fe de erratas

6 nov 2013

¿Qué le espiaron a Calderón y Peña?

¿Qué le espiaron a Calderón y Peña? ¿Su corrupción? ¿Sus complicidades?

6. noviembre, 2013 Álvaro Cepeda Neri * Conjeturas

Los estadunidenses espían a todo mundo. El espionaje es una práctica muy antigua. Y no es de extrañar que los centros de inteligencia de Washington hayan tenido en la mira a Calderón y a Peña para saber qué traman contra sus enemigos y qué piensan de las relaciones, no entre los estadunidenses y mexicanos en general, sino entre los gobiernos de allá y acá. Espían a los multimillonarios nativos, a los narcotraficantes, a los banqueros. Los gringos quieren tenernos vigilados. Y con la compra de informantes infiltrados entre diputados, senadores, desgobernadores, jueces y el mismísimo presidente, y los métodos más sofisticados de la tecnología, se enteran de cuanto hacen los que política y económicamente dominan al país. También espían a los intelectuales y a los periodistas. Es parte del espionaje tradicional para saber hasta de las visitas a los sanitarios de Peña, Calderón, Slim, Azcárraga… Y lo que dicen Videgaray, Aspe y Salinas.
 
A Calderón lo único que le espiaron fueron sus borracheras sabatinas con la música de acompañamiento de Max Cortázar en la batería para amenazar, pues proporcionó a los estadunidenses toda la información que quisieron, con la Agencia Antidrogas estadunidense (DEA, por su sigla en inglés) metida hasta la cocina de Los Pinos. Al grado que le concedieron asilo cuando huyó al término de su sangriento sexenio. ¿En verdad espiaron a Peña? Cuando fue público y sabido que vaciaba millones de pesos (¿verdad, David López?) a Televisa para que López-Dóriga lo entrevistara con cualquier pretexto para que los telespectadores lo vieran. ¿Qué le espiaron a Peña? ¿Qué el actual embajador peñista en Washington es su compadre, porque le bautizó a un hijo que tiene fuera de matrimonio?
 
Calderón desgobernó al país y empujó una guerra costosísima y sangrienta, con más de 100 mil homicidios, porque soldados, policías, marinos y las delincuencias agredieron a los mexicanos que nada tenían que ver con el narcotráfico. Y que no logró reducir los delitos que han generado una pavorosa inseguridad. Peña nada tiene que le espíen, salvo, si como es cierto y sabido, que privatizará Petróleos Mexicanos (con todo y su director Lozoya Austin). El expresidente y el que está en funciones, nada ocultan. Pues lo que es un secreto de inmediato lo hacen saber a Washington, al que sirven en contra de los intereses mexicanos.
 
¿Qué le espiaron a Calderón? ¿Sus borracheras? ¿Su fallida guerra que terminó por corromper más a las Fuerzas Armadas y a las policías? ¿Que hizo tan mal gobierno que terminó desprestigiando al Partido Acción Nacional para, con Fox, permitir el regreso del Partido Revolucionario Institucional? Y ¿qué le espiaron a Peña y le siguen espiando?, si los estadunidenses, de propia voz de Peña, están enterados de que Aspe y Salinas son sus asesores, que está por hacer cambios en su gabinete o que va a nombrar a un jefe de gobierno de facto para poner orden en Chuayffet, Osorio Chong, Videgaray, Meade, Miranda Nava y someter a su tío Montiel para que devuelva a los hijos de su exesposa que secuestró. Nada hay que espiarles. A Calderón lo tienen a tiro de pichón en su Hard-bar; y basta con que Obama le pregunte a Peña por teléfono lo que quiera saber.
 
*Periodista

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