TRABAJO LEGISLATIVO EN SAN LÁZARO. Aspecto de la sesión ordinaria de la Cámara de DiputadosFoto Cristina Rodríguez
¡Alabado sea el teléfono! En la República del No Sé Quién (NSQ) los conflictos sustanciales se pueden resolver mediante la prodigiosa intervención a larga distancia del infalible papa B16. Ya lo había vislumbrado en su entrega de ayer este pajarito lector de la suerte que redacta columnas, al señalar en un sumario que se había producido un
Milagro electoral en la Corte, sin saber que al otro día sus arrebatos visionarios serían confirmados por el obispo de Mexicali, José Isidro Guerrero Macías, quien hizo la revelación de que
ayer casi perdíamos, pero una llamada del Papa no sé a quién, no me pregunten, cambió todo. También dijo de la definición antiabortista de la Corte:
yo creo que fue un éxito donde el Papa participó, y el gobernador participó, los gobernadores participaron, y el Presidente de la República participó(video bit.ly/pbVwku de La Crónica de Mexicali).
Muy explicable es que la cúpula clerical se niegue a abundar en detalles de la prodigiosa llamada, pues posible sería que la utilicen más delante como prueba rumbo a la beatificación de B-16, demostrando con la votación en la Corte mexicana que el interventor Ratzinger tiene poderes sobrenaturales.
Por lo pronto, en el país donde nadie sabe nada los feligreses agradecidos pueden adentrarse en laicas exploraciones en busca de nombre o cargo del bendito destinatario del telefonema cuasidivino. Dado que la anunciación ha venido del obispo de Mexicali, una primera hipótesis se centraría en el secretario Francisco Blake, quien antes de posarse en la Gobernación calderónica fue diputado local y federal por distritos de Baja California y secretario de gobierno estatal, siempre atento al florecimiento de la retrógrada reforma a la constitución local que motivó la intervención de la Corte. Pero sería concederle al hombre de Bucareli un peso político que la realidad desmiente diariamente. Tampoco parecería el magistrado Pardo estar equipado para lances de tales tintes pontificios.
Entonces, ¿la bienaventuranza habrá timbrado en algunos pinos persignados? Mal estaría el país del Nadie Sabe Nada si una comunicación de esa importancia llegara a alguien que no fuera No Sé Quién. O a la esposa del licenciado NSQ, que siempre sabe lo suficiente, aunque su apellido no se escriba
sabala, y que ha tenido un papel relevante en la interlocución de su guerrero marido con las agrupaciones religiosas de distinta denominación, sobre todo con las católicas y su elite adosada siempre al poder, sea éste ejercido por la terrena bandería partidista que sea.
Lo cierto, en el paraíso de la ignorancia institucionalizada, es que el obispo de Mexicali ha dado a conocer que un jefe religioso ha intervenido decisoriamente en un proceso de política interna de un país técnicamente laico en su gobierno y leyes, y que el sórdido desenlace de un litigio sustancial, respecto al aborto, ha sido influido, según eso de manera determinante, por una llamada papal que
cambió todo. Amén habrá de decirse ahora en traducción panista pasada por agua bendita: así sea como haiga de ser.
En otro escenario siempre adornado con ribetes religiosos, el poeta Javier Sicilia ha sido enfrentado de manera ruda y cruda a la realidad política que él ha tratado de modificar con besos, abrazos y una serie de zigzagueos y autodesmentidos. El gobierno federal en el que tanto ha confiado le ha hecho saber que la próxima edición de los presuntos diálogos ya no será al estilo del primer Chapultepec, sino en un formato compartido, sin exclusividad ni primeros actores.
Como si Los Pinos diera por suficientemente exprimido el valor adquirible del movimiento pacifista, o lo considerara irreversiblemente desgastado e inocuo, ahora la administración federal plantea un esquema plural, en el que participarían otras voces (algunas de ellas sabidamente cercanas a las posiciones de Los Pinos y de Genaro García Luna), con solamente 15 minutos de micrófono para dos representantes del movimiento siciliano que así quedaría convertido en uno de tantos (No Sé Quién), pero, sobre todo, en uno que a pesar de todas sus fallas y vaivenes sigue significando una esperanza de atención a las familias de las víctimas de la guerra calderonista, pero que así sería despojado de esa caracterización diferente y genuina para mezclarlo con membretes y voces que en muy conocidos casos constituyen piezas operativas del mismo poder federal bélico. El movimiento pacifista deberá pelear, resistir y reconstituirse, aunque ya no sea a base de besos y abrazos.
En otra historieta increíble del país donde las autoridades se llaman No Sé Quién, 18 mil viajeros y 289 vuelos fueron afectados por una extraña falla eléctrica en las pistas de aterrizaje del principal aeropuerto nacional, el de la ciudad de México. Como si se tratara de un puesto callejero pegado a un diablito y al que por accidente o premeditación con un traspié se le desconectara y dañara por horas, el funcionamiento de instalaciones estratégicas en función del interés nacional fueron deshabilitadas sin que hubiera pronta y ejemplar respuesta técnica, sino un vergonzoso silencio y una escandalosa incapacidad (de resonancia internacional) que horas después trataron de ser justificadas mediante argumentaciones de mala comedia televisiva, con un gobierno convertido en Chavo del ocho, que simplemente mencionaba que los alimentadores de energía no funcionaron, ni el preferente ni el emergente, y que habían pasado otras cosas que a fin de cuentas habían hecho un desbarajuste mayor. Y ya. Sin más.
ANTE RECLAMOS POR ABUSOS CON DINERO DE PEMEX SUAREZ COPPEL BUSCA SALIRSE DE FRAUDE CONTRA REPSOL