Reciben "las Patronas" a la Caravana por la Paz en Veracruz
2011-07-31 19:24:00Amatlán de los Reyes, Ver., 31 Jul. (Notimex).- Con 15 años dando de comer a migrantes que transitan por el país a bordo de "La Bestia" para alcanzar el sueño americano, "Las Patronas", recibieron a la Caravana Paso a Paso por la Paz, que recorre Veracruz desde el jueves.
En el comedor ubicado a escasos metros de la vía del ferrocarril, cientos de migrantes, en su mayoría hondureños, hicieron escala para convivir y continuar compartiendo las historias de dolor que han venido señalando durante todo su periplo.
Familiares de desaparecidos con sus inseparables carteles y fotografías de sus parientes, centroamericanos que viajan con una pequeña mochila, ya tostados por el sol, todos jóvenes, convivieron con este grupo de mujeres que casualmente inició esta labor humanitaria reconocida a nivel internacional.
"Imagínese cómo me voy a sentir, feliz, porque pues como empecé, no pensaba llegar a esto, es una cosa muy bonita, cuando iba yo a pensar que llegara una familia así de grande", expresó Leonila Vázquez, la primera de tres generaciones de mujeres que realizan esta labor a orillas de las vías.
Recordó que una mañana de un domingo cualquiera de hace 15 años, dos de sus hijas, al regresar de la tienda tras comprar pan y leche, se detuvieron ante el paso del tren donde vieron que en los vagones iban personas que reclamaban con urgencia alimento.
"Madre, tengo hambre", gritaban, mientras se alejaba "La Bestia", dos, tres cuatro vagones y al siguiente con un impulso inesperado, entregaron el pan la leche. Después "la tristeza" al saber que la comida sería insuficiente para el número de indocumentados.
"Ya en la tarde entre la familia comentamos que los que iban en el tren nos pidieron la comida, agarrándola con mucha ansia; entonces entre todos nos pusimos de acuerdo para hacer comida", dijo.
Fueron 25 lonches inicialmente. Una bolsa con un poco de arroz y dos huevos, ahora son 300 diarios, en algunos ocasiones se incluye atún, frijoles, pan, todo depende de las donaciones que la sociedad civil les hace, sin embargo, si estos se agotan en el primer tren, van de vuelta a la cocina y continúan guisando.
"Hay personas que nos donan arroz, frijol, aceite, atún, ropa, papel higiénico, sal, bolsas, hilo aria, zapatos y ya solo ponemos nuestro trabajo", señaló la mayor de "Las Patronas".
Cocinan al aire libre en grandes ollas, donde cuecen el arroz, verduras si en el mercado los locatarios se organizan y les regalan el sobrante, todo a leña en una estufa construida con barro.
La comida la colocan en bolsas que después reparten en las vías de un tren que circula velozmente con su tonelaje de metal, ahí distribuidas cada 50 metros, levantan los brazos con los lonches para que los migrantes colgados de los vagones, con un ágil movimiento, se los arrebaten de las manos.
Por su lado, Bernarda Romero Vázquez, una de las dos hermanas que iniciaron con esta labor humanitaria, está contenta que ahora los medios de comunicación estén difundido su tarea, la cual consideró es fundamental para apoyar a los centroamericanos.
"Que bueno que esto se está donde a conocer, que la gente se entere lo que estamos haciendo y que más personas se incluyan en este trabajo y ayude, porque esos hermanos lo necesitan", expresó.
Recordó que ahora trabajan en las tareas de alimentar a los migrantes 12 personas, principalmente familiares, que representan a tres generaciones, todas mujeres.
"Estamos contentas y continuaremos con este trabajo hasta que Dios lo permita", dijo, mientras sin dejar de servir a los integrantes de la Caravana, no pierde atención de que el silbido del tren sea el anuncio de su proximidad y se convierta el convivio en momento de tomar las cajas que almacenan los alimentos y correr a las vías para repartirlos.
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