fe de erratas

20 abr 2012

Convéncete: Un voto cuenta

Yvonne V. Arballo 
Si eres de los que les da lo mismo Chana que Juana, o de los que dicen ¡ay que flojera ir en domingo a votar! O piensas que un voto, el tuyo, no va a hacer la  diferencia. Convéncete, un voto cuenta y lo puedes corroborar  con los resultados de  las elecciones presidenciales  del 2006. La diferencia que le otorgó el triunfo a Felipe Calderón  fue de 0.56%, es decir, 243,934 votos en 130 488 casillas, lo que significa que tu voto,  un voto y fracción en cada casilla hizo la diferencia. 
 Ahora esgrimirás alguna de las siguientes  excusas: “ningún candidato vale la pena, todos son iguales, de todos no se hace uno” y que tú estás a favor de la abstención, del voto nulo llamado también voto blanco. 
  Citaré dos frases breves de  Octavio Rodríguez Araujo, reportero de 
 La Jornada, tomadas de su  artículo  ¿Para que sirve el voto nulo? “Llamar a anular el voto es dejar, deliberadamente, que los que sí votan, por pocos que sean, elijan [..]  por todos los demás.”  
“La abstención, como el voto nulo, no conmueve a nadie ni cuestiona en serio la legitimidad de un candidato ganador.”  ¿Lo ves? Convéncete: un  voto, tu voto, cuenta.
 
El narcotráfico, el crimen organizado, la violencia y la inseguridad son solo la punta del iceberg de la  descomposición del tejido social mexicano. Tenemos grandes problemas de  salud pública,  alcoholismo, drogadicción y  enfermedades producto de la pobreza; problema es la impunidad, el abuso de  poder, el influyentísimo y  la pobreza (¿qué harías tú si ganaras 50 pesos diarios por 8 o 10 horas de trabajo y con una familia de 4?) y la pobreza extrema (los que ganan de 1 a 2 dólares diarios),  los conflictos interétnicos y religiosos, el campo abandonado, la dependencia alimentaria, la sobre explotación de  flora y fauna, las concesiones mineras, la educación deficiente e insuficiente, pero sobre todo la deshonestidad, el engaño, el enriquecimiento ilícito de las clases políticas y la corrupción a todos los niveles. En este país si no tiene suficiente dinero o influencias, no cuentas.
 
Convéncete, salir a votar es el primer paso  que cada individuo  puede dar para ejercer la democracia, y si es un voto razonado, se están dando los pasos necesarios para el cambio en este país. Porque el cambio no depende de una persona, de un partido o un líder. El cambio iniciará cuando un nutrido número de ciudadanos decidan asumir el riesgo de hacerse responsables al elegir el proyecto que sea más conveniente para que México salga de la profunda problemática que lo aqueja.
 
 Este país necesita un capitán que desencalle el barco (no me dirán que esta anclado) y haga que se mueva aunque el casco esté agujerado. Este barco necesita también oficiales de puente, piloto, jefes, maestres, contramaestres, oficiales y marineros, todos dedicados   a la reparación y servicio de este país; y esos somos nosotros los ciudadanos que queremos poner las bases para un futuro mejor, tanto para mis hijos y nietos como para los tuyos y los de los otros.   
Razona, no te dejes llevar por la corriente, olvídate de izquierdas y derechas. Investiga quien tiene proyectos y propuestas claras respecto a la problemática  de fondo, examina el equipo  de trabajo que cada uno de los aspirantes presidenciales propone para llevar a cabo su proyecto de gobierno.
 Analiza la trayectoria publica y privada de los aspirantes, su honradez al paso de sus cargos públicos y su desempeño como servidores públicos, husmea de donde provienen sus fortunas si las hay, cuáles son su nexos y compromisos políticos, si los hay . Pregúntate  si estos aspirantes cuando han estado en cargos públicos han trabajado para ti y para otros como tú, o han servido a los intereses de sus partidos, o lo que es peor aún  a los intereses de algún  patrón/ patrocinador o padrino político
 No haga caso de las encuestas, son maniobras para mover la opinión publica la propia consulta Mitofski  declara lo siguiente: “No caiga en la tentación de creer que una encuesta preelectoral es un “pronóstico”. Hay muchas razones para afirmar que una encuesta preelectoral no tiene por qué ser un instrumento para hacer conjeturas futuristas ni adivinar con sus resultados el desarrollo de la jornada electoral. 
 (1), Tampoco haga caso de las promesas o los buenos deseos de los candidatos, no dejan de ser intenciones sin fundamento y las promesas y los buenos deseos 
 no sirven para resolver los conflictos de este país de las maravillas al que dicen que Dios dotó con todos los recursos pero al que mandó a vivir a los mexicanos. Convéncete: un  voto, tu voto, cuenta.

1).Consulta Mitofski te resuelve esta y otras dudas en el siguiente enlace: Interpretación de una Encuesta Preelectoral

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