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Carta de María de las Heras a Círo Gómez Leyva en 2008
                           Redacción/SDP           |                       22 de Marzo, 2010 - 15:45      
                     Semanas antes a la incorporación del Gabinete de  Comunicación Estratégica a Milenio TV, el  ahora extinto periódico “El Centro” publicó una carta de María de las  Heras cuestionando la metodología del gabinete en realizar las  encuestas, en una carta enviada al periodista Ciro Gómez Leyva. 
Semanas antes a la incorporación del Gabinete de Comunicación  Estratégica; encuestadora dirigida por el Sr. Liébano Sáenz, a Milenio TV, el ahora extinto periódico “El Centro” publicó  una carta de María de las Heras cuestionando la metodología del gabinete  en una carta enviada al periodista Ciro Gómez Leyva, fechada el 10 de  junio de 2008. 
En la misiva de las Heras puntualizó y cuestionó los errores  cometidos por el gabinete para la realización de una encuestas en los  que sobresalen: 
1. La omisión de detalles en los resultados de una encuesta  telefónica aplicada de 60 preguntas, en donde los resultados no explica  el numero de rechazos, “lo que imprime un importante sesgo a la muestra,  o por lo menos muchas suspensiones a mitad de las entrevistas , lo cual  sesga la interpretación de sus resultados”, calificó. 
2. Algunas preguntas hechas al publico resultan ser tendenciosas. 
3. Liébano Sáenz, redujo los resultados para la medición la opinión  pública en solo tres grupos, que no necesariamente remiten a un  significado homogéneo entre toda la población investigada, y porque su  escala de ninguna manera es suficiente, es decir que no da como opciones  al entrevistado todas y cada una de las opciones posibles en el  espectro a medir.
4. Hace comparaciones incorrectas que se derivan de su propia  redacción y/u  opinión, buscando una 
respuesta en base a la opinión de un personaje y no de la propia institución.
respuesta en base a la opinión de un personaje y no de la propia institución.
Por último, en la carta enviada a Goméz Leyva, de las Heras dejó  abierta su disposición a discutir su trabajo con el periodista a fin de  entregar resultados más profesionales para ella y su equipo.
A continuación el texto íntegro de la carta de María de las Heras:Estimado Ciro:
         Me atrevo a escribirte estas líneas después de percibir tu  interés por los resultados de la encuesta nacional del Gabinete de  Comunicación Estratégica, resultados que comentaste ampliamente con el  Sr. Liébano Sáenz en tu programa de radio el pasado viernes, parte de  los cuales retomas el lunes en tu columna de Milenio.
         Consciente de que eres un importante líder de opinión y un  periodista al que respeto, me creo en la obligación de informarte que el  ejercicio presentado por el Gabinete de Comunicación adolece de serios  problemas metodológicos, problemas entendibles dado que el Sr. Sáenz no  tiene experiencia alguna en el área de la investigación demoscópica.
         Quizá por la necesidad de presentar los resultados de las  encuestas en los medios de comunicación y limitados por el espacio y el  lenguaje permitidos en dichos medios, los encuestadores hemos dado la  impresión de que cualquiera puede redactar una serie de ocurrencias en  forma de preguntas y después de entrevistar a una serie de individuos  escogidos sin ningún rigor metodológico, alardear que se ha hecho una  encuesta de opinión y difundir sus resultados como si en realidad  lo fuera.
         Nada más lejano a la realidad. Estoy cierta de que no  ignoras que la realización de encuestas conlleva una serie de  requerimientos estadísticos y matemáticos específicos, como también  debes saber que el orden y la redacción del cuestionario, así como las  conclusiones que se pueden obtener de un experimento de este tipo están  sujetos a reglas probadas, experimentadas y discutidas una y otra vez  por encuestadores con experiencia en todo el mundo.
         Para elaborar una muestra se requieren definiciones  probabilistas y estadísticas fundamentales que a su vez determinan la  confiabilidad y el error esperado, así como la necesidad de utilizar o  no bases de datos clasificadas por estratos homogéneos, ponderadores que  permitan nivelar posibles sesgos en el levantamiento de la información,  definición de las variables del estudio y con ellas las escalas a  utilizar, y muchas otras cosas que no necesariamente se reportan en la  nota metodológica  que se publica con una encuesta, pero que son tanto o  más importantes que cuántas entrevistas se hacen o el método que se  escoge para realizarlas.
         Desde luego tendría mucho interés en poder conocer y  discutir con el Sr. Liébano Sáenz todas estas cuestiones relacionadas  con los datos que presentó la semana pasada. No quisiera emitir a este  respecto comentario alguno hasta conocer a fondo dicha información,  aunque hay ciertos signos en la metodología que presenta que me hacen  dudar del rigor científico de su experimento, como por ejemplo que para  seleccionar la muestra de teléfonos diga que se utilizaron las secciones  electorales, condición que resulta prácticamente imposible toda vez que  no hay manera de referenciar números telefónicos por sección.
