Jueces, gobiernos y legisladores buscan pensiones vitalicias; ¿seguirá dormido el pueblo?
Pedro Echeverría V.
1.
La corrupción política o entre políticos en México es profunda, por
ello el pueblo los rechaza de manera abierta; pero lo mismo puede
decirse en los negocios económicos entre empresarios, medios de
información y gobierno. Desde hace algunas décadas también ha estado
presente esa terrible corrupción en los jueces del Tribunal Electoral,
los del Instituto Nacional Electoral (antes IFE) y la Suprema Corte de
Justicia cuyos salarios y privilegios son insultantes: de 400 salarios
mínimos, es decir, cada uno cobra salario de 400 trabajadores. Es una
verdadera mentada de madre al pueblo y un cinismo vil sobre todo cuando
nos enteramos que les tienen asignados coches, camionetas, choferes,
vigilantes, guardaespaldas, servicio médico y gastos para sus comidas y
paseos. Ahora buscan una pensión vitalicia. ¡Cuánta mierda!
2. A los ex presidentes de la República les otorgan una pensión y
privilegios por vida iguales a los que tenían en funciones; el pueblo
lo sabe, se queja y protesta, pero se sigue sangrando el presupuesto sin
que se haga nada para evitarlo. En alguna ocasión se dijo que el
salario del funcionario de gobierno debería ser el de "un obrero
calificado" o como en Marinaleda un salario igual al de los obreros.
Pero no, en México se cobran mayores salarios que los gobernantes de
EEUU. Sin embargo todo esto de la corrupción es bien sabido, el problema
es que en México no hay movimientos fuertes ni partidos políticos que
luchen contra ella. Se deja sola a la población para que los medios de
información y el clero se sigan apropiando de sus mentes metiéndole toda
la basura en forma de novelas, deportes, espectáculos y sumisión.
3. La realidad es que no es correcto decir que "cada pueblo tiene el
gobierno que se merece" porque si así fuera podría decirse que todos los
pueblos del mundo son muy ignorantes, tontos o cobardes. Creo que sería
mejor decir que cada pueblo tiene el gobierno que le imponen por las
clases poderosas a pesar de mantener cierta resistencia. Pienso también
que los partidos políticos nacen en nombre del pueblo, dicen defenderlo,
pero obedecen a intereses de las clases pudientes que les otorgan
apoyos para mantenerlos con vida. En México y en el mundo los partidos
están divorciados de las masas, muy lejos de sus problemas porque quien
los mantiene es la clase dominante. ¿Son acaso los partidos registrados
parte del Estado y la clase dominante a pesar de que digan lo contrario?
El caso del PRD y su dirección política es lo más novedoso.
4. Si los partidos no dijeran en su declaración de principios y
programas que nacen para defender al pueblo, no tendrían muchos
seguidores. Todos los partidos en México: PRI, PAN, PRD, PCM, PPS,
proclamaron ese objetivo, pero con el paso del tiempo se fueron
convirtiendo en un burocracia política cuyo fin central ha sido y es
conservar la estructura partidaria por encima de cualquier disidencia.
En las últimas décadas, por su comportamiento funesto, ha crecido el
repudio a los partidos porque los consideran un gran negocio de
políticos. Hoy se habla más de Frente Amplio, de Movimiento, de
Organización, que de partido. Por ello se pidió en su momento a López
Obrador que influya para que la organización MORENA no se convierta en
partido verticalista y que siga teniendo el carácter amplio de
Movimiento que busque la dirección horizontal.
5. Solamente en el pensamiento anarquista se hace a un lado la idea de
crear partidos, dirigentes políticos, Estados, naciones, patrias,
himnos, banderas, incluso héroes. Para los anarcos los partidos, así
como la familia vertical, patriarcal y autoritaria, son el origen del
gobierno, el Estado y la sociedad de clases. Por el contrario ellos
plantean que las organizaciones no deben ser fijas, permanentes, con
dirigentes jerárquicos, sino simples coordinaciones rotativas que
impidan el surgimiento de personas que mandan y otros que obedecen. La
organización sólo se da en la lucha, en las batallas para nuevamente
disolverse para evitar la formación de cualquier dirigencia burocrática.
