Los auténticos cabilderos
Un escándalo generó el periódico El Universal al documentar esta semana
la firma de un contrato entre la empresa PriceWaterhouse Cooper (PwC) y
clientes de la Bolsa Mexicana de Valores para cabildear cambios a
ordenamientos del paquete fiscal discutido en estos días.
Por modificar el artículo 29 de la Ley
del Impuesto sobre la Renta y cabildear en el Congreso para eliminar el
impuesto de 10 por ciento a las ganancias de las personas físicas del
mercado bursátil, la firma de asesoría en asuntos fiscales cobraría 1
millón de dólares.
La aclaración de la empresa resultó ser tragicómica. Según José Quesada, el documento publicado por El Universal era
tan sólo “un borrador” de una discusión y que ellos no cobraban en
dólares sino en pesos. No negó lo fundamental: que hay un cobro por
presionar a legisladores para modificar artículos y leyes al gusto del
cliente empresarial. Quesada lo llamó “asesoría” y defendió el
prestigio de PwC tan estricta en su manejo de imagen pública.
El caso PriceWaterhouseCooper aceleró
en la Cámara de Diputados lo que en estos días han ido documentando
varios medios impresos y digitales: la guerra de los cabilderos con los
diputados federales y senadores para modificar impuestos que afectan a
intereses de refresqueras, de empresas de alimentos chatarra, de
compañías inmobiliarias, de trasnacionales mineras (a las que se les
gravarán 7.5 por ciento de sus utilidades) y un sinfín de actores
corporativos que lo mismo defendieron la exención para espectáculos que
para la goma de mascar o la comida para perros.
El mercadeo de dinero y apoyos por
votos se aceleró en estos días. El diputado perredista Alejandro Cuevas
Moreno, secretario de la Comisión de Hacienda, reveló que empresarios
yucatecos del Consejo Coordinador Empresarial invitaron a legisladores
a una comida para advertirles que si gravaban con 1 peso el libro de
bebidas embotelladas sus carreras políticas “estaban en riesgo”.
Fernando Zárate Salgado, legislador
también del PRD, afirmó que los cabilderos ofrecen desde financiamiento
para campañas electorales hasta bienes inmuebles. Cada artículo de un
paquete tan complejo como el de la reforma fiscal se convirtió en la
máxima explotación de la política de los intereses.
Sin embargo, el auténtico cabildeo y la
corrupción legislativa en el país no ocurre sólo en las comidas o en
las reuniones de diputados y senadores ambiciosos con representantes de
compañías que “asesoran”. El cabildeo de altos vuelos no se ve, pero se
siente. Se realiza en los corredores impenetrables de las grandes
trasnacionales de telecomunicaciones, petroleras y bancos de inversión
que están haciendo un verdadero negocio con las llamadas “reformas
estructurales” del gobierno de Enrique Peña Nieto.
El milloncito de dólares (o de pesos)
que cobraría PriceWaterHouse empalidece frente al gran negocio de
operaciones más complejas como la reforma energética, la joya de la
corona del Pacto por México. Ahí están los auténticos cabilderos.
La mayoría son ex directores de Pemex,
ex titulares de Hacienda y ex secretarios de Energía durante los
sexenios de Salinas, Zedillo, Fox y Calderón que se han vuelto los
cabilderos más poderosos que ofrecen sus servicios a trasnacionales y
bancos de inversión para impulsar los cambios a la reforma de los
artículos 27 y 28 constitucionales.
Los cabilderos de altos vuelos
Tan sólo para tener una idea de los
intereses que están en juego y de sus representantes, aquí una breve
relación de los “cabilderos” de grandes ligas:
· Pedro Aspe Armella, ex
secretario de Hacienda en el sexenio de Carlos Salinas, fundador de la
consultora Protego, socio y padrino de tecnocracia del actual titular
de Hacienda, Luis Videgaray, encabeza una de las redes más amplias e
influyentes en las reformas estructurales del peñismo.
