fe de erratas

21 dic 2011

Sentido adiós a MILENIO

Sentido adiós a MILENIO


Héctor Tajonar


La televisora y el candidato tricolor constituyen un binomio político-electoral indivisible y, para muchos, invencible. Los concesionarios de la televisión han pasado de ser soldados del presidente a inventores de presidenciables.
Apreciado Carlos Marín:
He reflexionado acerca de la breve conversación telefónica que sostuvimos la semana pasada y he tomado la decisión de suspender mi colaboración semanal en MILENIO Diario. Antes de exponer mis razones, quiero agradecerte el haberme invitado hace cinco años y medio a colaborar en este diario después de haber publicado, a solicitud mía y en calidad de columnista invitado, el texto titulado “¿La rebelión de las masas?”, fechado el 16 de julio de 2006. Desde entonces he podido expresar con toda libertad mi visión personal, independiente y crítica acerca del acontecer político nacional. Tu proposición de modificar esas condiciones me obliga a escribir esta carta de renuncia, con la atenta solicitud de que sea publicada en el espacio que tuviste a bien asignarme en Acentos.
Me has pedido que dejara de criticar a Televisa en mi columna, aduciendo que MILENIO Televisión está asociado con esa empresa para sus transmisiones en cable. Comprendo que en la actual coyuntura preelectoral mis puntos de vista puedan resultar disfuncionales para los legítimos intereses empresariales de esta casa editorial. Sin embargo, sabemos que en el ámbito de los medios de comunicación, los intereses empresariales se traducen en políticas editoriales. Ello me impide aceptar tu planteamiento. Permanecer en esas condiciones significaría no sólo coartar mi libertad de expresión sino convertirme en cómplice pasivo de una situación política con la cual no comulgo. Ha llegado el momento de marcharme.
Durante 40 años he estudiado la relación entre el poder político y los medios de comunicación, en especial la televisión, y como sabes trabajé en Televisa durante dos décadas. Por tanto, puedo decir sin el menor asomo de vanidad que cuento con las herramientas teóricas y empíricas para hablar acerca de estos temas con suficiente conocimiento. Así lo he hecho desde la soledad de mi escritorio y mi conciencia en este espacio del que hoy me despido.
Ahora más que nunca cobra actualidad la conocida advertencia de Karl Popper: La televisión se ha convertido en un poder político colosal, el más importante de todos… Se ha vuelto un poder demasiado grande para la democracia. Ninguna democracia puede sobrevivir si no se pone fin al abuso de este poder.

Televisa es el ejemplo más claro del abuso de ese poder sin control, su inocultable vínculo con el candidato del PRI representa una burla a las leyes electorales del país y el riesgo de un grave retroceso democrático. La televisora y el candidato tricolor constituyen un binomio político-electoral indivisible y, para muchos, invencible. Los concesionarios de la televisión han pasado de ser soldados del presidente a inventores de presidenciables. Por ello, dejar de criticar a Televisa, como me lo has pedido, equivaldría a dejar de criticar a Peña Nieto. No puedo aceptar el ejercicio de un periodismo amordazado.


Interpreto tu exhorto a la autocensura como el resultado de una presión de los estrategas de Peña Nieto, cuya función primordial es cuidar la imagen pública del candidato, la cual ha resultado un tanto dañada en días recientes. Entiendo que les haya incomodado mi texto publicado hace dos semanas en este espacio, titulado “Los dos Peña Nieto”, en el cual menciono que la popularidad del personaje está íntimamente vinculada al secreto mejor guardado por el candidato del PRI: el costo financiero y político de su alianza con Televisa.
Hace seis años, Santiago Creel fue derrotado en la elección interna del PAN por Felipe Calderón debido a que se dio a conocer que, siendo secretario de Gobernación, el delfín de Fox intercambió presencia en la pantalla televisiva por permisos de casas de apuestas para Televisa. Los artífices de esa táctica son los mismos que se han encargado de diseñar la hasta ahora exitosa estrategia de comunicación política de Peña Nieto. Es comprensible que la máxima prioridad de dichos estrategas sea impedir que el fracaso de la alianza de Televisa con Creel se repita ahora con Peña. Si alguien estorba es preciso neutralizarlo.
En consecuencia, se ha recurrido al método del PRI de siempre: cooptar o silenciar. El mismo que usaron antes Echeverría, López Portillo y Salinas. Surge ahora el neoautoritarismo peñista. El episodio del que soy protagonista involuntario constituye un grave precedente de lo que tendríamos si el candidato de la pantalla resultara vencedor en las elecciones del año próximo.
El disenso no debe equipararse con la enemistad. Felicidades.

•••

Adiós a los periodicazos
Basta leer en MILENIO a Álvaro Cueva o ver los cartones de Jabaz y Rapé para saber que Tajonar miente al decir que le pedí “dejar de criticar a Televisa”.

