Las dos chingadas, la de AMLO y la de FCH-JVM
Elocuente y significativa la serie de columnas de diversos periódicos sobre las palabras de AMLO la semana pasada. Tanto desde el punto de quienes le atacan como de quienes ponen en evidencia la tergiversación y la guerra sucia de Milenio. De ellas se desprenden dos chingadas:1. La ya señalada y reconocida propiedad de López Obrador en Palenque Chiapas, que de acuerdo a su propia descripción y la de Ricardo Monreal en su columna “Aquí es La Chingada”, se trata de un lugar cuasi paradisiaco, sembrado de árboles frutales y maderables y de plantas de ornato que dan continuidad al gusto de la madre del candidato de la izquierda. Curioso, Monreal confirma que el nombre de este ranchito de una hectárea sola fue efectivamente inspirado por un párrafo del Laberinto de la soledad del multicitado e indispensable Octavio Paz.
2. La segunda chingada es la realidad en que se encuentra el país bajo la administración del PAN, particularmente, la de Felipe Calderón; la cual aspira heredar y continuar Josefina Vázquez Mota (no hay que negar sin embargo la colaboración priista del pasado). Como en la magnífica película El infierno de Luis Estrada, la realidad demuestra que el infierno, la chingada, no está en otra parte sino aquí mismo, en el México de todos los días.
http://www.youtube.com/watch?v=suJTY94dH1I
http://sdpnoticias.com/columna/7508/Las_dos_chingadas_la_de_AMLO_y_la_de_FCH_JVM
De la chingada a la Chingada
Una de las características que tan nítidamente distinguen al mexicano consiste en que se tiene a la expresión verbal la chingada como uno de los ejes vertebrales del orden común de sentido. El inolvidable Octavio Paz le dedicó fabulosas páginas en su Laberinto de la Soledad, quizá igualmente admirado de los múltiples usos y significados. Tal vez ninguna otra sociedad incluye en su lenguaje una palabra tan versátil, que se utiliza indistintamente como verbo o sustantivo, para halagar o insultar, según sea el caso. Igualmente se puede pronunciar para festejar, o también en tono derrotista, como lo hizo López Obrador en una reunión “privada” con empresarios, donde algún listo se puso a grabar y enseguida generó la nota del día al divulgar lo grabado:
“Tengo menos vigor, eso sí. Porque ya estoy muy cansado. ¿Te acuerdas en tu casa que te dije que si la elección era limpia y libre, si perdía, me iba yo a ir a La Chingada? ¿Te acuerdas? Y ahora sí. Es que yo tengo una quinta que me dejaron mis padres”.
El buen humor en que se mantiene Andrés Manuel López Obrador ya lo quisiera otro que no tuviera los arrestos que se requieren para ir siempre contra la corriente, que no es otra cosa que una sociedad apropiada de imaginarios envilecidos como eso de creerse que Hugo Chávez estaba detrás de la campaña de AMLO, o que en realidad su figura o posible gobierno representa un peligro para México, sin ninguna reflexión de por medio. O tan siquiera permitirse observar críticamente algo de lo que hurtan o destruyen los que según eso gobiernan.
Lo que verdaderamente ha sido y es, un peligro para éstas y las futuras generaciones, se encuentra en el torbellino de opinión desinformada que provoca la gente que se deja llevar por la marea que generan en el imaginario social los medios de comunicación, que son totalmente elitistas y poderosos a expensas de lo que han exprimido al Estado. (a través de pagos publicitarios, concesiones y todo tipo de privilegios conseguidos con argucias legaloides que les confieren a precio de ganga la explotación del espacio radioeléctrico y la fibra óptica, que supuestamente es propiedad de la nación) Padecemos una mediocracia sin contrapesos, como la definió Trejo Delarbre. ...............sigue
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