JUAN MARCOS ISSA:
SEÑALADO EN QUEBRANTO A PEMEX
Conrado García Jamín
SEÑALADO EN QUEBRANTO A PEMEX
Conrado García Jamín
El ex Secretario de Finanzas de Coahuila y su empresa Arrendadora Ocean Mexicana, son señalados por la Auditoria Superior de la Federación por un faltante de 66.2 millones de dólares.
Antonio Juan Marcos Issa, quien se desempeñara como Secretario de Finanzas de Coahuila durante el sexenio de Rogelio Montemayor Seguy, para posteriormente seguir colaborando con dicho funcionario como Coordinador de Asesores del Director General de PEMEX, ha sido señalado como presunto responsable de un millonario quebranto a las finanzas de esa paraestatal.
Antonio Juan Marcos Issa, quien se desempeñara como Secretario de Finanzas de Coahuila durante el sexenio de Rogelio Montemayor Seguy, para posteriormente seguir colaborando con dicho funcionario como Coordinador de Asesores del Director General de PEMEX, ha sido señalado como presunto responsable de un millonario quebranto a las finanzas de esa paraestatal.
De acuerdo con nuestro máximo órgano fiscalizador, PEMEX negoció las contrataciones de los buques tanque Torm Asia y Akrotiri, que involucran más de 100 millones de pesos, pero que en su otorgamiento se ocultan complicidades y prácticas indebidas para favorecer a Arrendadora Ocean Mexicana, atribuibles a altos funcionarios de Pemex Refinación.
Arrendadora Ocean Mexicana es integrante del Grupo Blue Marine Technology -presidido por Antonio Juan Marcos Issa, quien fuera coordinador de asesores del ex director de Petróleos Mexicanos, Luis Ramírez Corzo-, y de acuerdo a la Auditoría Superior de la Federación, podría está relacionada con una supuesta red de tráfico de influencias.
Es importante mencionar que la empresa de Juan Marcos Issa debutó desde el 2005 en las ligas mayores cuando se adjudicó un contrato con PEMEX por 110 millones de dólares al ofrecer dos embarcaciones de 47 mil toneladas cada uno, los cuales serían rentados a la naviera danesa Torm. Pemex Refinación emitió el fallo referente al primer bloque de barcos en favor de Arrendadora Ocean Mexicana, que se quedó como único postor, luego de que otras compañías decidieron retirarse.
De acuerdo con información oficial, la Auditoría Superior de la Federación sostiene que, para favorecer a Arrendadora Ocean Mexicana, Pemex Refinación desechó la oferta más económica, en perjuicio de la paraestatal. Lo anterior se basa en que una de las empresas satélites de PEMEX, PMI Trading Ltd., presentaría la cotización mas baja en ese mismo concurso del 2005, pero las adjudicaciones de los contratos 4500155808 y 4500171600 -del buque Torm Asia, por un total de 75 millones 72 mil pesos- y 4500176478 -del buque Akrotiri, por 24 millones 742 mil pesos-, otorgadas a la empresa de Juan Marcos Issa y socios, no reunieron las condiciones de Economía, Imparcialidad y Honradéz, requisitos indispensables para otorgar dichos contratos.
LA EMPRESA Y SUS SOCIOS
Arrendadora Ocean Mexicana pertenece al corporativo Blue Marine y de acuerdo con los registros portuarios y de Petróleos Mexicanos, se dedica a la Renta de embarcaciones para mantenimiento y construcción de plataformas para la paraestatal Pemex Exploración y Producción. Tienen registrada una oficina en Av. 4 Ote. Manzana B Lote 5B-5, Puerto Pesquero Laguna Azul, en Ciudad del Carmen, Campeche.
Además de la Arrendadora, el Grupo Blue Marine está constituido por Ocean Mexicana, Subtec y Blue Marine Special Projects, todas dedicadas a prestar servicios diversos a PEMEX.
Sin embargo, además de la Auditoria Superior de la Federación, éste grupo de empresas ha sido señalado como integrante de una verdadera “mafia”, de acuerdo a la Revista Fortuna publicada el pasado mes de febrero, en la que la periodista de investigación Nancy Flores enfatiza: El controvertido contrato suscrito entre Pemex y la trasnacional Bergesen –que involucra recursos públicos por al menos 758 millones de dólares, destinados al arrendamiento del primer barco tipo FPSO– oculta una red de corrupción encabezada por funcionarios públicos y directivos de las empresas Subtec, Blue Marin, Arrendadora Ocean y Oceanografía.
