fe de erratas

3 sept 2012

La criminalidad de un presidente

La criminalidad de un presidente

Escrito por: José Antonio Lara Peinado

imagen tomada de ciudadcapital.com.mx
(Cualquier parecido con la vida real es mera coincidencia).
Hombre de corta estatura, presumiblemente adicto al alcohol, llega a la presidencia en medio de una guerra sucia orquestada por él y sus asesores de campaña, entre ellos un Español, desde sus primeras apariciones en público, sus emociones no correspondían a lo que afirmaba, en su campaña enarboló un discurso de odio y de revancha, se asumió como el candidato de las manos limpias, sin embargo tanta obsesión con ese mensaje no hizo sino develar lo que hoy en día padecemos, las manos no solo sirven para saludar, también sirven para matar, las protestas  de buena parte del pueblo, detonaron en el sujeto en primera instancia una respuesta cínica y agresiva, el aiga sido como aiga sido, representó una de sus primeras renuncias a la ley, después la forma en que simbólicamente se le entregó la banda presidencial, evidenció la manera en que un sujeto se puede emborrachar con el poder, ese momento posiblemente detonó el advenimiento de ideas delirantes en torno a la omnipotencia, estas ideas caminaron rápidamente a la estructura megalomaniáca, vestirse él y sus hijos de militar, e iniciar lo que él llamó en un principio guerra contra el narco, demuestran la imposibilidad del sujeto para reprimir los impulsos sádicos que seguramente comenzaban a atormentarle, la tragedia de Pasta de Conchos y la impunidad observada, no hacen sino evidenciar ya la aparición de la idea sádica, los primeros miles de muertos no motivaron siquiera una autocrítica, por el contrario, hay una especie de conducta retadora y agresiva contra los presuntos delincuentes, sin embargo esas conductas nunca eran en el campo de batalla, eran ante los medios, ante las cámaras, lo cual dejó ver la estructura narcisista que aunada a lo anterior detonó en la personalidad criminal de ese presidente, la tragedia en la guardería ABC es tal vez el momento más debelador de la estructura criminal de ese sujeto, muy pronto se observa una carencia emocional-afectiva, la respuesta a esa tragedia al día de hoy tiene que ver con la impunidad y la insensibilidad, aparece en estos momentos con mucha fuerza, el comportamiento mafioso propio de sujetos criminales, es decir, la protección a todos aquellos que comparten la idea delirante del grupo, en este caso, es clara la protección a los responsables de la tragedia.
                                                                                                                                   
El SME representó una forma más de ejercer el sadismo, mientras, los miles de muertos aumentaban en país, sin embargo la idea sádica se enquistaba en el sujeto, por ejemplo, decir que la Sra. Ernestina Ascencio había muerto por una gastritis mal atendida, nuevamente pone en evidencia como el sujeto ha reprimido ya sus pulsiones de vida, para entregarse de lleno a sus pulsiones de muerte, los casos de impunidad del ejército contra la población civil, no hicieron mella en la idea delirante, por el contrario reforzaron la regresión infantil, ésta puede verse sin problema, en la regresión infantil de ver al sujeto jugando arriba de un avión del ejército, o con declaraciones infantiles, como afirmar que los muertos son daños colaterales, o utilizar el futbol para referirse a situaciones que requerirían miradas serias y profundas, sin embargo cuando la gente entra en el camino sádico del goce perverso, es imposible parar, bien por el contrario, el criminal construye escenarios para regodearse con la tragedia, los diálogos de Chapultepec y el beso a Sicilia, muestran perfectamente lo dicho anteriormente. 
La estructura criminal está pues desatada.
                                                                              
Escribo este artículo por la preocupación en torno a la siguiente pregunta ¿Puede un sujeto con estas características dejar de gozar, y ponerse un límite? La respuesta es que no, luego entonces se corre el riesgo de que este sujeto conforme se acerque la elección incite a la violencia, a la sangre y a la muerte, por eso es importante no caer en las provocaciones.
AUTOR                                
Dr. Psicoanalista                  
José Antonio Lara Peinado
Autor de los libros Psicoanálisis del poder en México”, “El Mal-Estar Docente” y “A. La mujer sin habla, el tratamiento Psicoanalítico de una esquizofrenia” “Autor de más de 50 artículos sobre Salud mental, educación y Psicoanálisis”. “Titular de la investigación: El tratamiento Psicoanalítico de la esquizofrenia”. Conferencista Magistral en congresos Nacionales e Internacionales en temas de Educación y Psicoanálisis.

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