Por ello ha nacido el grito contra los partidos y las jerarquías para
dar paso a la autogestión y al autogobierno, a las coordinaciones, los
movimientos y los frentes.
6. Jesús (Chucho) Ortega -desde hace más de 15 años- ha sido el jefe
máximo (político e ideológico) de los "chuchos" del Partido de la
Revolución Democrática (PRD). En 2006 fue el jefe de campaña del
candidato presidencial López Obrador y tuvo la fuerza para dejar como
heredero en la jefatura del PRD a su "hermano" Jesús (Chucho) Zambrano
que actuó –casi por obligación- como si fuera "jefe de campaña" de AMLO
en 2012. Sin embargo, a pesar de ello, la desconfianza y los
enfrentamientos entre "Chuchos" y AMLO fue mutua porque es obvio que
las posiciones políticas son diferentes. Ortega, Zambrano, Graco Ramírez
y Acosta Naranjo, Navarrete, han estado siempre por la política de
negociación con el PRI, el PAN, el presidente, con quien sea; López
Obrador (aunque también pacifista y electoralista) demostró, ha
demostrado, mucha mayor decencia y honradez.
7. El PRD, fundado en 1989 por corrientes del PRI, del PCM,
socialdemócratas oportunistas y pequeños grupos de partidos de izquierda
radical, caminó siempre hacia la derecha. Desde hace unos siete años es
controlado por "los chuchos". El chucho mayor (Ortega) fue mucho más
hábil porque se origina de un partido creado por aquel famoso Aguilar
Talamantes que se integró al CNAO en 1971, presidido por Heberto
Castillo y Demetrio Vallejo. Cuatro años después fundó el PST que era
una organización muy oportunista aliada al PRI. Como el antiguo PPS,
afirmaba Talamantes que "el PRI no es monolítico porque en el hay
funcionarios con verdadero espíritu de servicio y que la Constitución
era la vía mexicana al socialismo". El chucho menor (Zambrano) parece
tener origen en la lucha guerrillera, pero haber formado parte de los
"arrepentidos". Prefirió subordinarse al Pacto con el PRI y el PAN.
8. Pero el entreguismo del PRD no puede verse sólo obra de sus ex
presidentes entreguistas: Amalia García, Rosario Robles, Jesús Ortega o
Jesús Zambrano; también los Cárdenas, Muñoz Ledo, el mismo López Obrador
y demás interinos, contribuyeron con su "granito de arena" para hacer
lo que es hoy el oportunismo del PRD. Unos más y otros menos,
permitieron que el PRD se llene de expriístas y oportunistas de toda
línea. Así que los "chuchos" sólo llegaron a la dirección del PRD para
terminar de enterrarlo. ¿Cuál deberá ser el camino del PRD después de la
decisión que tome su congreso de imponer a Cárdenas o al siguiente
"Chucho" Navarrete? Con Cárdenas pueden cambiar algunas cosas, pero no
muchas porque el PD es una estructura parecida al PRI y PAN.
9. Los "chuchos" obtuvieron con Graco Ramírez la gubernatura del estado
de Morelos y AMLO obtuvo la de Tabasco con Arturo Núñez; sin embargo la
verdad es que por lo menos el 50 por ciento de los votos ganadores del
PRD en gubernaturas, presidencias municipales o legislaturas, se los
deben a López Obrador que, como político, se ha convertido en un símbolo
del progresismo electoral. Pero ni en Morelos ni en Tabasco ha cambiado
nada para bien; pareciera que gobiernan PRI o PAN. En México, como en
todo el mundo, las pequeñas reformas sólo prolongan, entretienen, la
agonía del pueblo pobre y miserable. La estructura capitalista tiene el
poder y la fuerza para resistir e imponerse a cualquier caricatura de
"progresismo".(23/V/14)
http://pedroecheverriav.wordpress.com
pedroe@cablered.net.mx
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