Le llamé hace pocos días, eso sí, para comentarle que sus colaboraciones trasminaban rencor hacia la empresa en que trabajó 20 años; recordarle que esta casa editorial está asociada en los sistemas de cable en el norte de México (para nada en la señal de MILENIO Televisión) con Televisa; que en este diario no hacemos campañas para denostar ni encumbrar a nadie, y le previne de que sus textos estaban descendiendo a nivel de periodicazos (de septiembre a la fecha, uno de cada tres contra Televisa).
Tajonar imagina que mi comentario es “resultado de una presión de los estrategas de Peña Nieto…”.
No, Héctor: desconozco quiénes y cuántos sean, y ni ellos ni nadie me ha buscado nunca para comentarme nada que hayas escrito jamás.
Carlos Marín
http://www.milenio.com/cdb/doc/impreso/9082998 

Reconoce Grupo Milenio sociedad con Televisa

Las instalaciones de Televisa San Ángel. Foto: Miguel Dimayuga
Las instalaciones de Televisa San Ángel.
Foto: Miguel Dimayuga
MÉXICO, D.F. (apro).- El director general editorial de Grupo Milenio, Carlos Marín, admitió en su carta de respuesta al columnista Héctor Tajonar que este grupo “está asociado en los sistemas de cable en el norte de México con Televisa”, el principal corporativo de medios de comunicación en el país, aunque aclaró que “para nada en la señal de Milenio TV” que se transmite en televisión restringida.
En esta carta, Marín considera como una “mentira” el argumento de Tajonar, colaborador semanal durante cinco años en Milenio Diario, quien renunció a sus colaboraciones y reveló en una carta pública que Marín le pidió que “dejara de criticar a Televisa” en su columna, “aduciendo que Milenio Televisión está asociado con esa empresa para sus transmisiones en cable”.
Tajonar argumentó también en su carta titulada “Sentido adiós a Milenio”: “dejar de criticar a Televisa, como me lo has pedido, equivaldría a dejar de criticar a Peña Nieto. No puedo aceptar el ejercicio de un periodismo amordazado”.

El excolaborador, quien trabajó durante 20 años en Televisa, también interpreta que el “exhorto a la autocensura” en Milenio es “el resultado de los estrategas de Peña Nieto, cuya función primordial es cuidar la imagen del candidato, la cual ha resultado un tanto dañada en días recientes”.
“Entiendo que les haya incomodado mi texto publicado hace dos semanas en este espacio, titulado Los dos Peña Nieto, en el cual mencionó que la popularidad del personaje está íntimamente vinculada al secreto mejor guardado por el candidato del PRI: el costo financiero y político de su alianza con Televisa”.
En la revista Proceso se ha documentado desde octubre de 2005 que el ahora exgobernador del Estado de México firmó un primer convenio anual (2005-2006) con Televisa y sus empresas intermediarias –TV Promo y Radar– por un monto total anual de 742 millones de pesos, incluido “entrenamiento de medios”, entrevistas pagadas en los espacios informativos y un “plan de trabajo para llevarlo a la candidatura presidencial.
También la alianza entre Grupo Milenio y Televisa quedó confirmada desde que la empresa de Emilio Azcárraga Jean adquirió desde marzo de 2006 el 50% de Televisión Internacional S.A. de C.V. (TVI), propiedad de Grupo Multimedios, al cual pertenece el Grupo Milenio.
TVI ofrece los servicios de televisión por cable en las principales ciudades del noreste del país, como Nuevo León y Coahuila, y es propiedad de Francisco González Sánchez, presidente también de Grupo Milenio.
Televisa incrementó ya su inversión en TVI que ahora se denomina Televisa Monterrey y forma parte de la alianza entre Cablevisión, Cablemás y Megacable para dar los servicios de triple play conocidos como Yoo.
El director editorial Carlos Marín confirmó en su carta de respuesta a Tajonar lo que durante años han negado a nivel público tanto Milenio Diario como Televisa.
Reacción en redes sociales
Durante toda la mañana del miércoles 21 de diciembre, en Twitter la salida de Héctor Tajonar se convirtió en uno de los temas más mencionados (trending topic), destacando este suceso como una identificación de intereses entre Grupo Milenio, Grupo Televisa y la campaña de Enrique Peña Nieto, el político que ha destinado más recursos para promoverse en medios de comunicación electrónica.
Por ejemplo, la cuenta @Libreria_EPN sintetizó: “La renuncia de Héctor Tajonar a Milenio, confirma el enorme peligro para la democracia que representa la alianza entre Peña Nieto y Televisa”.
@NetasMx: “El columnista Héctor Tajonar renuncia a Milenio. Le pidieron no criticar a Televisa el #PRI y Peña @EPN. 1 ejemplo de lealtad a la profesión!”.
También en diversos sitios en internet y en blogs se destacó la historia como un vínculo de protección entre Televisa y Peña Nieto: www.el5antuario.org
 

1 comentario:

Anónimo dijo...

¿Y ahora? ¿Donde quedo la libertad de expresión? Si a usted lo querian censuraron y aun asi tuvo el valor de hablar, ¿cuantós periodistas se han dejado comprar por el dinero de Televisa y Peña Nieto? Ahora con los precandidatos del PAN, Santiago Creel esta en contra de los monopolios, es una buena propuesta, si llega como candidato del PAN le daré mi apoyo para que no sigan censurando a los periodistas.