los empresarios corruptos y el entramado de las instituciones criminales. Se trata del poder y del dinero..............sigue
http://www.proceso.com.mx/?p=324679
De Javier Sicilia a Humberto Moreira
José Eduardo Moreira Rodríguez, en compañía de su padre, Humberto Moreira, y sus hermanos
Foto: @jeduardomoreira
Foto: @jeduardomoreira
Aunque no nos conocemos personalmente, el adjetivo con el que me dirijo a usted es real y debe tomarlo en su sentido más profundo: usted, Humberto, se ha convertido, bajo el peso de la desgracia que se ha adueñado de nuestro país, en un hermano más en el dolor, en alguien muy querido y muy amado en esa comunidad de los que sufren............sigue
http://www.proceso.com.mx/?p=323484
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