fe de erratas

30 jun 2014

Peña sigue en la fiesta.

¿De veras, señor Peña, difundir la realidad?



I. Metido de lleno en la adicción futbolera, el señor Peña de todas maneras no pierde escenario para soltar su discurso de que las cosas económicas, políticas y sociales del país van viento en popa. La nave estatal, con 40 millones de remeros sin empleo, 70 millones de pobres y más de 20 millones en la hambruna, es una nave surcando los mares de la recesión, es decir, la paralización de la economía. Porque sus propuestas de leyes reglamentarias para poder ejecutar, administrativamente, sus más contrarreformas que reformas, tienen a un Congreso de la Unión enredado, no en transacciones con las diversas fuerzas, sino en la rebatiña por ver quién obtiene más ventajas con fines electorales. Y mientras, de los 118 millones de mexicanos que somos, más de 100 millones sobreviven en una crisis de bajo consumo por el alza infame de los precios. Lo que significa que todos viven al día en un presente angustioso que, para colmo, está sitiado por todas partes debido a la sangrienta inseguridad.
II. Aún así Peña sigue en la fiesta. Y para demostrar su patriotismo futbolero asiste con la corbata verde todos los días a todos los actos que le programan. Está con los cónsules honorarios que, en sus respectivos países, son gestores de asuntos mexicanos. La nota de Elvira Vargas (La Jornada, 18 de junio de 2014) nos informa de cómo Peña ya se sabe de memoria lo que Videgaray le receta por telepromter o a través del chip en la oreja bastante oculto, y lo dice con soltura. Les dijo a los japoneses, estadunidenses, europeos, etcétera, que difundan la realidad mexicana; que somos la segunda potencia económica de América Latina. Lula da Silva acaba de hacer un análisis devastador que Peña no tuvo palabras para replicar, con el pretexto de que Brasil y México “somos amigos”. Que “nos estamos preparando para ser un activo protagonista de la economía global”. En suma, les pintó un cuadro fantasioso. Porque la realidad mexicana es que con los casi 2 años de peñismo, en todos los aspectos y con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía, del Banco de México y el Fondo Monetario Internacional más otros indicadores, vamos en caída libre al estancamiento.

III. Peña continúa envuelto en la más febril fantasía. Él y Videgaray acordaron imponer una reforma fiscal que tiene en rebeldía a los empresarios e inversionistas. Y congelaron el gasto público; e incluso las obras anunciadas de miles de millones de pesos han sido de pura saliva. Mientras lo destinado a la pobreza-hambre son paliativos demagógicos. Todo este tiempo se ha ido con puros viajes de turismo. ¡Hubieran visto su cara a la hora de sus condecoraciones! Y se le caía la baba ante los monarcas españoles. Peña ya es un presidente más del montón y no obstante que en un discurso arrasó con sus antecesores: De la Madrid, Salinas, Zedillo, Fox y Calderón. Él ya pertenece, como el sexto, a ese cártel de expresidentes que arruinaron al país, desechando la percepción de que lo peor fueron aquellos, pues el peñismo resultó peor y más de lo mismo. Porque el presidencialismo sigue llevando a cabo “un estilo personal de mal gobernar”.
*Periodista


 Lunes, 30 de Junio 2014

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