Aspe es accionista del fondo de
inversiones Evercore Partners que adquirió en septiembre de 2012 el 20
por ciento de la firma Diavaz DEP, uno de los principales bancos de
“inversión boutique” en el mundo. Al mismo tiempo, Evercore tiene
participación accionaria en las empresas Davis Petroleum Corp; Velvet
Energy LTD y TLP Energy, las cuales realizan operaciones en Estados
Unidos y Canadá en los mercados de servicios integrales de “exploración
y producción, y prestación de servicios de mantenimiento y
rehabilitación a la industria petrolera”, según la resolución del 18 de
septiembre de 2012 de la Comisión Federal de Competencia que autorizó
la sociedad entre Evercore y Diavaz.
Diavaz y Pemex firmaron el primer
contrato de extracción en el pozo Ebano-Pánucho de Chicontepec,
Veracruz, en febrero de 2008, con una vigencia de 10 años.
Por si fuera poco, Aspe también es
integrante del Consejo de Administración de Grupo Televisa. Y desde ahí
no sólo asesora al gran consorcio de televisión y de telecomunicaciones
sino articula campañas de opinión favorables a la inversión extranjera.
Para el poderoso ex secretario de Hacienda, el nacionalismo “es un mito
genial”.
· Jesús Reyes Heroles,
hijo del funcionario del mismo nombre que dirigió también Pemex en la
época de Gustavo Díaz y canceló los contratos de riesgo en la década de
los sesenta, ahora está en las antípodas del teórico del liberalismo
social mexicano y artífice de la primera gran reforma política del
priismo.
Reyes Heroles hijo, ex secretario de
Energía entre 1995 y 1997 y ex director de Pemex de 2006 a 2009, con
Calderón, fue reclutado por Morgan Stanley Private Equity, desde junio
de 2012. El comunicado informó que la sociedad entre Morgan y la
consultoría de Reyes Heroles es “construir una empresa de energía líder
en la región, con una amplia base de inversiones y actividades
relacionadas en el sector energético”.
· Adrián Lajous Vargas ,
ex director de Pemex entre 1994 y 1999, pertenece a la junta directiva
de la trasnacional de energía, Schlumberger. De 2001 a 2012, durante la
docena panista, Lajous fue consultor externo y asesor de energía de
McKinsey y director de la empresa Ternium, productora de acero.
Lajous Vargas participó en los foros de
debate sobre la reforma energética, tanto los organizados por el PRD
como los del PRI. El ex funcionario zedillista apoyó las reformas
constitucionales, pero propuso que en lugar de los contratos de
utilidad compartida se impulsara la figura de licencias y permisos.
· Luis Ramírez Corzo, ex director de Pemex, fue designado el 22 de febrero de 2012 como
presidente ejecutivo de la compañía Servicios Petroleros Oro Negro,
cuyo objetivo es “perseguir oportunidades en el sector de servicios
petroleros en México, donde la inversión en actividades de producción y
exploración continúa creciendo”, según una nota informativa de la
agencia Bloomberg.
Oro Negro es una iniciativa empresarial
formada con fondos de las compañías norteamericanas Axis, Ares
Management, y Temasek, de Singapur.
· Juan José Suárez Coppel,
sucesor de Reyes Heroles en la dirección general de Pemex de 2009 a
2012, no esperó ni un año del fin de su gestión para ser reclutado por
la empresa del sector energético Jacobs Engineering Group, vinculada al
sector energético. La subsidiaria de esta compañía, Jacobs Nederland BV
obtuvo en 2004 contratos para construir 18 plataformas en el pozo Ku
Maloob Za, con inversiones por 2, 500 millones de dólares.
· Georgina Kessel,
secretaria de Energía y maestra de Felipe Calderón Hinojosa (como ella,
ex titular de Energía y de Banobras en el sexenio de Calderón), fue
reclutada como integrante del Consejo de Administración de la compañía
española Iberdrola, con extensas inversiones en nuestro país en
materia de energía.
En la Cámara de Diputados, la
legisladora Aleida Alavez propuso que se investigara a Kessel y a
Suárez Coppel por la presunta violación a la Ley de Responsabilidades
Administrativas de los Servidores Públicos al aceptar ser reclutados
por compañías vinculadas al sector de donde ellos obtuvieron
información privilegiada.
PAN y PRI frenaron en comisiones este punto
de acuerdo.
No podría ser de otra manera. Estos y
otros funcionarios (incluyendo al multi chambas de Ernesto Zedillo) se
han convertido en los auténticos cabilderos de las reformas
estructurales de Peña Nieto.
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