fe de erratas

6 ago 2013

Rosario, Chuayffet, Navarrete y Mondragón ya no sirven.

Rosario, Chuayffet, Navarrete y Mondragón ya no sirven



El fracaso administrativo del peñismo por sus malos secretarios del despacho presidencial, tras 8 meses, que para efectos de los resultados negativos es como 1 año, obliga a deshacerse de al menos Navarrete Prida, en la Secretaría del Trabajo (donde ha beneficiado a un amigo suyo con los más de 2 mil millones de pesos mensuales para desayunos); debe ser relevado Chuayffet, que sólo fue la punta de lanza para meter a la cárcel a Elba Esther Gordillo y que no ha podido reglamentar la reforma educativa, que es una contrarreforma laboral para despedir profesores; al seudogeneral Mondragón, quien a sus 83 años, todos los días se va a dormir a las 1500 horas (para usar la terminología castrense) y la inseguridad del país ya es muy parecida a la de Calderón, con la diferencia de que en lugar de 1 mil 500 homicidios al mes, ahora tenemos 1 mil 490; y tendrá que confirmar su renuncia Rosario Robles, quien cada vez que hace declaraciones sale con la misma cantaleta de: “Tengo instrucciones del señor presidente…”, Mientras, la pobreza y el hambre aumentan.
Se agrega a la lista Osorio Chong, sobre quien circula el chiste de que de los más de 1 mil 400 millones de chinos, nos enviaron al peor, ya con su edificio alterno para despachar (se va del viejo Palacio de Covián, dizque para evitar el cierre de calles que entorpecen el tráfico vehicular). No se debe dejar de incluir a Videgaray, con todo y que es el favorito de Peña (a quien tuvieron que extirparle toda la glándula tiroides y acusa un cambio en su timbre de voz), porque el genio de Hacienda no le halla la cuadratura al círculo del financiamiento y quiere un IVA del 15 por ciento a medicinas y alimentos. Y con ellos también Murillo Karam, quien tiene a la Procuraduría General de la República como en tiempos de Marisela Morales, con todo y que se deshizo de Guerrero y lo envió a la Procuraduría Federal del Consumidor.
Todos los cuadros de recursos humanos del peñismo resultaron inferiores en sus cargos. Peña mismo no ha sabido gobernar para el presente, que es el asunto de la política, y está ocupado en el futuro con sus reformismos a través del Pacto por Peña (y el Congreso de la Unión como su caja de resonancia). No hay administración federal. Parecen canguros lampareados: sin saber qué hacer, mientras los problemas nacionales están a punto de rebasar los límites de la paciencia social. Necesita Peña deshacerse de Lozoya, que montado tierno, ya lo hicieron pando Deschamps y su gavilla sindical. Pero, sin duda alguna, Rosario, Navarrete, Chuayffet y Mondragón ya no sirven. Son obvias sus deficiencias.

Rumbo a su primer informe, ¿qué va a informar el peñismo? ¿Que siguen sus promesas? ¿Que va a ingresar a la formalidad laboral a 200 mil trabajadores de los 29 millones en la informalidad? ¿Que Petróleos Mexicanos no se privatiza, pero se vende a los mejores postores privados? ¿Que no habrá crecimiento económico? ¿Que el desempleo masivo seguirá? ¿Que la reforma fiscal favorecerá a los pobres? Camina la nación al despeñadero, como cuando Echeverría dijo: “Estamos al borde del precipicio… Demos un paso adelante”. Y es que ya estamos inmersos en la recesión, la inflación y 53 millones de mexicanos en la hambruna.
*Periodista

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