“Más vale una vez colorado, que mil veces rosita…”
Porque luce que no se resolverá. Los oportunistas portando las siglas del PRD con la anuencia de Los Pinos, van con un mojigato Ebrard cuyo 27% de aceptación se diluirá, se autodestruirá dentro de su incipiente rapaz minoría. La gente ya conoce, pues, quiénes insisten en dividir. Se merecen una patada en el culo sin condescendencias, pero se nos pide paciencia.
Se lanza Ebrard a la campaña chucha, pues, sin darle vergüenza, para intentar restarle presencia, sin lograrlo, a la conquista de las conciencias mexicanas lograda por el peregrinaje del líder tabasqueño a través de la nación. Pero la gente ni lo pela.
La actitud de AMLO con respecto a la candidatura de Ebrard, a la supuesta perreta de inconformidad cupular perredista por su propia postulación y a la constante enfrenta hacia su evidente liderazgo inalcanzable, es: “Dejarlo hacer, pues sólo hasta cuando se sepa perdido, volverá”.
Sin embargo, el pueblo demanda que se desenmascare a Marcelo Ebrard, que se le haga real. Los Chuchos le rinden la pleitesía acordada y pavoneado el regente capitalino, acepta gustoso las lisonjas panperredistas.
El MORENA no los necesita. Son sólo unos cuantos entes “copulares” y descarados del PRD, rebautizados como “neoliberales de izquierda”. Pero los detendrán en seco los millones de militantes de ese partido, que ubican muy bien a los que se dicen amarillos, pintaditos por debajo de azul/rojo. No engañan.
Se percibe que AMLO ha decidido que la misma gente sea quien les corte las alas o que se las corten a sí mismos con sus actos rastreros, lo que pronto sucederá.
Pero que sea pronto. Porque nadie desea permanecer relacionado con esa sarta de pragmáticos oportunistas sin ética, que se han mostrado ante nosotros como indignos personajes de doble cara.
Así que...
más vale una vez colorado; que mil veces rosita…
Por el bien del movimiento que salvará a nuestro México…tan históricamente traicionado.
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