SDP 20 de Abril, 2010 - 13:35 |
Calderón utiliza las formas y oportunidades que puede para fines políticos, para miras de mejorar la dañada imagen que porta, pero ni así lo logra, de tan aberrantes las ideas que le ordenan cumplir. O que nos diga de qué brillante materia gris provienen las propuestas de soborno premeditado. Hablo del premio monetario que el usurpador ha ofrecido al personal docente cuyos grupos de alumnos obtengan las mejores notas en la prueba Enlace.
Qué nefasto ejemplo de crianza para nuestros jóvenes; una falta de ética a sabiendas de la efímera motivación de esta remuneración, que relaciona y rebaja la honorable tarea vocacional de la educación, al aspecto de lo monetario.
Porque además, las condiciones de cada escuela de cada aula de cada maestro maestra en la impartición de clases es desequilibrada de miras a esta “contienda” a la que exhorta el espurio.
Son tantas las que no cuentan con los apoyos institucionales, con la infraestructura o la bibliografía adecuada para la preparación y ampliación de los temas sugeridos por un currículo de obvios ajados estándares, por lo que la premiación sería impar, injusta y sin el resultado que se persigue.
Provocará además, las corruptelas de profesores tocados en su ambición, en pos del incentivo salarial.
Los expertos opinan que la prueba enlace no arroja resultados ni logros, sino sólo es un instrumento de medición para confirmar nuestro perenne atraso en educación.
No ataca el causal del déficit educativo dirigido a un alza real en los niveles sociales para que reditúen los académicos. “Pero ahora sí”, se pronuncia sonriente Calderón, “habrá mejores resultados porque serán premiados (lease “sobornados”) los maestros quienes, “haiga sido como haiga sido”, obtengan los resultados más favorables en la prueba Enlace”.
Dos años más continuará el desgobierno, que nunca debió ser, con sus “proezas prianistas” de bajos instintos, esta vez al cínico estilo del matrimonio calderón -gordillo.
Preparémonos México para destituirlos en las urnas. Para cortarles la chichi, que no han compartido, acaparada para sí. Que no ha cesado de alimentar su ambición. Sin misión concreta, sin crear las condiciones propicias en el ámbito más delicado e importante. Aquel que se refiere a la edificación de un mejor futuro, de una mejor expectativa en el nivel socioeconómico de la nación: la educación de los hijos de una patria libre y soberana.
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