         Encuentro también en su experimento errores elementales,  evidentes a la vista de cualquiera que medianamente esté  familiarizado  con la lectura de estudios demoscópicos. Te comento algunos de ellos:
 Se trata de una encuesta telefónica en la que supuestamente se  hicieron más de 60 preguntas por entrevista. Si en entrevistas persona a  persona este número de preguntas ya es excesivo, por teléfono parece  prácticamente imposible pensar que se hicieron sin tener un enorme  número de rechazos —lo que imprime un importante sesgo a la muestra- o  por lo menos muchas suspensiones a mitad de las entrevistas —lo cual  sesga la interpretación de sus resultados.
 En algunas preguntas se  utilizan escalas no necesariamente excluyentes, como la de la pregunta  sobre si el gobernador se inclina por los intereses del partido al que  pertenece o por los intereses de los ciudadanos.
 ¿No cabe en la cabeza  del Sr. Sáenz que los intereses del partido al que pertenece el  gobernador y los de los ciudadanos pueden ser exactamente los mismos?
  Para medir la opinión pública sin duda se debe ser imaginativo, pero eso  no quiere decir que se valgan cualquier tipo de ocurrencias como las  que utiliza el Sr. Sáenz, como en el caso de la demoscopia zoológica a  la que nos somete y que resulta absolutamente inválida desde el punto de  vista demoscópico, primero porque utiliza simbologías previamente  calificadas de manera arbitraria (hormigas-trabajadoras, zorro-astuto,  perico-sin ton ni son) que no necesariamente remiten a un significado  homogéneo entre toda la población investigada, y segundo porque su  escala de ninguna manera es suficiente, es decir que no da como opciones  al entrevistado todas y cada una de las opciones posibles en el  espectro a medir.
 ¿Por qué el Sr. Sáenz no incluyó un águila o un  lagarto en su escala? 
Me atrevo a decir que porque no se le ocurrió, o  quizá porque no le convenía. En otras preguntas hace comparaciones  incorrectas que se derivan de su propia redacción, como por ejemplo la  que tiene que ver con la confianza de la gente en una serie de personas o  instituciones.
 Creo que es evidente para cualquier encuestador con la  mínima experiencia que no es lo mismo preguntar qué tanto se confía en  el Ejército que en los militares, o preguntar sobre la Iglesia o los  sacerdotes, el IFE o los consejeros  electorales, por eso tiene uno que decidir qué le interesa saber, la  confianza que tienen los ciudadanos en las instituciones o la confianza  en las personas que en un momento dado las representan.
  Si no se toma esta definición y se mantiene para todas las  personas o instituciones evaluadas, la comparación entre estas es  incorrecta, es decir, si quería comparar la confianza que se tiene en  los diputados, entonces tendría que haber preguntado la confianza en los  militares; si quería comparar la confianza en el Ejército, entonces  tendría que haber preguntado por la Cámara de Diputados.
  Te recuerdo que fue Milenio el primero que presentó en México este  tipo de variables en una encuesta y lo hemos hecho continuamente desde  el año 2001, por eso me permito afirmar que los resultados que se  obtienen pueden ser radicalmente diferentes al parafrasear de una u otra  forma este tipo de preguntas.
 Todos los encuestadores hacemos investigación telefónica, en Milenio  las encuestas semanales son telefónicas, pero no verás que ningún  encuestador serio pretende comparar los resultados de una telefónica en  Nuevo León donde la cobertura de teléfonos en vivienda supera el 80%,  con los resultados en entidades como Chiapas, Oaxaca o Veracruz, donde  la cobertura apenas ronda el 40% de los hogares. 
  No sólo el porcentaje de cobertura del servicio telefónico hace  incomparables resultados entre entidades, también desvirtúan las  comparaciones el hecho de que dichas coberturas están sesgadas hacia los  niveles socioeconómicos medios y medios altos, por lo que las encuestas  telefónicas tienden a ser favorables a las opciones de derecha,  mientras que a las opciones de centro o izquierda son  doblemente castigadas.
   Estos son sólo algunos de los problemas metodológicos que se  pueden observar a simple vista en el estudio del Gabinete Estratégico.  La total inexperiencia e improvisación del Sr. Liébano Sáenz como  experto en la materia me permiten sospechar que existen otros, que  insisto, estoy dispuesta a discutir con él en el momento que sea. 
Estimado Ciro:
   Con tristeza veo que continuamente demuestras interés en tus  comentarios por la radio o en el artículo que publicas en Milenio sobre  encuestas como la del Gabinete Estratégico conducida por un grupo nobel  en los temas demoscópicos, o por las que realiza GEA  cuya imparcialidad queda un poco en duda tomando en cuenta que desde el  2006 sus dirigentes son importantes funcionarios en el gobierno de  Felipe Calderón y sin embargo, poco o ningún comentario te merecen los  esfuerzos que semana a semana y durante ocho años hemos hecho y seguimos  haciendo en Milenio.
   Si consideras que las encuestas de Milenio tienen alguna  deficiencia o limitante metodológica, o piensas que los temas que  tratamos o la forma en que lo hacemos no es periodísticamente  interesante, por favor házmelo saber para tratar de adecuarlos  o perfeccionarlos.
   Te aseguro que siempre estaré abierta a cuestionamientos o  sugerencias para mejorar las encuestas de Milenio, sobre todo si  provienen de un periodista tan profesional como tú.
   Sin más por el momento, aprovecho para enviarte un abrazo. 
   Atentamente 
   María de las Heras
 

 
 
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