Pese a vicisitudes, firman Pacto por la Paz con Justicia y Dignidad en Ciudad Juárez 

SDP Gustavo Sánchez B/ Enviado      2011-06-10 23:35:00

Ciudad Juárez, Chihuahua.- Este viernes 10 de junio del 2011, entre lágrimas, aplausos, banderas blancas y la bandera de México, Javier Sicilia firmó en frente del Monumento a Benito Juárez, a las 9:54 de la noche (tiempo local), 10:54 tiempo del centro del país, el Pacto Ciudadano por la Paz con Justicia y Dignidad, que no solo recoge el dolor y el miedo de miles de mexicanos, sino que también busca soluciones a problemas como la pobreza, la educación, entre muchos otros, los cuales fueron discutidos previamente en la ciudad más peligrosa de este país.

Con el cansancio a cuestas, luego de recorrer parte de la geografía del terror y salir airosos en caravana y con el apoyo de la gente, en cada uno de los lugares aplastados por la guerra contra el narcotráfico, algunas de las personas que estaban en el templete soltaron más lágrimas, en un momento diferente a cuando las derramaron por dolor.

En la explanada, mucha gente –agotada- permaneció sentada; en tanto, los más de cien medios de comunicación de México y el mundo que formaron parte de este movimiento, permanecieron de pie, tomando nota, grabando el audio o disparando decenas de flashes para que el momento no se pierda con el tiempo.

El poeta Javier Sicilia reconoció que aunque la redacción no es perfecta y en muchos puntos hay resistencia civil, el pacto será mejorado y corregido. Por ahora, todos los participantes de la Caravana por la Paz con Justicia y Dignidad que recorrió 7 días algunos estados del país, se encuentran sumamente cansados, pues han pasado por frío, calor, hambre y dolor, entre muchas otras situaciones inesperadas.

El segundo en poner su firma fue el obispo de Saltillo, Coahuila, Raúl Vera, quien llamó a que, aunque no crean en Dios, revisen y firmen el documento (el cual será subido a internet) pues “todos somos hermanos”.

Por su parte, Julián Le Barón derramó lágrimas y fundió sus sentimientos en un abrazo a Sicilia, luego de haberse hecho compañía en este impresionante recorrido. 

Para “cerrar el pacto” se pidió un fuerte aplauso. Luego se escuchó la voz de una niña que movió corazones con su escueto canto que dice tanto:
“Basta ya de guerra… queremos ya la paz”.
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