fe de erratas

8 may 2014

Gil Díaz, Oceanografía, Telefónica y Telmex o el botín


Gil Díaz, Oceanografía, Telefónica y Telmex o el botín
I. Para defender su parte del botín en telefonía, Slim, Azcárraga, Salinas Pliego, Gil Díaz… Y los que se agrupan como manada en la madriguera de la Cámara Nacional de la Industria de Telecomunicaciones por Cable (Canitec), con la participación de Peña y los senadores al servicio de Azcárraga y socios, andan rabiosamente en pos de la rebatiña por las leyes reglamentarias o “secundarias”, para volverse a quedar con lo que tenían, y si se puede –con el aval peñista– quitarle al multimillonario Slim e hijos otra parte de ese botín. Todos venden pésimos servicios con tarifas de ladrones, y a nadie le interesan los desamparados consumidores que son víctimas de la denegación de justicia, aún cuando les roban a lo descarado.
Slim declara tener solamente 70 mil millones de dólares, pero en verdad tiene más de 100 mil millones de los verdes y lo oculta desde su mansión en Nueva York, donde pasa las noches lejos del mundanal ruido e inseguridad de México. Con sus pantalones de mezclilla, católico, apostólico, romano y libanés, homenajea a la guadalupana con desayunos en su Sanborn’s de los Azulejos, y el 12 de diciembre de cada año no hay servicio al público sino hasta después de mediodía. Amasó su fortuna desde que su tocayo y cómplice, Salinas de Gortari, dizque le vendió Teléfonos de México (Telmex) y entonces sus tentáculos se extendieron a lo largo y ancho del globo terráqueo.
II. Azcárraga odia a muerte a Slim, no obstante que éste lo financió en su momento para salir del hoyo; pero en cuanto Emilito asomó la cabeza, le mordió la mano y se pelearon al grado de que no se pueden ni ver. Los demás de la jauría quieren arrebatarle parte del botín, sobre todo Salinas Pliego y Francisco Gil Díaz. Éste fue funcionario toda su vida en el sector hacendario. Y Fox, al designarlo titular de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, no veía a Slim como el monopolista que es. Pero ya jubilado con una pensión millonaria del sector público y presidente de la compañía Telefónica (¿de México?) cambió de parecer y se le quitó la miopía, para orquestar con su cártel una campaña contra Telmex-Telcel, haciendo declaraciones en desplegados que no suscribe. Ninguno de ellos se ha sometido al estado de derecho con el que navega Gil Díaz.
III. El caso es que un hermano y un sobrino de Gil Díaz están hasta el cuello en el atraco de Oceanografía que documenta la revista Contralínea en sus ediciones 377, 378 y 379. Gil Díaz sabe mucho de la empresa de Yáñez Osuna, detenido en su mansión de Acapulco como “arraigado” para que suelte la sopa y seguirle la huella a toda la pandilla: funcionarios de Petróleos Mexicanos, de Hacienda, de Citigroup –donde han nombrado a Zedillo consejero para que dé los nombres de quienes le metieron tremendo gol a Banamex. Así, todos a una: Slim, Gil Díaz, Azcárraga, Salinas Pliego y la Canitec, junto con los senadores Lozano Alarcón y Melgar, entre otros, se disputan el botín de la telefonía por cable e inalámbrica. Habría que expropiarlos, sacarlos del país y organizar ese mercado, si bien con capitalistas, al menos no tan voraces como los que están hasta el cuello en la corrupción y ponen ventiladores para salpicarse mutuamente el excremento.
*Periodista

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