El reportaje expresa que con la llegada del primer barco FPSO (Floating Production, Storage and Offloading) a la zona petrolera Ku Maloob Zaap -ubicada en el Golfo de México-, la trasnacional noruega Bergesen inicia la relación de negocios con Petróleos Mexicanos (Pemex), que durará al menos 15 años. El arrendamiento de la embarcación descubre una supuesta red de corrupción que involucra a altos funcionarios de la paraestatal y a empresarios privados, actualmente investigados por la Secretaría de la Función Pública.
Según Flores, fuentes de alto nivel le revelaron que la presunta mafia opera desde la administración de Carlos Salinas de Gortari y que en los pasillos de Pemex se presume que entre los contratistas implicados estarían Antonio Juan Marcos Issa, alias el Ciego; su yerno, Juan Reynoso Durand, y su hermano, Alfredo; así como Amado Omar Yáñez Osuna. En forma irregular y por intermediación de las empresas Subtec, Arrendadora Ocean y Blue Marin –propiedad de los tres primeros–, así como de Oceanografía –de Yañez Osuna, vinculado a la familia Bribiesca Sahagún–, los empresarios han conseguido millonarios contratos para sí o para terceros.
En diciembre pasado, la revista Poder y Negocios publicó una amplia nota sobre la relación del ex asesor petrolero Antonio Juan Marcos y la trasnacional Bergesen. De acuerdo con dicha información, es la empresa Blue Marine, presidida por Juan Marcos, la que estaría involucrada en forma directa en la contratación del barcos FPSO, nombrado Yuum K'ak'naab (señor del mar, en lengua maya).
Siempre de acuerdo con la prestigiada revista, la plataforma petrolera flotante, que será instalada en el Golfo de México, es parte de un ambicioso plan que incluye la perforación de 103 pozos adicionales, la ampliación de la red submarina de ductos en cerca de 198 kilómetros, la construcción de 17 nuevas plataformas y la reconfiguración de algunas de las existentes.
Según la nota informativa, para este negocio Pemex analizó las diversas estructuras contractuales, con el fin de seleccionar una que permitiera no sólo minimizar los costos, sino reducir los riesgos tecnológicos para la empresa. Por lo que empezó un largo proceso para seleccionar a la firma encargada de construir el FPSO.
Poder y Negocios dice que se organizaron dos juntas de transparencia que permitieron la publicación de unas bases de licitación claras, y que fue el 15 de diciembre de 2004 cuando la paraestatal entregó la información del proyecto y las bases del concurso a las empresas interesadas.
La licitación se publicó el 1 de marzo de 2005. El largo proceso, detalla la revista, tuvo 18 semanas de duración. En este tiempo 26 empresas adquirieron las bases, y después de ocho juntas aclaratorias y de 800 preguntas contestadas, finalmente y debido a la complejidad, sólo dos propuestas llegaron hasta el final: la japonesa Modec y Bergesen Worlwide Oiffshore.
La publicación advierte como “estratégica” la asociación de Blue Marine con la trasnacional Bergesen, a la que finalmente le fue adjudicado el proyecto el 13 de julio del 2005.
Agrega que el FPSO se encuentra en el astillero de Sembawang, en Singapur, donde está siendo equipado con la más moderna tecnología. De acuerdo con el contrato signado entre Pemex y Bergesen, en poder de Fortuna, el 28 de noviembre de 2005, la filial Berge Carmen Ltd, dueña del barco, subcontrató a la naviera Sembawang Pte Ltd para este trabajo.
La fecha programada para que la embarcación arribe a la bahía de Campeche, según Poder y Negocios, es abril de 2007 y no marzo, como indican las fuentes informativas. Blue Marine, expone el artículo, es una compañía especializada en la prestación de servicios offshore para la industria petrolera, que nació apenas hace ocho años, fundada por los jóvenes empresarios Juan y Alfredo Reynoso Durand. Es ya una de las empresas más dinámicas del sector, y representa en el país a compañías internacionales de la talla de Bergesen.
El lector puede consultar los sitios que señalo para constatar que en efecto, los socios son quienes se mencionan y las empresas juegan, indudablemente, para las ligas mayores que el 98 por ciento de los mexicanos, si siquiera podemos imaginar.
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