fe de erratas

26 ago 2013

el 80 por ciento de mexicanos vive en la miseria.

La pobreza, la miseria y las falacias “rigurosamente técnicas”


20. agosto, 2013 Marcos Chávez * Capitales, D, Semana


Pobres “moderados”, “extremos”, “alimentarios”, en “capacidades y patrimonio”, “carentes sociales”, en “ingresos inferiores al mínimo” y en “bienestar”… toda una parafernalia de términos para ocultar una realidad: el 80 por ciento de mexicanos vive en la miseria. Sin un plan económico y social que se diferencie al de los últimos 5 sexenios, el gobierno de Peña Nieto verá cómo el número de pobres se incrementa mes con mes

En la política económica de ese gobierno debe buscarse no sólo la explicación de sus crímenes, sino una atrocidad mayor que castiga a millones de seres humanos con la miseria planificada […] Una guerra contra cualquier barrera a la acumulación de riqueza de los inversionistas extranjeros y sus beneficiarios locales. Como si esas fueran metas deseadas y buscadas […] Los resultados de esa política han sido fulminantes […] La política económica dictada por el Fondo Monetario Internacional según una receta que se aplica indistintamente al Zaire o a Chile, a Uruguay o Indonesia
Rodolfo Walsh, Carta abierta a la Junta Militar, Buenos Aires, Argentina, 24 de marzo de 1977

La plaza Howrah Station, cualquier día de cualquier mes de cualquier año en que usted tenga ganas de ir a verla, y en cualquier otra parte de la ciudad de Calcuta y del país, es un infierno donde los condenados no han pecado ni saben siquiera que están en el infierno, están ahí renovándose desde siempre, es una recurrencia infinita. Es algo verdaderamente pintoresco, inolvidable. Vale la pena ir a verla, le digo. Es posible que allí mismo se dé cuenta de que sólo la locura vuelta acción y más tarde sistema (porque las revoluciones son una locura impensable) podría acabar con eso que está sucediendo
Julio Cortázar, Turismo aconsejable”, Último round, tomo I, Siglo XXI Editores, México, 1969

Es la miseria planificada, tal y como la calificó certeramente el escritor y periodista Rodolfo Walsh en su última carta enviada a la dictadura argentina poco antes de ser asesinado. O cómo calcutizar a México en 31 años o a cualquier otro país del planeta por obra y gracia de la política económica, que privilegia la estabilidad de precios, las reformas estructurales neoliberales y la disciplina del “libre mercado” sobre el bienestar. Con los programas impuestos por los tecnócratas ortodoxos y heterodoxos neoconservadores, desde Miguel de la Madrid hasta Enrique Peña Nieto; del exsecretario de Hacienda y Crédito Público en la época de Carlos Salinas, Pedro Aspe, al actual, Luis Videgaray, émulos aventajados de Sergio de Castro o José Alfredo Martínez de Hoz, irredentos Chicago Boys y ministros de Hacienda y Economía de las dictaduras militares chilena y argentina, según las recetas fondomonetaristas, del Banco Mundial y el mal llamado Consenso de Washington.
Cómo primero, con la lógica salvaje y eficaz del escalpelo económico y el terror político de la “cirugía sin anestesia” –según la denominó Carlos Menem, el Salinas argentino–, hundir en la miseria y pobreza a 94.1 millones de mexicanos, el 80.2 por ciento de un total de 117.3 millones; o 97.4 millones, el 83.1 por ciento, de acuerdo con los cálculos del economista Julio Boltvinik. Cómo generar una masa ingente de hambrientos envilecidos, mal pagados, mal empleados, malparidos, desesperanzados, marginados de los servicios básicos, como la educación, la salud o la seguridad social; de excluidos de una forma de vida digna que los obliga a vegetar, delinquir y ser víctimas de la estrategia de limpieza de la escoria social llevada a cabo por los higiénicos Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto; de viejos, condenados a malvivir lo que les resta de vida en peores condiciones que cuando eran trabajadores activos, antes de ser catalogados como desechos humanos y arrojados a la subhumana untermensch los llamaban los nazis– indigencia, con pensiones mezquinas y una cobertura médica aún más degradante, o sin ellas la mayoría; de una incontenible muchedumbre de expulsados de sus localidades de origen hacia las abyectas periferias urbanas; o de su propio país, hacia Estados Unidos, donde son obligados a sobrevivir como degradados esclavos migrantes: mano de obra ilegal explotada sin reglas en las nostálgicas épocas de abundancia, perseguida, encarcelada y expulsada ahora de las de vacas flacas, que se imponen como la normalidad global.
...........sigue
Fuente: www.contralinea.com.mx Periodismo de investigación http://contralinea.info/archivo-revista/index.php/2013/08/20/la-pobreza-la-miseria-las-falacias-rigurosamente-tecnicas/

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