Los primeros contratos petroleros de Peña Nieto
Sin informar a la sociedad, Petróleos Mexicanos prepara el más importante paquete de contrataciones de la última década: una nueva unidad flotante de carga, almacenamiento y proceso, 10 nuevas plataformas de producción, dos centros de mezclado y, por lo menos, 50 nuevos pozos de desarrollo. Uno de esos contratos con privados extranjeros asciende a más de 4 mil millones de pesos
En el más completo sigilo, manejado como
información confidencial, está avanzando el más importante paquete de
contrataciones petroleras de la última década: una nueva unidad flotante
de carga, almacenamiento y proceso (FPSO, por su sigla en inglés) como
el que opera en Ku-Zaap-Maloob, 10 nuevas plataformas de producción, dos
centros de mezclado en donde los ultrapesados descubiertos en aguas de
más de 100 metros de profundidad serán aligerados con los aceites del
Litoral de Tabasco y, por lo menos, 50 nuevos pozos de desarrollo. El
sexenio está comenzando con una nueva fiesta de contrataciones.
Una vez que opere el nuevo complejo, será
uno de los más importantes en el Golfo de México. No todos los días se
instala infraestructura de estas dimensiones. Los últimos megaproyectos
en esta cuenca han sido las instalaciones para inyectar nitrógeno en
Cantarell; poco antes, Thunder Horse, de British Petroleum (75 por
ciento), y ExxonMobil (25 por ciento), que producen unos 250 mil
barriles diarios; acaso el más reciente, que data de 2010 y es operado
por Shell cerca de la frontera con México, es importante, pero sólo
aporta unos 125 mil barriles diarios de aceite.
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