Se va Denise… y “le faltó atar un cabo.”
Rara vez leo la columna de Denise Maerker en el Universal, al hacerlo este lunes, me entero que se va del periódico para dedicarse a otro proyecto, que no revela, pero que asegura requiere de toda su concentración, prometiendo a sus lectores que no pasará mucho tiempo para que vuelva a compartir con ellos en ese mismo espacio de opinión.
Como despedida, se avienta una letanía de cómo evitar que vuelva el PRI al poder con Enrique Peña Nieto. Un PRI que México no olvida y que en nada ha cambiado.
Pero a la vez indica en su texto, que gracias al desastre que han armado de sus respectivos partidos el PAN y el PRD, es que volverá el dinosaurio. Por lo que estos dos partidos se merecen su fatídico regreso, aunque no nos lo merezcamos el resto de los mexicanos.
A pesar de que acepta que” Fox y el PAN hicieron de todo” para que “el peligro para México no ganara en el 2006” dice así mismo que AMLO, por su lado, tampoco aceptó nunca la legitimidad de la presidencia de Calderón, implicando que ambas acciones fueron inaceptables. Pero se enreda sola.
Aquí le recuerdo que fue el PRI quien cometió el fraude 2006, no sólo el PAN. Que sea seria, porque bien conoce que ambos partidos negociaron para concretarlo. ¿Dónde dejó a Elba, a la alianza Salinas-Fdez de Ceballos? ¿Por qué no habla claro a sus lectores?
Su ambivalencia para no dejar salir la verdad, es obvia.
Ignoro qué le impide o por qué le tiene miedo a escribir que simplemente se concretó un fraude electoral en el 2006. Quizá porque no puede aceptar que la línea editorial o el temor al “qué dirán”, no se lo permiten. Quién lo hubiera dicho, de esta particular periodista.
Pero entre líneas se percibe que ella reconoce el fraude como una realidad y a AMLO como la mejor carta que teníamos entonces y que tenemos hoy los mexicanos para la presidencia de la República.
Luego de leer la última columna que redactará por tiempo indefinido la señora Maerker en el Universal, no puedo dejar de comentarle, que olvidó mencionar en ella, que la campaña presidencial 2012 de AMLO, no está de ninguna manera asentada en el PRD, que en efecto se contaminó cupularmente. Sólo se apoya en las bases, que se oponen a los dictámenes cupulares, e irán con toda la organización motora que hoy poseen nacionalmente junto con PT, Movimiento Ciudadano, asociaciones y patriotas apartidistas afines al MoReNa, para derrotar a Enrique Peña Nieto.
Y esta fuerza civil progresista encabezada por AMLO, será la única corriente opositora con la autoridad moral, que podría vencer al PRI. Le faltó atar este cabo.
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