¿Él sí ya cambió?

¿Él sí ya cambió?

Capitolio     Gerardo Hernández

2012-01-18 • Acentos

La columna del lunes pasado (“La conversión del mesías”) termina así “La sucesión (...) aún no se escribe. (...) A México le falta la alternancia hacia la izquierda. Si la conversión de López Obrador es real, la transmite y convence, este mismo año podría ser presidente”.

Bertha Hilda (reservo los apellidos) comparte la tesis, pero además actúa para que se cumpla. Transcribo a continuación el correo que me escribió el martes:
“Coincido con usted, AMLO tuvo 5 años para pensar, reconocer errores y cambiar estrategia. Voté por Calderón y no pienso volver a cometer el mismo error de votar por el PAN, soy de Torreón y nunca había visto tanta ‘jodidencia’ en la Comarca Lagunera como la que hay actualmente (…) inseguridad, balaceras, robos y aparte crisis económica y desempleo. “Por el PRI, hay que estar locos para volver a votar por ellos, lo que Humberto Moreira le hizo a Coahuila no tiene nombre, y de paso con la ley Moreira-Caldera, se llevaron entre las patas a la gente de la Comarca Lagunera de Durango, si mucha gente no ‘plaquea’ no es porque no quiera, es porque uno no tiene dinero, así de sencillo.
“Mucha gente estamos muy molestas con el PRI, y no les vamos a dar el gusto a los gobernadores priistas de Durango y de Coahuila que gane su galán de telenovela chafa de Televisa, estamos corriendo la voz para que no voten por el PRI. Si gana EPN, se van a crecer y a sentirse omnipotentes, si así se sienten con todo el derecho de pisotear los derechos y de burlarse de la gente que dicen gobernar, no queremos imaginarnos como se van a crecer si gana EPN, por eso estamos haciendo todo lo que esté de nuestra parte para convencer a más gente a que no voten por el PRI.
“Estoy consciente que AMLO no es el mesías ni va a cambiar mis penas por alegrías, ni todo va a cambiar de la noche a la mañana por arte de magia, simplemente le voy a dar mi voto de confianza porque hace falta un cambio, lo que panistas y priistas le han hecho al país, no tiene nombre. “Mientras miles de campesinos de Coahuila están desesperados por la sequía, viendo como sus animales y su cosechas se mueren por falta de agua, aparte de la terrible pobreza en la que viven, Humberto Moreira está gozando del dinero que se robó, pasando el año nuevo en Cuba al lado de Fidel Castro, esto es no tener madre. Por eso no pienso votar por EPN, no pienso darles el gusto de sentirse con todo el derecho de seguir jodiendo a la gente”.
Cada vez encuentro más hombres y mujeres que piensan y actúan como Bertha Hilda. ¿Qué significa, desde su perspectiva, el “cambio”? Un modo distinto de gobernar, fiel a los sentimientos y necesidades de la mayoría amolada que al servicio de la minoría privilegiada, cada vez más reducida y dominante. Con el PAN no hubo cambio. En casi doce años de ejercer la Presidencia, los avances son insuficientes, no convencen. Tampoco persuade Enrique Peña, un candidato insuflado, vacuo. Si López Obrador vuelve a provocar euforia es precisamente porque su discurso lo distingue de los otros aspirantes. ¿Ganará el 1 de julio? En democracia todo puede suceder, porque las decisiones no las toma una sola persona, sino millones de ciudadanos libres. Si en 2000 hubo alternancia, este año también puede haberla.
Mucho depende del propio López Obrador, a quien critiqué en 2006 por populista, soberbio e insolente. ¿Él sí ya cambió?
gerardo.espacio4@gmail.com
http://laguna.milenio.com/cdb/doc/impreso/9096881 
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