La desaparición de Fanny
Una noche de hace siete años Silvia Stephanie Sánchez fue aparentemente secuestrada. Hasta hoy se ignora su paradero. Ante la indolencia de las autoridades, su madre prosigue su búsqueda.
- 2011-12-04 | Milenio semanal
Una de las mantas que la madre de la víctima ha colocado en Torreón. Foto: Alejandro Álvarez
El cinco de noviembre de 2004, Silvia Stephanie Sánchez-Viesca Ortiz, entonces de 16 años, salió de un juego de basquetbol en el Colegio Español de la capital de Coahuila. Para devolver un discman se dirigió, con su mochila rosa en forma de conejo al hombro, a casa de un amigo del barrio donde había vivido hasta un par de meses antes, cuando se mudó junto con su familia a las afueras de Torreón. No lo encontró. Se dirigió a casa de otra amiga del rumbo y le pidió dos pesos a la mamá para el camión de regreso: le habían robado su monedero en la escuela. La señora vio a la chica dirigirse hacia la parada de la calle 28 y Matamoros. Eran cerca de las 20:30 horas. Desde entonces nadie sabe de ella.
La hipótesis más aceptada por las autoridades federales apunta a que Fanny fue secuestrada por gente del crimen organizado y vive actualmente como mujer de algún mafioso, aunque no se descartan otras líneas de investigación.
En marzo de 2010, Alicia Elena Pérez Duarte y Noroña, titular entonces de la Fiscalía Especial para la Atención de Delitos Relacionados con Actos de Violencia en Contra de las Mujeres (Fevim), describió la historia de Fanny como un caso “paradigmático”. Frente a medios locales, Pérez Duarte declaró: “Hasta donde yo lo conocí no es un asunto de tráfico propiamente, pero es muy similar a eso sacar a una niña menor de edad de su medio para que sea compañera, concubina de una bola de mafiosos”, dijo, y añadió: “¿Para qué se la llevaron? Para ser la concubina de uno de estos desgraciados. A mí no me pueden decir que ella se fue sola”.
Silvia Stephanie Sánchez-Viesca Ortiz, Fanny, con sus padres. Foto: Especial
VICIADO DE ORIGEN
Uno por uno, los individuos señalados por las investigaciones como responsables del secuestro han sido vinculados con actos legalmente comprometedores o han sido asesinados. Alfredo García, El Gigio, falleció en una balacera en Nuevo Laredo, se relata en el Diagnóstico de las Condiciones de Vulnerabilidad que Propician la Trata de Personas en México, realizado por la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) y el Centro de Estudios e Investigación en Desarrollo y Asistencia Social en 2009, aunque el principal sospechoso es Jesús Ramón Ruelas García, El Moyo o Chuyín, quien hace unos años fue detenido en Nuevo Laredo por la portación de armas de fuego, de acuerdo con Silvia Elida Ortiz, aunque rápidamente fue puesto en libertad. El Moyo era sobrino de Rodolfo García Vargas, El Rudy, y de la hermana de éste, La Cony, quienes han sido señalados por medios locales como los responsables de abrir la plaza a uno de los cárteles de la droga en Torreón.La misma noche en que Fanny desapareció El Rudy y La Cony preinauguraron el bar Club Fox en la esquina donde la niña fue vista por última vez. Había muchas camionetas con placas de Tamaulipas. En una de éstas, apuntan las investigaciones, se la llevaron.
En el diagnóstico referido se advierte que la encargada del bar tenía relación con “el comandante René de León, del Grupo Antisecuestros de Torreón, y que es tía del Moyo o Chuyín. La averiguación se vició y no tuvo frutos en el grupo antisecuestros, que por cierto tuvo un gran descalabro” cuando su director, Enrique Ruiz Arévalo, fue secuestrado el 15 de mayo de 2007 y no se volvió a saber de él sino hasta que apareció en un video, torturado y declarando sobre presuntos vínculos de autoridades locales con integrantes del crimen organizado.
El Moyo y miembros de su familia asediaban a Fanny cuando ella vivía en esa zona de la ciudad. Le gritaban cuando la veían en la calle y la llamaban “presumida” y “altanera” porque no les respondía. También la llamaban por teléfono. Seis meses antes de su desaparición, desde un coche, le sacaron fotografías. Una vez la defendió nada menos que el boxeador Marco Antonio Veneno Rubio, quien, al ser testigo del hostigamiento que sufría la niña en la calle, los increpó: “A ella no”. Y, por esa vez, la dejaron en paz. En otra ocasión Fanny fue a la tienda en compañía de un amigo de su hermano. Comenzaron a molestarla y el joven también trató de defenderla. Hasta que le rompieron el brazo....................sigue.
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El asesinato de Nepomuceno Moreno
El activista buscaba a su hijo desaparecido en 2010. Foto: Mónica González
La muerte del activista Nepomuceno Moreno el lunes 28 de noviembre en Hermosillo, Sonora, suscitó una serie de reacciones que involucraron a los familiares de la víctima, al procurador Abel Murrieta Gutiérrez, a la procuradora de Atención a Víctimas, Sara Irene Herrerías, al mismo gobernador, Guillermo Padrés Elías, a los representantes del Movimiento por la Paz e incluso a la Secretaría de Gobernación..................sigue.
http://www.msemanal.com/node/4993
“Si su plan es matarme, pues ya”, dijo “Trino” a paramilitares
Tirados boca abajo en una brecha oculta por la selva sólo escuchamos los golpes secos y los lamentos ahogados de Trinidad de la Cruz Crisóstomo, de 72 años; detrás de nosotros alguno de los cuatro sujetos armados que nos emboscaron lo tortura mientras otros nos vigilan, cortan cartucho, preguntan cosas y amenazan. Entre los cuatro encapuchados no suman el número de años del anciano al que están matando lentamente...........sigue
http://www.proyectoambulante.org/?p=11447
México: ¿Quién era don Trino y cuál fue su lucha?
Trinidad de la Cruz Crisóstomo usaba el apelativo de El Trompas por cuestiones de seguridad, ante las permanentes amenazas en su contra por el crimen organizado y los paramilitares que operan en Ostula, en la costa de Michoacán.
De 73 años, valiente y comprometido con su pueblo –como lo definen sus compañeros–, Trinidad, o Don Trino, estuvo a la cabeza de la guardia comunal y de los nahuas que el 29 de junio de 2009 recuperaron un predio del litoral del Pacífico michoacano de más de mil hectáreas, que durante 40 años estuvo invadido por supuestos pequeños propietarios provenientes del poblado de La Placita, municipio de Aquila.
Conocido también como El Maíz oEl Maizón, Don Trino ocupó los dos cargos máximos que se pueden tener en una comunidad: juez tradicional en repetidas ocasiones y jefe de tenencia de la tierra. Fue también el comandante de la guardia comunal y el primer encargado del orden del nuevo poblado de Xayakalan, construido sobre las tierras recuperadas.
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http://www.proyectoambulante.org/?p=11154
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